AHORRO
Trámites exprés, el siguiente reto de Colpensiones
La entidad ha hecho en cuatro años y medio lo que al Seguro Social le habría tomado siete. Tras superar el caos heredado del viejo ISS, se propone resolver solicitudes de pensiones en ocho días.
Colpensiones está lista para comenzar una nueva etapa en la vida de los colombianos, tras superar el trago amargo que significó atender la avalancha de solicitudes que venían del Instituto del Seguro Social, que se acumularon con las del periodo de transición.
La entidad, que hoy atiende las pensiones de 1.250.000 personas y tiene cerca de 3 millones de afiliados activos, superó con éxito una transición histórica. En cuatro años y medio resolvió más de 1.700.000 solicitudes, lo que le habría tomado al viejo ISS siete años. Esto significa haberle ahorrado al país dos años y medio de trabajo, equivalentes a más de un billón de pesos, medido por el costo que habría tenido que asumir la entidad para atender el trabajo acumulado.
Como dice su presidente, Mauricio Olivera, Colpesiones no solo se puso al día, sino que ha fortalecido todos sus procesos, a tal punto que hoy liquida una pensión en menos de 60 días, pese a que la ley da un plazo de cuatro meses. Y el propósito es llegar a un término de ocho días, como ocurre en las economías desarrolladas. Cabe recordar que en el Seguro Social, una solicitud de pensión podría demorarse hasta diez años.
Puede leer: El regaño del Consejo de Estado a las empresas multinivel
De regreso a la normalidad, la entidad está lista para nuevo retos. Hace dos semanas, el presidente Juan Manuel Santos firmó los decretos que reestructuran la entidad, con la idea de que se focalice en eficiencia y en lucha contra la corrupción un mal que fue endémico en el ISS.
Colpensiones quiere ir más allá de ser una entidad que liquida pensiones o una simple receptora de documentos. Se centrará en acompañar y asesorar a los afiliados para que construyan su futuro. El objetivo es educar al ciudadano para que tenga como hábito revisar su historia laboral durante su vida activa y que no lo deje para cuando ya esté a las puertas de pensionarse. Si se logra esto evitará, entre otras, acudir a intermediarios, asesores, abogados y a usuales tutelas que atiborraron la entidad en el pasado.
La reestructuración también busca agilizar los procesos para darles pronta respuesta a los afiliados. Cada mes, llegan, en promedio, 36.000 solicitudes que tienen que ver con todo tipo de prestaciones económicas.
Por eso esta reorganización conlleva un cambio en la planta de personal que implica que un grupo de empleados, hoy contratado mediante tercerización, quede vinculado directamente, con lo cual Colpensiones tendrá una nómina de 2.494 funcionarios, menos que los actuales 3.200, pero empleos formalizados. “La reestructuración de la entidad se hace a costo cero. Los sueldos no se han modificado, pues se conservan los mismos desde 2011”, asegura Olivera en respuesta a quienes han criticado el procedimiento.
La nueva estructura busca también taponar orificios por donde algunos han buscado engañar a la entidad para obtener pensiones o beneficios injustificados. Por eso se creó la Vicepresidencia Antifraude. Las modalidades de engaño que más se presentan son la alteración de los datos de la cédula, la falsedad en certificaciones de tiempos laborados, la adulteración en dictámenes de pérdida de capacidad laboral y de historias clínicas.
Según Olivera, Colpensiones para el futuro inmediato se debe concentrar también en apoyar las acciones del gobierno en las zonas más apartadas del país, para que personas que no reúnen los requisitos para pensionarse accedan a otros programas, como los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), un ahorro voluntario que favorece a más de 7 millones de trabajadores.
El gran salto que ha dado abre también la reflexión sobre la necesidad de una reforma pensional que priorice la mayor cobertura, pues hoy solo el 30 por ciento de las personas en edad de pensionarse logra hacerlo. Pero el desafío también está en la sostenibilidad financiera del sistema. Para atender su operación y las pensiones de los casi 1.250.000 pensionados, esta entidad debe recibir aportes de la Nación. El año pasado, su presupuesto se nutrió de 6,8 billones de pesos por traslados de los fondos privados, 7,2 billones por recaudo de los afiliados a Colpensiones y 10,3 billones del presupuesto nacional.
Por el subsidio implícito que hay en las pensiones del régimen de prima media, el traslado de afiliados de los fondos privados a Colpesiones ha venido creciendo notablemente, lo que para muchos analistas es preocupante porque se incrementa el faltante pensional que hay que cubrir con el presupuesto de la Nación. Pero si a esto se suma el éxito que está mostrando Colpensiones, al convertirse en una entidad eficiente y moderna, habrá un motivo más para que más afiliados quieran estar allí. El asunto es que el país está a tiempo de hacer una reforma que corrija los desbalances y desactive la llamada bomba pensional.