Constructores de vivienda y productores de acero: alta tensión

El debate entre los constructores de vivienda y los productores de hierro y acero, no cesa. Hoy hubo un nuevo round. En la mañana, Camacol –que agrupa a los constructores de vivienda- advirtió que de acuerdo con el Índice de Costos de Construcción de Vivienda – ICCV publicado por el Dane, el precio del componente de hierros y aceros registró una variación anual 40,6 por ciento, lo que lo convierte en el insumo de mayor aumento de precios en la cadena de suministro de la construcción de vivienda en el último año.

Con este nuevo aumento se acumula una variación desde enero de 2020 a agosto de 2021 que ya asciende a 45,3 por ciento, lo cual preocupa al sector de la construcción. “Esta nueva evidencia del crecimiento desmesurado del precio del acero en el país pone en riesgo la Vivienda de Interés Social y la reactivación del empleo y la demanda de insumos de 36 sectores de la economía utilizados en su construcción”, indicó la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez.

Agregó que el precio de este insumo esencial e irremplazable para la construcción de vivienda de los colombianos registra, mes tras mes, cada vez mayores aumentos, y se suma a una menor disponibilidad de producto en el mercado y tiempos de entrega sustancialmente mayores.

Actualmente existen 1.711 etapas de proyectos de vivienda social que no han iniciado su construcción y 1.453 etapas de proyectos adicionales que actualmente están en su fase de cimentación y estructura; es decir, hay más de 3.200 etapas de proyectos de vivienda social en los cuales este aumento de precios del acero, pone en riesgo su inicio o su ejecución.

Horas más tarde, luego de conocerse el pronunciamiento de Camacol, el Comité Colombiano de Productores de Acero, agremiados en la Andi, y del que hacen parte empresas como Paz del Río Votorantim, Gerdau Diaco, Sidoc, Grupo Siderúrgico Reyna y Ternium, ripostó y señaló que sí hay acero en el país “y está produciendo a toda máquina, incluso superando en un 12 por ciento lo niveles prepandemia”, dijo en una publicación en redes sociales.

“¿Cuál otra industria puede decir que en plena reactivación económica está completamente lista para atender las necesidades de los colombianos? Pues la industria siderúrgica lo está. La oferta de acero colombiano ha crecido un 55 por ciento durante 2021 y desde agosto se observa acumulación de producto terminado en el mercado”, agregó.

De hecho, según el gremio, hay 220.000 toneladas listas para despachar cuando sean requeridas. “Vamos a seguir apoyando las cifras récord del sector construcción: las iniciaciones de vivienda crecieron un 51 por ciento entre enero y agosto comparado con los mismos meses de 2020, lo cual demuestra que hay acero disponible en el mercado colombiano”.

Aunque en el pronunciamiento, el gremio de los productores de acero no hizo referencia a los precios, en un documento que conoció SEMANA, han advertido que los precios del acero para concreto han crecido en todas las economías desde junio del 2020, debido al incremento en el costo de las materias primas. Los precios internacionales de la chatarra y del mineral de hierro, insumos claves para la producción de acero, crecieron 92 y 108 por ciento, respectivamente durante los últimos 12 meses. Según sus cálculos, el precio de la chatarra ha crecido 111 por ciento desde junio de 2020, mientras que el precio del producto terminado ha aumentado un 48 por ciento en este mismo período, “un menor incremento que los registrados en los mercados internacionales”.

Frente a la posibilidad de eliminar el arancel de importación de acero para los países con los que Colombia no tiene tratados de libre comercio “distorsionaría el mercado al enfrentar a la industria nacional a prácticas desleales de comercio”, explica el gremio en un documento conocido por SEMANA. Y agrega: “La oferta nacional puede complementarse, como se ha hecho históricamente, con importaciones de países TLC como México, Brasil, Perú, que ya ingresan al país con arancel 0 por ciento”. Estos países tienen una oferta de 127 millones toneladas disponibles que pueden ser importados a Colombia, lo cual representa 58 veces el consumo de acero del país.