Contrabando, el otro rebrote peligroso que pondría en jaque las finanzas del país

El contrabando, considerado como un crimen organizado transnacional para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y sus delitos conexos, le están costando al país cerca del 7,5 % de su Producto Interno Bruto.

Su eventual “rebrote” durante esta época navideña se une a los efectos de la pandemia de covid-19 y representa una grave amenaza para las políticas públicas y el recaudo de impuestos, y de paso, afecta la generación de nuevos puestos de trabajo, la confianza empresarial, reduce el dinamismo comercial y golpea muy fuerte las rentas departamentales.

Esto motivó al director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Didier Alberto Tavera, a lanzar una voz de alerta para prevenir que el contrabando se convierta en el otro virus que afecte las finanzas del país.

El directivo señaló que es urgente prevenir el riesgo de la venta ilegal de licores y cigarrillos, para que no se afecten las dinámicas de crecimiento y desarrollo.

A su juicio, en esta navidad, por encima de las labores de inteligencia, la tecnología policial, el número de volantes educativos o del rigor de los retenes en carretera, el mejor operativo que se puede implementar es el de decirle no al contrabando. Y en ese sentido, los consumidores son los que tienen la palabras.

“Existen retos paralelos al de mitigar la propagación del virus; retos que, hoy en día, se pueden vencer con un tapabocas puesto y manteniendo el distanciamiento social. Lo único que se requiere es una decisión de compra responsable: una decisión de compra por la Colombia pospandemia”, dijo.

Recientemente, la Federación Nacional de Departamentos, en desarrollo del convenio que administra con Phillips Morris-Coltabaco, logró la aprobación y giro de recursos por más de US$ 5,5 millones para fortalecer y consolidar las acciones de los secretarios de Hacienda y sus equipos operativos frente al contrabando.

El gremio, que integra a los 32 departamentos, ha venido abogando por la estabilidad en el cobro del impuesto al consumo -que se recauda con la venta legal de licor y cigarrillos- porque con él los territorios reciben los recursos suficientes para invertir en la salud, el deporte y la educación de su población.

“Es necesario reconocer que la lucha contra el contrabando es un auténtico sinónimo de la reactivación económica y del bienestar social en el país”, dice el director.

También ha desplegado una campaña pedagógica para navidad, con el fin de concientizar a la población de la importancia del consumo legal de licor y cigarrillos, tanto nacionales como importados.

“El fenómeno del contrabando, indistintamente del lugar del país en el que pueda ocurrir, es un daño transversal a la ciudadanía y, como resultado, cada esfuerzo por mitigarlo se convierte en un pupitre más para un colegio, una teja más para un coliseo público o un ladrillo más para un hospital”, plantea de un documento de análisis de la Federación.

Explica que, aunque suene simplista, con la información y las opciones que actualmente tenemos, resulta curioso pensar que aspectos como el desempleo, el Producto Interno Bruto (PIB), el tráfico aéreo, la educación e, incluso, el marco fiscal del país, estén supeditados al uso de un tapabocas y a lavarse las manos.

Advierte que, pese a la sensibilidad y la premura de este desafío, es importante reconocer que existen otros temas a los que también les aplica el título de urgente y que, en consecuencia, requieren de una atención especial durante la temporada decembrina. Uno de estos es el flagelo del contrabando que, además de haberse agudizado durante los meses de pandemia, históricamente ha vivido su “agosto” a lo largo de las festividades de cierre de año en Colombia.