Evolución del crecimiento agropecuario frente al PIB total. Variación de porcentual anual.

CRECIMIENTO

El agro: de cenicienta a líder

El sector ha sorprendido este año al crecer muy por encima de lo que avanza la economía en su conjunto. ¿Qué tanto se debe al café y qué tan sostenible es?

18 de noviembre de 2017

En los últimos 3 trimestres, el sector agropecuario ha sido el motor de crecimiento del país con un ritmo de expansión muy superior al de toda la economía colombiana. Según el Dane, en el periodo julio-septiembre de 2017 la actividad agropecuaria creció 7,1 por ciento, mientras que el producto interno bruto (PIB) total lo hizo en 2 por ciento. Un comportamiento similar se presentó en el primer y segundo trimestre de este año. En 2016 la fotografía era diferente. El sector agropecuario presentó caídas del 0,1 y 1,7 por ciento en el segundo y tercer trimestre, respectivamente. ¿Cómo se explica que este renglón haya pasado de ser la cenicienta en el PIB a convertirse en la locomotora líder?

En primer lugar, el café tiene mucho que ver en esta dinámica. Si bien no es el único subsector que ha impulsado el crecimiento, sí tiene una enorme incidencia, pues pesa más del 13 por ciento en el PIB agropecuario. En el tercer trimestre de 2017 el cultivo del grano aumentó 41 por ciento, frente al mismo periodo de un año atrás, y fue el que más contribuyó al crecimiento del agro. No hay que olvidar que el gremio está hablando de una cosecha de 14 millones de sacos, algo que hace mucho tiempo no se veía.

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Pero también es cierto que otros productos agrícolas atraviesan por un buen momento, y se destacan el cacao, la palma y el arroz. En cuanto a la actividad pecuaria, sobresale la producción de leche con un crecimiento del 9,6 por ciento.

Que el sector agropecuario se convierta en líder es una gran noticia cuando el país está esperando nuevos motores que muevan la economía. La industria, la minería y la construcción siguen decreciendo. En el tercer trimestre, la primera cayó 0,6 por ciento y los dos últimos sectores bajaron 2,1 por ciento, cada uno.

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En general, algunos factores incentivaron la producción del campo como el clima e incluso la campaña Colombia Siembra, que busca desarrollar un millón de hectáreas hasta 2018. Pero que se extienda esta buena racha dependerá de los vientos que soplen, pues como se sabe el elemento climático determina las cosechas. Por otro lado, a muchos les sigue preocupando la comercialización. “Al tiempo que se motivó la siembra, debió pensarse también en la compra”, dijo un experto. La mayor oferta ha generado caída en los precios, como en los casos del arroz y de la leche.

Otros sostienen que las buenas cifras del sector no significan mejoras en la rentabilidad de los productores. Luego del choque alcista en los precios generado durante el primer semestre de 2016 por el fenómeno de El Niño, vino una presión significativa a la baja en lo corrido de 2017. Ello desestimulará la siembra, lo que hace pensar que, por lo menos en algunos productos, el crecimiento no se sostendrá. Algunos otros agregan que también influirá la forma como se comporte la demanda interna, que sigue muy débil. Por supuesto, el café seguirá marcando el rumbo del agro. Y aunque la actividad agropecuaria no tiene un superimpacto en el PIB (pesa 6,3 por ciento), nadie duda de su carácter estratégico, sobre todo en materia de distribución del ingreso y en construcción de la paz.

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Finalmente, analistas del mercado sostienen que el crecimiento obtenido por la economía en su conjunto, en el tercer trimestre (2 por ciento), puede significar el inicio gradual de la recuperación. Para el gobierno, confirma que ya pasó lo peor.

Sin embargo, al observar lo corrido del año (enero-septiembre) se llega a la desalentadora cifra de 1,5 por ciento. Este resultado ratifica los pronósticos de un crecimiento anual para 2017 de entre 1,6 y 1,8 por ciento. Se trata de un resultado mediocre, pues ni siquiera alcanzará el bajo crecimiento de 2 por ciento con que terminó 2016. Algunos analistas, entre ellos Bancolombia, prevén una mejor actividad económica en 2018 y proyectan que el PIB crecerá 2,5 por ciento. El gobierno espera una cifra alrededor del 3 por ciento y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su más reciente informe, pronosticó 2,8 por ciento para el próximo año. Por ahora, a cruzar los dedos para que se confirme que lo peor ya pasó.