La inversión en infraestructura como motor del crecimiento económico

De acuerdo con el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, la infraestructura en Colombia ha estado atrasada por la falta de proyectos bien estructurados, pero sobre todo, por la ausencia de vehículos de inversión.

“En Colombia tenemos aún un gran atraso en materia de infraestructura y ese atraso se ha dado en muchísimos casos porque no nos hemos concentrado en tener vehículos de inversión”, dijo Londoño.

Y es que la infraestructura es uno de esos sectores que dinamiza a toda la economía, pues atrae flujos de capital extranjero, promueve la mano de obra, requiere de insumos y proveedores y alivia los costos de transporte, en el caso de la infraestructura vial.

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“La inversión en infraestructura siempre genera dos beneficios, el primero ligado a la mano de obra, la construcción en infraestructura es intensiva, seguramente va a mejorar los niveles de empleo y de informalidad en Colombia. Lo segundo es que la inversión en infraestructura también produce mayor productividad”, dijo el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte.

De hecho, un estudio elaborado por Fedesarrollo sostiene que si se incrementa la inversión en infraestructura en 0,5% del PIB (poco más de $5 billones), el PIB del país aumentaría hasta 0,8% del PIB por año.

Según Fedesarrollo, el mayor impacto positivo de incrementar la inversión en infraestructura se daría durante los próximos cuatro años. Gracias al crecimiento económico que causaría la mayor inversión, el desempleo se vería reducido hasta 0,6%, generando cerca de 159.000 empleos por año.

Al respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha sido enfático en que si Colombia quiere pasar de ser un país de ingreso medio a uno de ingreso alto debe elevar los recursos que destina a la infraestructura.

“Si Colombia creciera al 6%, llegaría a ser un país desarrollado en una generación de 20 años. Colombia merece eso, pero para lograrlo se requiere una inversión masiva en infraestructura y logística”, dijo  Rafael de la Cruz, representante del BID en Colombia.

Para lograr lo anterior, El Gobierno nacional, encabezado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) estructuró una serie de proyectos de infraestructura de quinta generación (5G) que requerirán inversiones por $10 billones.

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Para el managing partner de Baker McKenzie, Alejandro Mesa, estos proyectos tendrán impactos positivos en la economía colombiana, no solo haciendo crecer el PIB, sino en la generación de empleo en su fase de construcción y en la reducción de costos en el transporte y la logística.

Según expertos, si el país logra estructurar de manera más ágil, financiar de forma más apropiada y ejecutar eficazmente los distintos proyectos de infraestructura que tiene en agenda, la recuperación económica estaría garantizada y Colombia se encaminaría hacia el mejoramiento de su productividad y calidad de vida de sus habitantes.