ECONOMÍA
¿Cómo Francia está reactivando su economía?
Gautier Mignot, embajador de Francia en Colombia, explica los alcances de las medidas que ha tomado ese país en el marco de la pandemia y cómo está reactivando su economía.
Con cerca de 30.000 muertos y un decrecimiento de 9% para este año en su economía, Francia ha sido uno de los países más golpeados por el coronavirus. Sin embargo, las cifras han decrecido: hay menos pacientes en cuidado intensivo y ya está en la etapa de reactivar su economía. ¿Cómo aborda el país galo este nuevo normal? Dinero conversó con el embajador de Francia en Colombia, Gautier Mignot.
Dinero: ¿Cuál es la situación en Francia?
Gautier Mignot: El panorama hoy es más alentador; obviamente, con un balance de muertos elevado de casi 30.000. Pero están decreciendo las cifras, en particular, las nuevas hospitalizaciones en UCI.
D: ¿Y la reactivación económica?
GM: A finales de mayo, la recuperación de la actividad económica en Francia en comparación con el punto más bajo de principios de abril era de 42% (y casi de 50% si se excluyen sectores como restaurantes, que no habían vuelto a operar). Es decir, ya hicimos la mitad del camino para volver a un nivel normal de actividad. Se calcula que el confinamiento ha generado 50.000 millones de euros de ahorros por parte de las familias, que ahora están gastando parte de esos ahorros, lo cual explica el dinamismo del consumo.
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D: ¿Cómo fue el paquete de ayudas?
GM: El esfuerzo global de apoyo a empresas y asalariados más o menos es de 20% del PIB: ayudas directas por cerca de 5% del PIB; y tres veces más, es decir unos 315.000 millones en garantías de préstamos. Y hay un dispositivo que hemos usado de forma masiva: el subsidio del desempleo parcial, que permite que el Estado sustituya a la empresa para pagar la nómina de los trabajadores. A la fecha, Francia ha invertido 24.000 millones de euros a través de este mecanismo para apoyar a 12 millones de trabajadores. Y en total, casi la mitad de los franceses, unos 34 millones, reciben un apoyo por una forma u otra del Estado. Ha habido un esfuerzo masivo, como lo dijo el presidente Macron al principio de la crisis, cueste lo que cueste. Para las empresas hay un abanico de medidas, pero para mencionar algunas hay un fondo de solidaridad para las Pymes, los independientes y los comerciantes, de 8.000 millones de euros. Para las empresas más grandes, que están en peligro, el apoyo alcanza unos 20.000 millones de euros. Esto ha permitido apoyar empresas como Air France y al sector de vehículos. Además, la propia Unión Europea a través del mecanismo europeo de estabilidad ha movilizado 500.000 millones de euros para que los estados miembros más golpeados puedan tener acceso a recursos.
D: En Colombia se ha dado una discusión sobre la ortodoxia o heterodoxia en la búsqueda de recursos para atender la crisis…
GM: Nosotros hemos optado por la heterodoxia, no solo Francia sino la Unión Europea. En particular a través de la suspensión de la regla fiscal europea, lo que llamamos el pacto de estabilidad, que limita el déficit público a 3% del PIB, para permitir que los Estados puedan dejar que aumente. Y el Banco Central Europeo ha inyectado 750.000 millones de euros en el sistema monetario regional. Son medidas indispensables para hacer frente a una crisis extraordinaria. No se puede en tiempos extraordinarios usar instrumentos ordinarios. Dicho esto, hay que tomar en cuenta que Colombia no es comparable con Francia, como miembro de la Unión Europea. No se puede simplemente copiar lo que hace la Unión Europea o Estados Unidos. Colombia, como país emergente, tiene su propio posicionamiento en los mercados internacionales frente a los inversionistas y, en particular, debe tener cuidado de mantener la confianza. Lo que hemos visto es que en esta crisis sino dábamos una reacción absolutamente masiva íbamos a tener una pérdida de capital humano y empresarial que después nos iba a dificultar muchísimo la recuperación económica. Por eso este esfuerzo tan brutal.
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D: ¿De dónde saldrán los recursos?
GM: En el caso de Francia, el déficit que estaba en 2,5% del PIB va a pasar a 11%, aunque la cifra todavía es incierta. Y la deuda que está en un poco menos de 100% del PIB va a llegar probablemente a 115%. Eso es algo que vamos a tener que financiar, con bonos e instrumentos clásicos de financiación de la deuda en los mercados y el esfuerzo del Banco Central Europeo finalmente es creación de moneda, es inyección de liquidez.
D: ¿Qué principios lideran la reactivación?
GM: La idea ahora es pasar a una fase de reactivación de la economía con cuatro características. Ecológica, es decir, no queremos perder el rumbo de la transición en el espíritu de los objetivos de desarrollo sostenible sino aprovechar la crisis para acelerarla. Solidaria porque queremos un modelo más equitativo. Soberana porque uno de los problemas con la crisis es que hemos perdido el control de algunas cadenas de valor y nos habíamos vuelto dependientes de pocos proveedores a nivel internacional. Y finalmente innovadora porque hay que apostarle a la tecnología y a la innovación. Uno de los efectos de la crisis es acelerar la transición al teletrabajo y a las plataformas tecnológicas. No hay que perder esa evolución.
D: ¿Qué otros factores influyen en la reactivación?
GM: Hay un punto muy importante: la inversión extranjera. La crisis surgió en un momento en que Francia había llegado a su punto más alto de atracción económica en la historia. Acaban de salir las cifras de 2019, y por primera vez somos líderes en Europa para inversión extranjera. Captamos 20% de las inversiones extranjeras en Europa. Eso significa 11% de aumento del flujo frente al año anterior, que representa 40.000 empleos. Esto es clave.
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D: ¿Cómo ha sido ese proceso de reactivación?
GM: Durante el confinamiento hemos cuidado los sectores esenciales para que siguieran trabajando y no parar totalmente la economía. Desde el 11 de mayo entramos en la fase de desconfinamiento, con el regreso de alumnos a clase, progresivamente con alternancias; con reapertura en la fase 2 de bares y restaurantes, y los cines reabren el 22 de junio. Dejar que poco a poco las distintas actividades económicas retomen, dejar que la gente viaje. Estamos entrando en el periodo de verano en Europa donde las personas toman sus vacaciones y viajan. Es un periodo clave para los sectores turístico, hotelero, de restaurantes y cultural. Además, es el periodo de las rebajas, muy importante para el comercio en Francia y que se hará en julio. Estamos tratando de volver a una cierta normalidad, confiando en la responsabilidad personal y colectiva. Dejando de prohibirle cosas a la gente y haciendo un llamado a la responsabilidad de cada uno, pues hay un momento en que las libertades individuales, políticas y económicas no se pueden limitar indefinidamente.