Economía
¿Cuáles son las banderas rojas de la economía, tras conocerse los resultados del primer trimestre?
La radiografía del comportamiento económico en los tres primeros meses del año muestra una modesta dinámica. Aunque para el Gobierno se alejó el fantasma de la recesión, lo cierto es que la inversión cae y los anuncios oficiales generan más incertidumbre.
El resultado de la economía en el primer trimestre de este año fue un tímido 0,7 por ciento, frente al mismo periodo del año anterior. Aunque para el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, Colombia, con esta cifra, se aleja del fantasma de la recesión, el dato preocupa por la baja dinámica económica, la inversión –que apalanca el crecimiento del futuro- aún en terreno negativo y, especialmente, el decrecimiento del sector privado.
Con este resultado el país completa cuatro trimestres con crecimientos menores al 1 por ciento, de hecho, para BBVA, cuando se revisa el nivel del PIB ajustado por estacionalidad, su valor prácticamente es el mismo desde mediados de 2022. Esto es, la economía tiene casi 18 meses sin crecer, si bien mostró un ligero impulso al inicio del año.
Pero, además, se está registrando un impacto en la actividad privada. “La economía colombiana creció 0,7 por ciento anual durante el primer trimestre de 2024. Sin administración pública, la cifra es de -0,1 por ciento. Ya son tres trimestres con cifras anuales negativas para el sector privado”, explicó José Ignacio López, presidente de Anif.
La economía colombiana creció 0,7% anual durante el 1T2024. Sin administración pública la cifra es de -0,1%. Ya son tres trimestres con cifras anuales negativas para el sector privado. La cifra del 0,7% no fue sorpresiva, pero refleja el contexto de bajo crecimiento y la… pic.twitter.com/xowF943fuy
— Jose Ignacio Lopez (@JoseILopez) May 15, 2024
Con los datos del Indicador de Seguimiento a la Economía, el inicio del año, corrido a febrero, con una variación de 2,2 por ciento, auguraba un primer trimestre favorable, pero se vio opacado por la contracción de marzo (-1,5 por ciento), que contrarrestó la dinámica positiva del trimestre en 0,5 puntos porcentuales.
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“La contracción de marzo se explica por cuatro días hábiles menos ese mes versus el mismo del año anterior por la Semana Santa”, explicó Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.
A pesar de ello, la radiografía del PIB trimestral no es la mejor. Seis de doce sectores que hacen parte de la medición registran números en rojo, y varios de ellos son clave para darle un mayor dinamismo a la economía que, no solo proteja el empleo, sino que genere nuevas plazas laborales.
Industrias manufactureras tuvo una caída de -5,9 por ciento, la mayor contracción entre los sectores. Las actividades financieras y de seguros también registraron números negativos, con -3 por ciento. Les siguen información y comunicaciones, -1,6 por ciento; la explotación de minas y canteras, -1,5 por ciento; comercio, transporte y alojamiento, -0,8 por ciento, y las actividades profesionales, científicas y técnicas, -0,2 por ciento.
La otra cara de la moneda la impulsa el sector agropecuario, con un incremento en su actividad de 5,5 por ciento, explicada por algunos analistas por la anticipación de las cosechas ante la aparición del fenómeno de El Niño. También se destaca la administración pública, defensa, educación y salud, con un crecimiento de 5,3 por ciento. Asimismo, sobresalen las actividades artísticas y de entretenimiento, que alcanzaron 5,2 por ciento, y el servicio de electricidad, gas y la distribución de agua, con 4,2 por ciento.
Una de las sorpresas fue el crecimiento de la construcción con 0,7 por ciento, que quiebra su tendencia negativa y se explica por obras de infraestructura, como el Metro de Bogotá.
La inversión sigue en números rojos: para el primer trimestre de 2024 registró -6,5 por ciento. “El almendrón es que la inversión lleva cinco trimestres en terreno negativo. El próximo trimestre vamos a completar tres recesiones seguidas en materia de inversión privada”, dijo el exministro José Manuel Restrepo, actual rector de la Universidad EIA. Para el BBVA, “sin inversión es difícil pensar en que el crecimiento potencial del país se puede expandir en los próximos años”.
Además, señala, lo que esto indica es que la economía colombiana no es capaz de depender solamente del esfuerzo de lo público o del esfuerzo del sector agropecuario. “Si no activamos la inversión privada en el resto de los sectores de la economía, vamos a estar en una trampa de estancamiento que se confirma aún con el anuncio del Ministerio de Hacienda del crecimiento de la economía va a subir al 1,5 o 2 por ciento. Eso sigue siendo muy pobre”, agrega el exministro.
Una explicación a los resultados, la tiene el BBVA. Durante este periodo se acumulan inventarios. Desde 2005 hasta 2023, la economía acumuló en promedio un 2,9 por ciento del PIB en inventarios (a precios de hoy equivale a cerca de 50 billones de pesos). Pero en el primer trimestre de 2024, la economía desacumuló inventarios, algo que no sucedió en ningún primer trimestre desde 2006, en un 0,1 por ciento del PIB.
Agrega la entidad financiera que la demanda interna siguió siendo la principal fuente del bajo crecimiento: cayó 2,6% anual. El consumo de los hogares creció ligeramente (0,6%), pero la inversión fija, como ha pasado desde hace cinco trimestres, cayó drásticamente (-6,5%). La caída, también significativa, de las importaciones (-12,9% anual), compensó parcialmente el bajo desempeño de la demanda doméstica.
¿Quién tuvo la culpa?
Para el presidente Gustavo Petro, la responsabilidad de los números rojos del sector privado se establece por la caída en construcción de vivienda –que arrastra los productos industriales– y la de ventas de carros en el comercio. “Lo que produce la caída de la demanda de vivienda y carros es la subida de la tasa de interés real dictaminada por el Banco de la República. Mientras la tasa de interés estrangula la economía colombiana la acción anticíclica de mi gobierno la hace reflotar”, señaló el mandatario en su cuenta de X.
Eso generó una rápida respuesta de exministros de Hacienda, como Juan Camilo Restrepo, quien dijo: “Qué fácil resulta criticar ahora al Banco de la República porque cumplió sus responsabilidades, conteniendo las fuerzas inflacionarias al mantener una política monetaria prudente después de la pandemia. Si por inacción del Banco de la República la inflación hubiera saltado a niveles del 40%-50%, ¿quién saldría ahora a defender al Banco?”. Y afirmó que la economía se ha desplomado por otras razones.
Desde la perspectiva de Bruce Mac Master, presidente de la Andi, es imperativo “corregir la política en algunos sectores, no solamente la política monetaria (bajar las tasas de interés)”. De no hacerse lo necesario en vivienda, infraestructura, turismo, industria, exportaciones, ejecución del presupuesto, la situación podría apretarse, dice Mac Master. “Más importante aún, corregir el rumbo en términos de incertidumbre y las condiciones generales para inversión. De lo contrario, estaremos llevando la economía a situaciones aún más preocupantes”, aseguró.
Por su parte, el exdirector del Dane y concejal, Juan Daniel Oviedo, calificó como “desidia” del Gobierno no querer acompañar al sector privado que, estaba anunciado, iba a tener un escenario difícil por la desaceleración del consumo y el incremento de las tasas de interés.
Además, la incertidumbre política está pasando factura a la inversión. Como advierte el exministro José Manuel Restrepo, según el Fondo Monetario Internacional, dos terceras partes de la problemática de la inversión privada en el país responden a la incertidumbre política “y ahí el Gobierno tiene una responsabilidad mayúscula. Cómo no va a haber incertidumbre política si se habla de flexibilizar la regla fiscal o de cambiar las funciones del banco central, o cuando se cometen errores como poner en duda las vigencias futuras. Además, ha sido muy difícil que el Gobierno construya de la mano con el sector privado como aliado para el proceso de reactivación”.
Para Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, la baja inversión, de hecho, ya sugiere “que debemos estar preparados, pues los futuros datos de crecimiento económico también van a seguir siendo muy flojos”. Y agregó: “La falta de confianza que persiste en los empresarios, los cambios en las reglas de juego y que no haya certidumbre jurídica no ha contribuido a que la inversión privada crezca”.
Según Alejandro Rojas, economista senior del Banco de Bogotá, la incertidumbre no solo afecta las decisiones de inversión por parte de los empresarios sino también las de consumo. “Por ejemplo, la Bitácora de Fenalco en sus encuestas habla del proceso de las reformas, los cambios en las instituciones de llegar a darse y la reforma constituyente”.
Ahora viene la revisión de los pronósticos. Credicorp aumentó la proyección para este año de 1,1 por ciento a 1,8 por ciento. “Hay que reconocer que este porcentaje sigue siendo un crecimiento muy bajo, y podríamos decir mediocre, para una economía que tiene un potencial más cercano a un rango entre 2,5 y 3 por ciento”, dijo Velandia, de Credicorp.
A futuro, BBVA Research sigue esperando un crecimiento de 1,5% en 2024. Se mantiene, asegura esta entidad financiera, el pronóstico de dos velocidades en la expansión durante el año, yendo de menos a más la actividad. Durante el primer semestre, el consumo privado tendrá una recuperación tímida en el componente de los bienes que será limitada por la desaceleración que mantendrá el gasto en servicios. Además, la inversión empresarial todavía será baja, limitada por la baja demanda interna y las todavía elevadas tasas de interés. El único componente que se mantendrá dinámico será el de las obras civiles.
“En la segunda mitad del año, el gasto en servicios se estabilizará y el consumo en bienes mostrará una mayor tracción. Esto impulsará la toma de decisiones de inversión, que también se acompañarán de la recuperación industrial. Se le unirá, adicionalmente, el repunte gradual que tendrá el sector de edificaciones, por bajos inventarios en el rubro no residencial y mejores ventas al inicio de este año en el caso de la vivienda”, agregó BBVA.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, plantea una estrategia de reactivación económica en tres pilares: flexibilizar la regla fiscal, inversiones forzosas y beneficios tributarios. Sin embargo, las iniciativas tienen reparos: por una parte, deben pasar por el Congreso, por lo que su implementación tardaría, por otra, son consideradas inconvenientes por distintos analistas y no garantizarían que la economía tome un nuevo aire. Por ahora, hay que buscar victorias tempranas que dinamicen la economía.