Economía
¿Cuáles son los grandes cambios que trae la reforma pensional?
La transformación al régimen de las pensiones en el país, es tal vez el proyecto del Gobierno que, a pesar de las diferencias, ha generado mayores consensos. Estos son, hasta ahora, los principales ajustes que tendría, de ser aprobada.
La llegada del Gobierno de Gustavo Petro al poder puso sobre la mesa reformas en sectores estructurales para discutirlos en el Congreso, como la salud, el campo laboral y el frente pensional.
Los dos primeros han tenido un trámite abrupto, complejo y muy difícil. En el campo de la salud, el debate está encendido y con un sector golpeado: grandes EPS –como Sanitas y la Nueva EPS- intervenidas y otra –Compensar- en trámite de liquidación.
En el frente laboral, la reforma propuesta por el Gobierno tiene muchísimas críticas del sector privado y de distintos analistas, porque se enfoca en proteger a quienes hoy tienen empleo, encarecer la contratación y fortalecer el régimen sindical, pero no hace muchos esfuerzos en materia de creación de empleo y acabar con la informalidad.
Sin embargo, en el frente pensional, aunque las críticas permanecen, el debate y las propuestas avanzan, tanto que la iniciativa sigue su camino en el Senado para su aprobación y pasar a la Cámara de Representantes. Y es, tal vez, la que mayor consenso tiene.
Tendencias
Más allá de las posiciones políticas y de los respaldos en el ajedrez de apoyos que ha logrado el Gobierno, ya hay cambios importantes en el articulado que está avanzando y que provocarían un revolcón al sistema. ¿Cuáles son, hasta ahora, las más importantes transformaciones?
El umbral y los cotizantes
Con la reforma, a diferencia de la actual, todas las personas están obligadas a cotizar en Colpensiones. El umbral, que inicialmente era de 3 salarios mínimos, para quienes pasarían a Colpensiones, quedó en 2,3 salarios mínimos. Esto significa que si la persona gana entre 1 y 2,3 salarios mínimos queda en Colpensiones. Quienes reciben salarios por encima de ello deberán acudir a los fondos privados.
La reforma elimina la competencia entre dos regímenes, el público –con Colpensiones- y el privado –con los fondos privados de pensiones-, que a juicio del gobierno ha generado desequilibrio en el sistema, pues concede mesadas pensionales muy diferentes para personas con las mismas condiciones de cotización y de edad.
Esto haría que de los 18 millones de afiliados que tienen hoy por hoy los fondos privados, cerca de 16 millones de personas pasarían a Colpensiones y los 2 millones restantes tendrían que cotizar una parte en Colpensiones y la otra con el fondo que decidan.
Sin embargo, al momento de llegar a la pensión el régimen público sería el pagador de la mesada.
Los subsidios a las pensiones
La reforma daría fin a un modelo inequitativo para otorgar subsidios. En la actualidad, en Colpensiones, quienes se pensionan con salarios altos reciben un subsidio para completar su mesada, mientras que, en el régimen privado, es el peso de los ahorros. El proyecto limita el subsidio para todos los que cotizan sobre más de 2,3 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV).
El fondo
De acuerdo con el proyecto, las cotizaciones de todos los trabajadores hasta 2,3 salarios mínimos van a un fondo de ahorro. Este ha sido uno de los puntos de mayor controversia, en el sentido de asegurar quién va a manejar los billonarios montos.
En principio se pensó en Colpensiones, pero el mismo Gobierno planteó la posibilidad de que fuera el Fondo Nacional del Ahorro. Ahora, la propuesta es que lo administre el Banco de la República. Allí habría una discusión jurídica sobre si eso está dentro de las funciones del Emisor.
Algunas fuentes aseguran que el Banco tiene funciones de agente fiscal del Gobierno y, de hecho, ha administrado fondos de recursos públicos, como el Frech (Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria) o el Faep (Fondo de Ahorro de Estabilización Petrolera, que se liquidó en febrero de 2021).
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, el proyecto de ley protege el ahorro pensional ya existente y construye nuevo ahorro. Con la iniciativa se para el traslado de personas de fondos privados hacia Colpensiones, frenando la caída del ahorro que hoy existe en el Fondo de Ahorro Individual.
La totalidad del mismo seguirá administrada por los fondos privados. Se construye un nuevo ahorro colectivo público (Fondo de Ahorro del Pilar Contributivo), que, de acuerdo con el Ministerio, será la garantía de la pensión de los que hoy son jóvenes.
La edad, las semanas y los aportes
En cualquier reforma pensional, uno de los temas más sensibles es la edad de pensión. Esta iniciativa no toca esa edad que para las mujeres es de 57 años y para los hombres de 62. Sin embargo, es un debate abierto en la medida en que la expectativa de vida aumenta y la natalidad está cayendo.
De otro lado, en materia de semanas cotizadas hay ajustes. Quienes están hoy en el régimen privado, deben completar 1.150 semanas para alcanzar su pensión. Sin embargo, al pasarse a Colpensiones deberá llegar a 1.300 semanas, unos tres años más.
Para las mujeres se reduce a 1.000 semanas, atendiendo los fallos de la Corte Constitucional.
A su vez, los aportes para la pensión, de quienes quedan en Colpensiones, seguirán en 16 por ciento. Pero para la cuenta de ahorro individual en los fondos privados pasa de 11,5 a 13,2 por ciento.
Los aportes al fondo de solidaridad no cambian para quienes están en el margen de los 2,3 salarios mínimos, pero sí lo hacen para los que tengan ingresos por encima de esa cifra. Para quienes tengan un ingreso base de cotización igual o superior a 4 salarios mínimos y menor a 7 tendrán un aporte adicional de 1,5 por ciento de su Ingreso Base de Cotización. Para los de entre 7 y 11 salarios mínimos, el aporte adicional será de 1,8 por ciento, los de entre 11 y 19 de 2,5 por ciento, los de entre 19 y 20, de 2,8 %, y los de más de 20 salarios mínimos, de 3,0 por ciento.
A quiénes cubre la reforma
Así como el tema de la edad es uno de los más polémicos en la discusión de una reforma pensional, hay otro que genera mucha tensión: el régimen de transición, es decir, a quiénes cubre la nueva reforma y quiénes quedan bajo el modelo anterior.
Por ahora, la reforma establece que a quienes les sigue aplicando el actual régimen es, en el caso de las mujeres, a quienes tengan cotizadas 750 semanas, y para los hombres 900 semanas.
En este punto, surgen algunas excepciones: si una persona está en el régimen de transición y le quedan ya menos de 10 años para pensionarse, pero no se cambió en su momento de régimen, es decir, pasar de Colpensiones a fondos privados o viceversa, tendrían una última oportunidad para hacerlo con la reforma: prevé 2 años para trasladarse.
Reforma con visión de género
Capítulo aparte tienen las mujeres en la reforma, y así lo explica Gloria Ramírez, ministra de Trabajo: “La reforma incorpora un enfoque diferencial por género en compensación de la brecha histórica pensional que deriva del patrón cultural machista.
La reducción para mujeres a 1.000 semanas recoge el criterio de la jurisprudencia contenido en las sentencias C-197 de 2023 y C-054 de 2024. Igualmente, en la reforma se plantea la reducción en 50 semanas por hijo, hasta tres hijos, como medida de reconocimiento de la carga de cuidado histórico.
Las medidas propuestas no tienen afectación en la brecha laboral por género, cuya ruta de corrección se implementará en la reforma laboral a través de medidas específicas (incorporación de criterios para la equidad salarial, aumento de licencia de paternidad, equidad en la representación de las organizaciones sindicales, entre otras)”.
¿Y los que no alcanzaron a cotizar para su pensión?
Según el Ministerio de Trabajo, el proyecto incrementa la cobertura en protección real a la vejez, a través de tres mecanismos: renta solidaria, renta vitalicia y pensión.
En el pilar solidario estarán hombres (de 65 años) y mujeres (de 60 años) en condición de pobreza. A ellos se les daría una renta por encima de la línea de pobreza, de 223.000 pesos, que se ajusta cada año por inflación, recursos que saldrían del Presupuesto General de la Nación.