POBREZA

¿Cuántos pobres le dejará la pandemia a Colombia y cómo atenderlos?

Cecilia López, exministra y exdirectora de Planeación, asegura que es necesario un plan de choque de emergencia para reactivar el empleo y aumentar los subsidios. Dice que las protestas sociales seguirán hasta que no se atienda a la población más pobre.

25 de octubre de 2020
Cecilia López, exministra y exdirectora de Planeación.

Si hay una bomba de tiempo en Colombia que sigue aumentando su potencia y no da espera para desactivar es aquella relacionada con la pobreza.

Este indicador, que es un reflejo de las condiciones sociales con las que viven los ciudadanos, aumentó el año pasado cuando el coronavirus apenas se veía en las primeras planas de los diarios asiáticos y europeos, pero en América Latina estaba lejos de ser la noticia del día a día.

Según datos del DANE, entre 2018 y 2019 la pobreza monetaria pasó de 34,7 a 35,7 por ciento de la población, es decir, uno de cada tres ciudadanos. En plata blanca, esto significa que más de 660.000 personas pasaron a esta condición, que los obliga a vivir con menos de 327.000 pesos al mes.

Si eso se multiplica por cuatro, que es el promedio de personas en una familia colombiana, se tiene que un hogar deja de ser pobre monetariamente si recibe más de 1,3 millones de pesos al mes. La cifra es un promedio nacional, ya que hay ciudades donde el costo de vida es mayor o menor, con lo cual la incidencia de la pobreza varía según donde se habite.

La situación se vuelve aún más crítica si se analiza la pobreza extrema o indigencia, que hoy tiene a 4,6 millones sobreviviendo con apenas 4.500 por día. De igual forma, la situación es compleja si se mira hacia el campo colombiano. En las zonas rurales y centros poblados, el 47 por ciento de los habitantes vive en la pobreza.

En diálogo con SEMANA Noticias, la exministra y exdirectora de Planeación Nacional, Cecilia López, dijo que estos resultados demuestra que el modelo económico implementando en Colombia fracasó y requiere una cirugía de fondo.

Eso sí, antes de pensar en reformas estructurales, es determinante hacerle frente a la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus, que podría elevar la pobreza monetaria a casi el 50 por ciento de la población.

Así lo detallan cálculos de Fedesarrollo, que indican que una de cada dos personas podría quedar en esta condición, teniendo en cuenta el duro aumento del desempleo y el desplome en los ingresos de los hogares. Pero también teniendo presente que las cifras de pobreza estaban subestimadas desde hace varios años.

“Unas cuatro millones de personas no estaban siendo contabilizadas como pobres, pero sí lo eran. Por eso, durante 10 años se tomaron decisiones sobre recursos e inversiones basadas en información errónea y, como consecuencia, ni se adoptaron las políticas necesarias, ni se destinaron los recursos que necesitaba la población en condición de pobreza”, explicó Jairo Núñez, investigador del centro de estudios.

¿Cómo se explica, entonces, que la economía creciera el año pasado 3,4 por ciento, pero aumentara la pobreza? Según el DANE, esto responde al deterioro del mercado laboral, que viene afectado al país desde hace cinco años. No obstante, analistas señalan que el problema tiene un mayor calado.

“Si la economía crece y aumentan los pobres, es porque algunos pocos se quedan con los beneficios del crecimiento”, dijo López. En su concepto, los más ricos en Colombia se llevaron ese crecimiento económico, en detrimento de los ingresos de los más pobres, que vieron caer sus ingresos el año pasado.

En su concepto, esta situación amerita que el Gobierno y su equipo económico diseñen una política de reactivación que permita recuperar la economía, pero también hacerle frente a la crisis de la pobreza.

“La única demanda real que puede haber es la de los pobres. Ni el Gobierno ni los gremios han querido entender que hay un problema de demanda. Para eso hay que darles empleo a los pobres o aumentar las transferencias, o las dos cosas”, explica.

A largo plazo, agrega, habrá que replantear la política social del país, de tal modo que haya mejoras en la salud, la educación y el empleo. Si esto no se concreta, concluye, las protestas se seguirán presentando en las principales ciudades de Colombia.