CUENTAS EXTERNAS
Crece la inversión extranjera, pero el déficit externo se dispara
Las remesas de colombianos desde el exterior crecieron y se disparó la inversión extranjera. Sin embargo, el balance externo muestra signos preocupantes.
El Banco de la República acaba de informar que el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos de Colombia alcanzó 4,6% del PIB durante el primer trimestre de 2019.
Según el Emisor, en este período “la cuenta corriente de la balanza de pagos del país registró un déficit de US$3.614 millones, superior en US$808 millones al de un año atrás. (...) Como proporción del PIB trimestral, se estima que el déficit fue de 4,6%, mayor en 1,17 puntos porcentuales (pp.) en comparación con el mismo periodo del año anterior”.
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Son dos las causas, de acuerdo con el Emisor: primero, “el aumento en dólares del déficit corriente y -segundo- el efecto de la depreciación del peso frente al dólar en la medición del PIB nominal en dólares (0,4 puntos porcentuales -pp-.), el cual fue compensado parcialmente por el crecimiento del PIB nominal (0,2 pp.)”.
Lo más preocupante es el balance comercial. Aunque las exportaciones aumentaron, esto no sirvió para lograr un mejor resultado en este frente.
“El comercio exterior de bienes durante el primer trimestre de 2019 registró un balance deficitario de US$1.976 millones, superior al del mismo periodo de 2018 cuando fue de US$908 millones. Los ingresos por exportaciones de mercancías en el periodo de análisis totalizaron US$10.272 millones, con un aumento anual de 0,4% (US$39 millones). El crecimiento exportador se originó principalmente en las mayores ventas externas de petróleo y sus derivados (US$181 millones), de oro no monetario (US$78 millones), banano, café y flores (US$39 millones) y ferroníquel (US$20 millones). En contraste registraron reducciones las ventas al exterior de carbón (US$377 millones) y de productos industriales (US$53 millones)”, explica el informe revelado hoy martes por el Banco de la República.
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En contraste, las importaciones crecieron 9,9% en el primer trimestre. “El valor importado de mercancías entre enero y marzo de 2019 sumó US$12.248 millones (...). Este aumento fue generalizado y se explica por el crecimiento de las importaciones de insumos y de bienes de capital para la industria (US$416 millones, 7,2%), las de bienes de consumo (US$290 millones, 11,8%), las compras externas de combustibles y lubricantes (US$286 millones, 41,4%) y las de equipo de transporte (US$142 millones, 16,8%). En cuanto a los términos de intercambio del país, durante el primer trimestre de 2019 aumentaron 0,2% con respecto al mismo periodo de 2018. Esta leve mejoría se sustenta en la reducción de los precios de las importaciones (3,9%), que superó la disminución de los precios de exportación (3,7%)”.
Uno de los factores positivos fue el comportamiento de las remesas de los trabajadores colombianos en el exterior que llegaron a US$1.520 millones, con un crecimiento de 9,5%.
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“Estos ingresos -explica el informe- son equivalentes a 2,0% del PIB trimestral y al 9% de los ingresos corrientes de la balanza de pagos. Los principales incrementos de ingresos de remesas se observaron en las enviadas desde Estados Unidos y España, países que contribuyeron con 66% y 13% del crecimiento total observado, respectivamente. También aumentaron las remesas provenientes de Canadá, Australia y América Latina, exceptuando Argentina y Brasil que redujeron el envío de remesas”.
De otra parte, la inversión extranjera directa (IED) mostró un comportamiento positivo en el primer trimestre, pues llegó a US$ 3.335 millones y con un incremento de 68,4% frente al primer trimestre de 2018.
“La distribución por actividad económica de la IED recibida en este periodo fue la siguiente: minería y petróleo (43,9%), industria manufacturera (15,4%), servicios financieros y empresariales (10,1%), comercio y hoteles (7,1%), electricidad (7,0%), transporte y comunicaciones (5,0%), y el resto de sectores (11,5%)”, reveló el Emisor.
El déficit en cuenta corriente se ha vuelto una preocupación para las autoridades. Que este indicador crezca indica que el país continúa endeudándose con el mundo, pues vende menos de los que le compra a otros países.
El tema es sensible porque se considera que déficit estructurales por encima de 4,5% pueden convertirse en fuente importante de choques externos que derivan en duras recesiones para las economías. Así lo han constatado recientemente en economías como la de Brasil, que ante el choque externo por la caída en los precios del crudo, tuvo que enfrentar durante dos años consecutivos una recesión cercana a 3,5% puntos del PIB, mientras que no logró crecimientos más allá de 1,1% hasta 2018.
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Cuando un país sufre un choque de financiamiento, no cuenta con las divisas necesarias para suplir sus compras externas, lo que deriva en la reducción drástica de las importaciones y por esa vía la actividad económica sufre un choque.
El propio Banco de la República ha venido analizando el tema y advirtiendo la necesidad de que Colombia diversifique su canasta exportadora, para tener menos vulnerabilidad en este indicador.
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Obviamente, este es apenas el resultado del primer trimestre y es necesario esperar a los resultados de cuenta corriente que se consoliden a lo largo de 2019. Pero se trata de un campanazo de alerta que debe poner vigilantes a las autoridades.