IMPUESTOS
De las casas gratis de Santos a la devolución del IVA: ¿algo que ver?
El debate sobre la posibilidad de extender el impuesto al valor agregado (IVA) a más productos de la canasta familiar para posteriormente hacer la devolución del impuesto a las clases menos favorecidas ha generado un enorme debate.
La principal razón de los detractores es que nadie puede garantizar que la devolución se hará de manera efectiva a las personas que realmente son pobres, lo que generaría una mayor inequidad, pues las clases menos favorecidas quedarían con el pecado y sin el género: pagando más IVA, pero sin la posibilidad de recibir una compensación por ese hecho.
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Todo indica que realmente el país ha avanzado mucho en la tarea de identificar las personas pobres de su territorio y, con eso, la posibilidad de focalizar recursos está hoy al alcance de la mano; existen varios casos que demuestran los avances en este frente.
En primera instancia cabe destacar los programas sociales como Familias en Acción y Jóvenes en Acción que irrigan sus recursos gracias a que tienen plenamente identificados a los beneficiarios.
Actualmente unos 2,5 millones de familias reciben estos beneficios que, según la rendición de cuentas del Departamento para la Prosperidad Social (DPS) $1,8 billones al cierre de 2017.
El otro caso es el de Jóvenes en Acción, programa que ofrece incentivos para acceso a la educación superior técnica. En 2017, 154.000 jóvenes recibieron este beneficio, que llegó a un valor de $185.000 millones.
Así que el país ya ha venido avanzando en una estrategia de focalización del gasto público que ha resultado exitosa.
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De hecho, esas bases de datos sirvieron para que durante un paro armado en la zona del Catatumbo, donde el acceso a la zona se volvió un problema para los habitantes de esa región, el DPS ideó una estrategia para cumplir con las ayudas a las familias de los programas por medio de pagos virtuales y a través del celular y monederos electrónicos.
¿Y las viviendas gratis?
Otro caso destacado es el de las casas gratis que se otorgaron durante el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
En total se adjudicaron 200.000 viviendas. Cuando el programa, que fue impulsado por el entonces vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, uno de los debates centrales fue cómo adjudicar estas viviendas, para garantizar que llegaran a las personas que de verdad las necesitaban.
El tema generó mucha tensión al interior del Congreso, pues varias fuerzas políticas querían echarle mano al proceso de adjudicación, pues eso generaría muchos réditos políticos.
Sin embargo, se corría el riesgo de que el proceso se politizara y se cometiera el error de adjudicar casas a quienes no las necesitaban y con criterio estrictamente electoral.
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En ese momento apareció en escena el DPS con la propuesta de que le dejaran hacer la adjudicación de casas gratis, pues su base de datos incluía una completa información sobre las características de las familias de menores ingresos de Colombia y el sorteo podría hacerse de manera más justa.
El debate fue fuerte y causó tensión entre los políticos y el director del DPS de ese momento, Bruce Mac Master. Sin embargo, la sindéresis se impuso y el proceso de adjudicación terminó siendo un éxito: al margen de las presiones políticas y las casas terminaron en manos de quienes las necesitaban.
El país está enfrentando un enorme desafío: avanzar en una reforma a su estatuto tributario que lo vuelva más equitativo.
Una propuesta de devolución del IVA tiene fundamento en este tipo de experiencias que ya han mostrado ser un éxito.
Sin lugar a dudas, la información que se incluye en las bases de datos que administra el Gobierno puede ser perfeccionada, pero Colombia no está arrancando de ceros en este frente.
Devolver el IVA es posible; la experiencia de las casas gratis muestra un camino recorrido. Si el debate no se aborda, se mantendrá una situación completamente injusta en materia tributaria: que hoy los principales beneficiados con las exenciones en IVA son los más ricos del país. El debate está abierto.