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El gerente del Emisor, Leonardo Villar, habló sobre las expectativas económicas del país. | Foto: Guillermo Torres /Semana

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Dura advertencia del gerente del Banco de la República: 2024 será el cuarto año consecutivo que no se cumple con la meta de inflación

El gerente del Emisor, Leonardo Villar, habló sobre las expectativas económicas del país.

Redacción Economía
23 de agosto de 2024

El mercado colombiano estaba atento a la publicación del dato de inflación de este jueves, 8 de agosto, y la noticia resultó favorable: las familias en Colombia están experimentando un alivio en el costo de vida.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio, según el informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), se situó en 6,86 %, lo que muestra una desaceleración en comparación con el 11,78 % registrado en 2023.

En junio, la cifra fue de 7,18 %, según el Dane. De manera particular, en julio de este año, la inflación fue del 0,20 %, en comparación con el 0,50 % del mismo mes en 2023. Además, en lo que va del año, es decir, de enero a julio, el índice se ubicó en 4,32 %, frente al 6,68 % registrado en el mismo período del año anterior.

En ese sentido, el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, destacó en el Simposio del mercado de capitales que la Junta Directiva del Emisor mantuvo la tasa de interés de política estable entre abril y diciembre de 2023, cuando empezó un proceso cauteloso de reducción, con ajustes a la baja de 25 pbs en las sesiones de diciembre y enero, que se aceleraron a 50 pbs en cada una de las sesiones de decisión de política subsiguientes, que tuvieron lugar en marzo, abril, junio y julio.

De esta manera, la tasa de política se ha reducido en 250 pbs y se encuentra en 10.75 % en la actualidad.

Inflación en Colombia
Inflación en Colombia. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Por lo que destacó: “Algunos analistas y personalidades importantes de la discusión pública han abogado por una reducción más acelerada de las tasas”, por lo que destacó varios puntos, entre ellos: “reconocer que la tasa de interés actual es ciertamente alta y refleja una postura contractiva de la política monetaria, la cual es necesaria para que la inflación siga bajando hacia la meta establecida”, detalló.

Como segundo punto, señaló que en “la Junta Directiva del Banco de la República hay consenso sobre los beneficios que tendría contar con unas tasas de interés más bajas en la economía colombiana vis-a-vis las que hoy estamos observando”.

“El tercer punto, que a primera vista puede parecer contrario al anterior, tiene que ver con los beneficios de la cautela y la conveniencia de avanzar con paso firme para evitar que un intento por correr demasiado en la reducción de tasas pueda frenar la senda de caída en la inflación y conduzca por esa vía a reducir las posibilidades de seguir bajando las tasas de interés o eventualmente a requerir de nuevos aumentos. De hecho, la única forma de tener tasas de interés bajas de una manera sostenible es que la tasa de inflación sea baja y estable, lo cual se traduce para efectos prácticos en que esa tasa converja a la meta de 3 % con la que se ha comprometido la Junta”, puntualizó el funcionario.

Pero el que le preocupa y resaltó como el importante fue el relacionado con “las expectativas de inflación que tenemos en Colombia”: “Los efectos de la política monetaria contractiva en Colombia ciertamente se están materializando y se espera que la inflación continúe reduciéndose. Sin embargo, las expectativas del mercado y el equipo técnico del BanRep coinciden en pronosticar una inflación de alrededor del 5.5% a final del año, aún por encima de nuestra meta del 3 %. Esto implica que 2024 será el cuarto año consecutivo en el que no cumplimos con la meta de inflación”, dijo.

Si bien los precios de los alimentos han tenido fuertes correcciones, las variaciones en las cosechas afectaron comestibles como el tomate y la mora, hoy con la mayor inflación de la canasta familiar. Los impuestos saludables también encarecieron varios productos.
Si bien los precios de los alimentos han tenido fuertes correcciones, las variaciones en las cosechas afectaron comestibles como el tomate y la mora, hoy con la mayor inflación de la canasta familiar. Los impuestos saludables también encarecieron varios productos. | Foto: CLARA MORENO CHALA

Así mismo, fue enfático en que para 2025, la mayor parte de los analistas del mercado y las proyecciones implícitas en las diferencias entre las tasas de los TES a tasa fija y aquellos indexados a la UVR, una vez ajustadas por primas de liquidez y de volatilidad, coinciden en pronosticar que la inflación seguirá convergiendo hacia la meta de 3 % y se ubicará dentro del rango de +/- 1 punto porcentual alrededor de esa meta.

Sin embargo, esas expectativas coinciden en que la inflación sería algo superior a esa meta y en que será difícil estar allí hacia mediados de 2025, que fue el momento en que la Junta del Banco anunció desde noviembre del año pasado que esperábamos estar dentro de dicho rango.

“Mi quinto y último punto es que, desafortunadamente, la economía colombiana se destaca por ser una de las que mantiene la inflación más alta entre las economías que siguen una estrategia de política de inflación objetivo”, concluyó.