ECONOMÍA
Economía mundial pasa un periodo de turbulencia con ómicron, la inflación y la escasez
A pesar de ir por la senda de la recuperación, la variante ómicron y la inflación en varios países pintan un panorama difícil para 2022.
Desde la declaración de la pandemia por covid-19 a inicios de 2020, la economía mundial se ha visto seriamente afectada y ese año representó un periodo difícil que ha podido ver su recuperación este 2021.
Una recuperación a varias velocidades
De China a Estados Unidos, de Europa a África, la pandemia paralizó las economías del mundo casi simultáneamente en la primavera de 2020. Dos años y 5,3 millones de muertes después, la recuperación es más dispersa.
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Pero la variante ómicron y las restricciones sanitarias que ha provocado tendrán un impacto en sectores, como el transporte aéreo, el gastronómico y el turismo.
Por su parte, los países pobres no tienen suficientes vacunas. En África subsahariana, condenada según el FMI a una reactivación más lenta, menos del 4% de la población está vacunada en países como Camerún, Etiopía o Uganda, afirma la universidad Johns Hopkins.
Incluso en China, la locomotora del crecimiento mundial, la recuperación se está ralentizando a medida que se acumulan los riesgos, advirtió recientemente el FMI.
Inflación y escasez
“La mayor sorpresa de 2021 fue el aumento de la inflación”, escriben los analistas de Goldman Sachs en sus previsiones para 2022.
Se vio impulsada por la desorganización de las cadenas de suministro y la escasez de productos esenciales para el comercio internacional, como los semiconductores, consecuencia a la explosión de la demanda durante y después de la crisis.
La inflación también se explica por el aumento del precio de las materias primas (madera, cobre, acero) y de la energía (gasolina, gas, electricidad).
Considerada durante mucho tiempo como “temporal” por los principales bancos centrales, el alza de los precios fue finalmente reconocida menos pasajera por el Tesoro estadounidense, que va a acelerar sus alzas de tasas de interés el año próximo, aún a riesgo de frenar el crecimiento.
Por el momento, el FMI sigue esperando un crecimiento mundial del 4,9% para el próximo año.
La cuestión climática
El equilibrio entre el crecimiento económico y la cuestión climática es cada vez más difícil de alcanzar, como mostraron las conclusiones de la COP26.
El acuerdo alcanzado en la conferencia pide a los Estados que aumenten sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a partir de 2022, pero no pone al mundo rumbo al objetivo de limitar el calentamiento a “muy por debajo” de 2 °C, como se estableció en el acuerdo de París de 2015.
“Pensar a corto plazo es un fenómeno común, especialmente entre los políticos”, lamenta Roel Beetsma, que aboga por un impuesto sobre el carbono que sea uniforme en todas las industrias y suficientemente disuasorio, lo que está lejos de ser el caso hoy en día.
El trigo ha subido casi un 40% en un año, los productos lácteos un 15% y los aceites vegetales están batiendo récords.
Con información de AFP.