PETRÓLEO
Ecopetrol: la sonrisa de Echeverry
El nuevo presidente de Ecopetrol llega a una compañía que enfrenta grandes desafíos de corto y largo plazo.
El exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry ganó el pulso final por la presidencia de Ecopetrol.
El proceso de selección para tan alto cargo no fue fácil. No solo había que buscar un buen candidato para reemplazar a Javier Gutiérrez, un hombre que transformó a Ecopetrol y que con sus resultados dejó una vara muy alta, sino escoger un gran líder para hacerle frente al difícil momento por el que atraviesa la industria petrolera en todo el mundo.
La firma internacional Egon Zehnder –contratada para la selección del nuevo presidente–, después de depurar varias veces una larga lista de opcionados, escogió dos nombres que le presentó a la junta directiva de la petrolera: Felipe Posada, un abogado fogueado en la industria energética, y Juan Carlos Echeverry, un economista experimentado en administración pública.
Durante varias sesiones, una semana atrás, la junta analizó la hoja de vida de los dos aspirantes. Hizo reuniones con la firma cazatalentos en busca de un consenso en torno a uno de ellos, pero no lo logró.
Finalmente, el jueves la junta procedió a decidir. En una primera oportunidad, Echeverry contó con el voto favorable de seis de los nueve integrantes. Pero en la segunda ronda, todos acogieron su nombre para hacer la designación por consenso. Pasadas las seis de la tarde se oficializó el nombramiento.
Juan Carlos Echeverry es un reconocido economista de la Universidad de los Andes y Ph.D. en Economía de la Universidad de Nueva York. Fue decano de Economía en Los Andes y jefe del Planeación Nacional durante el gobierno de Andrés Pastrana. Después de ser ministro de Hacienda, en los dos primeros años de la administración Santos, ocupó el cargo de director ejecutivo por Colombia y Ecuador del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin duda, Echeverry tiene todos los pergaminos para tomar el timón de la mayor empresa del país y una de las 40 petroleras más grandes del mundo. Pero no la tendrá nada fácil. Los retos que deberá enfrentar en el corto y largo plazo son inmensos. Estos son algunos de ellos.
En lo más inmediato, Echeverry tendrá que poner en marcha el plan de ajuste aprobado por la junta para sortear la difícil coyuntura provocada por la caída del precio del petróleo. La compañía anunció recientemente una reducción de costos del orden de 3.565 millones de dólares, lo que significa austeridad al máximo. Pero también las inversiones disminuirán en 25 por ciento. El plan de inversiones para 2015 será de 7.860 millones de dólares. Vale anotar que el monto que se destinó en 2014 fue de 10.500 millones de dólares. Ecopetrol se tiene que ajustar a un entorno de 60 dólares el barril pero, aun así, ser tan rentable como si el crudo estuviera a 100 dólares.
De acuerdo con este plan, la compañía se focalizará en darle prioridad a los proyectos que le generen flujo de caja, para garantizar la operación y también la rentabilidad de los proyectos.
Echeverry también tendrá que hacerle frente al malestar laboral que se empieza a sentir en la compañía. La reducción de las inversiones y el aplazamiento de proyectos han generado un descontento en muchas regiones petroleras, algo que ha venido capitalizando la Unión Sindical Obrera (USO).
Este sindicato de industria del sector petrolero ha comenzado a hablar de una posible huelga, algo que perjudicaría mucho a Ecopetrol en este momento. Aunque la empresa no ha reducido su planta de personal –solo la congeló– en el sector de los contratistas sí ha habido despidos, lo que ha activado la protesta de la USO. En los últimos días ha habido muchos recortes en la nómina de la cadena de suministro de las petroleras en general. La reducción en las tarifas de los contratos y la congelación de la nómina era algo impensable hace apenas seis meses. Sin embargo, cabe anotar que a la luz de varias sentencias de las altas cortes, un paro en Ecopetrol sería ilegal, pues la empresa presta un servicio público esencial (no hay otro refinador de combustible).
A Echeverry le espera otro chicharrón. En breve se sabrá qué decisión toma la petrolera frente al futuro de Campo Rubiales. Si bien es tema de junta directiva, la visión de la administración es muy importante y tendrá que meterse a fondo en el asunto.
Aunque para algunos el campo debe pasar a manos de Ecopetrol, la compañía Pacific Rubiales ha hecho propuestas para mantenerlo en operación y modificar el contrato con una fórmula que podría tener como base entregar parte de la producción incremental o nueva.
Ahora bien, más allá del corto plazo, el desafío más grande de Ecopetrol es el nuevo plan estratégico de la compañía. Juan Carlos Echeverry deberá liderar el Megaplan 2030, estrategia que está en la fase final de aprobación. Ese estudio, que contó con la asesoría técnica de la firma internacional Boston Consulting, plantea los lineamientos sobre la rentabilidad futura de la compañía. El tema principal que aborda es que Ecopetrol se medirá con indicadores de rentabilidad y no tanto de volumetría (producción) y siguiendo estándares internacionales. El plan plantea también un gran revolcón en exploración.
Otros temas que deberá atender el nuevo presidente tienen que ver con reducir activos no estratégicos como la participación en la Empresa de Energía de Bogotá (EEB). Se espera que en unos dos meses comience el proceso de venta del 6,78 por ciento que la petrolera tiene en esa empresa, algo que ya tiene autorización del consejo de ministros. En el programa de venta de bienes no petroleros está el 5,3 por ciento de las acciones de Interconexión Eléctrica S. A. (ISA) y el 43 por ciento de Invercolsa.
También tiene el reto de poner a operar la refinería de Cartagena, de la cual ya se han recibido 29 de las 31 plantas que tiene el complejo. Esto es muy importante para Ecopetrol pues le dará caja en el negocio de la refinación.
Echeverry conoce a Ecopetrol, pues fue miembro de la junta directiva como ministro de Hacienda y durante este tiempo demostró carácter para plantear sus puntos de vista. Y carácter es lo que necesitará para tomar las difíciles decisiones que debe enfrentar Ecopetrol. Frente al tema petrolero, uno de sus talones de Aquiles, estará acompañado por Camilo Marulanda, a quien la junta directiva acaba de nombrar vicepresidente ejecutivo de la compañía.
Se trata de un joven profesional que lleva 12 años en la empresa y ha pasado por las posiciones más relevantes. Actualmente es el director general de operaciones, a cargo de los negocios de exploración, producción y refinación. Se espera que Echeverry y Marulanda hagan una buena llave para que conduzcan con éxito a Ecopetrol en esta nueva etapa de su historia.