ECONOMÍA
Así les metían la mano al bolsillo a los compradores de cuadernos
El cartel de tres empresas no sólo se ponía de acuerdo en los precios que debían cobrar al público, sino en que no debían hacer descuentos ni obsequios al público.
La indignación de los consumidores colombianos con la actuación de algunas empresas nacionales y extranjeras sigue en aumento. A los abusos del cartel del papel higiénico se acaba de sumar la investigación de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) sobre los acuerdos entre los tres principales productores de cuadernos del país, que terminaron por encarecer los precios de este artículo escolar.
Según un informe motivado del Superintendente Delegado para la Protección de la Competencia, las compañías involucradas son Carvajal Educación, de la Organización Carvajal; Colombiana Kimberly Colpapel (que también están involucrada en el cartel del papel higiénico), y Scribe Colombia.
Estas últimas dos compañías quedarían exoneradas de pagar el 100 % de la sanción por ser delatoras y contribuir con pruebas para desmantelar el cartel. El negocio de los cuadernos es gigante, pues alrededor de 9,5 millones de estudiantes utilizan este producto. Sólo en el 2014 se vendieron en cuadernos escolares 252.000 millones de pesos.
De ahí que el acuerdo de precios tenga un gran impacto en el bolsillo de los consumidores, más si se tiene en cuenta que la alianza duró 13 años y que durante este período las ventas superaron los dos billones de pesos. Sin embargo, es muy difícil establecer cuánto de más pagaron los colombianos por este artículo de primera necesidad para los estudiantes.
Según el informe del delegado, el acuerdo comenzó en el 2001 y duró hasta el 2014 entre Carvajal Educación y Kimberly. Después de agosto del 2011 Kimberly vendió su línea de cuadernos a Scribe, que siguió con esta práctica.
Las empresas están investigadas no sólo por ponerse de acuerdo en los precios de venta en los segmentos de cuadernos Premium, intermedios y económicos, sino además por otras prácticas que iban en contra de la competencia y de los consumidores.
Entre ellas estaba no entregar obsequios a los compradores y no hacer descuentos. También afectaron a las comercializadoras de estos productos porque las empresas decidieron no aceptar devoluciones de unidades sueltas, reducir el número de impulsadoras, disminuir las inversiones en las cadenas de almacenes y no aprobar el uso de Sodexo Pass para la compra de cuadernos.
En el informe de más de 180 páginas del delegado hay correos y declaraciones de directivos de las compañías que ponen de manifiesto las actuaciones irregulares.
En un correo del 5 de febrero del 2002 directivos de Kimberly sostienen: “Desde hace un mes estábamos en el plan de conseguir con las directivas de Bico Internacional, empresa del Grupo Carvajal… una reunión para analizar el mercado de cuadernos y la mejor manera de optimizar el manejo de este, ya que entre las dos compañías se controla la mayor parte del mercado nacional”.
En otro correo remitido por Germán Varela (gerente global de operaciones de Carvajal) dirigido a otros ejecutivos de la compañía se confirman los resultados de los encuentros para fijar precios: “De la reunión con las personas de Kimberly de la semana pasada quedó como objetivo principal el promover el aumento de precios en Venezuela, Colombia y Ecuador”.
En un correo del 2012 remitido por Ángela Piedad Zapata (gerente comercial de Scribe) dirigido a ejecutivos de la compañía sobre los puntos acordados con Carvajal, señala lo siguiente: “Incremento de precios marcas temp (temporada) B 2012 (2 % Premium y 5 % intermedia)… venta de descontinuados con el 35 % de descuento sobre la lista de marcas. No pagaremos un valor adicional a la inversión por espacios adicionales en almacenes Éxito. No admitiremos devoluciones sueltas. No colocaremos económico ni ecoplus en las cadenas. No haremos activaciones en puntos de venta con bonos sodexo.
En otro correo del 2012 de Silvio Alberto Castro, gerente general de Scribe, a un directivo en México, le comenta cómo marchan los acuerdos con Carvajal hasta el momento y algunas diferencias que han tenido por algunos incumplimientos porque bajaron precios y no los llamaron para comentarles. “Creo que pese a escaramuzas de lado y lado, normales para este tipo de acuerdos, el tema ha funcionado, creo que sería peor no sentarnos. En lo que sí quiero pedirte que hagan énfasis es en el tema de los acuerdos que tenemos en el segmento Premium, sentimos que en ese segmento los acuerdos han sido tremendamente provechoso (sic) para ambos, listas unificadas en todos los canales y NO promociones de fin de semana en las cadenas, entre otros, han sido muy importantes, esto debemos mantenerlo a como dé lugar, con nuestro compromiso de cumplirlos al pie de la letra”.
En un correo electrónico del 2014 de Jorge Enrique Ortiz (Carvajal) a empleados de la compañía se reafirma el compromiso de no entregar obsequios y de hacer acuerdos por todo concepto: “La empresa recibió información de nuestro competidor donde dicen tener un video en el cual un impulsador nuestro está entregando premios por la compra de cuadernos. Me confirmas qué pasó porque tenemos la instrucción clara de no entregar premios si ellos no lo hacen primero”.
Con este extenso informe en su despacho, el superintendente Pablo Felipe Robledo tomará una decisión sobre la multa a aplicar, que no sería superior a 69.000 millones de pesos.
Aunque dos empresas quedarían exentas de pagar esta sanción, en caso de que se confirme la existencia del cartel, la figura de la delación es defendida a capa y espada por la SIC, que sostiene que de lo contrario sería muy difícil desmantelar estar organizaciones.
De hecho, en el mundo tres de cada cuatro carteles se descubren gracias a los delatores. En muchos países está en marcha esta figura que se denomina delación compensada, beneficios por colaboración, clemencia, entre otros nombres.
El superintendente Robledo ha formulado varios llamados para que las empresas ‘cartelizadas’ que han violado normas de libre competencia ingresen al Programa de Beneficios por Colaboración. En uno de los trinos afirma que “Programas de Beneficios por Colaboración son instrumentos diseñados para ser clementes con empresas que ayudan en nuestras investigaciones”.
En las próximas dos semanas se conocerá el informe del delegado sobre el cartel de los pañales, en el que están involucradas cinco empresas de las cuales dos son delatoras.