CUARENTENA
“El comercio y los servicios formales le importan un pepino a la alcaldesa Claudia López”: presidente de ANIF
Mauricio Santamaría, presidente del centro de estudios, criticó duramente la decisión del Distrito de cerrar tres localidades durante dos semanas.
El alcalde encargado, Luis Ernesto Gómez, anunció en la tarde de ayer que debido a la velocidad de los contagios en algunas localidades de la ciudad, volverán las cuarentenas estrictas a Usaquén, Engativá y Suba.
Con esta determinación del gobierno distrital, regresan a la mente de los bogotanos los días de aislamiento que se vivieron en el mes de marzo.
Como era de esperarse, nuevamente los comerciantes y vendedores informales de esta zona que concentra a más de 2,5 millones de habitantes vuelven a la incertidumbre, pues después pese a que en varias ocasiones el Gobierno nacional y la alcaldesa, Claudia López, indicaron que no se volverían a tomar esta clase de medidas, esta semana el panorama es completamente distinto.
Mauricio Santamaria, presidente de ANIF, quien siempre ha sido crítico de las medidas que ha venido adoptando la administración de López, indicó por medio de su cuenta de Twitter que la cuarentena estricta en estas tres localidades de la ciudad es la peor noticia para lo bogotanos, y agregó que esto deja en evidencia el fracaso de las políticas de la Alcaldía.
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“La misma Alcaldía promovió eventos de Navidad que implicaron aglomeraciones muy grandes. No controló a los hinchas en la final del fútbol con el argumento inverosímil de que en un centro comercial hay más gente que en las celebraciones, más una infinidad de ejemplos así”, recordó el presidente de ANIF.
También agregó que son muy pocas las ciudades que impusieron cuarentenas estrictas de cara a la segunda ola, pues en su concepto la mayoría de los alcaldes fueron conscientes de que estas medidas son excesivamente costosas sin efectos importantes en la contención del virus.
“Lo que se hizo en otras ciudades fue poner horarios especiales para algunas actividades y algunos toques de queda en horarios nocturnos. No cuarentenas estrictas”, indicó.
Por otro lado, señaló que con esta decisión se castiga nuevamente a los comercios formales como restaurantes y hoteles que cumplieron con los protocolos de bioseguridad, mientras que los informales no cumplieron con ninguna restricción.
“Es un hecho que el comercio y los servicios formales le importan un pepino a la alcaldesa”, dijo Santamaría.
“Los colegios de esas localidades otra vez a cerrar, y los niños, de nuevo los perjudicados que a nadie le interesan. Y volvemos a estupideces que ya parecían de un pasado lejano y que queremos olvidar: que solo se puede hacer deporte una hora, que solo una persona aquí, otra allá. Y la economía y el empleo, que se empezaban a recuperar, otra vez reciben un totazo de marca mayor”, puntualizó.
Finalmente, le pidió al Gobierno nacional que dialogue con el Distrito, a fin de que se reconsidere la medida, que comenzaría a regir este martes. No obstante, todo parece indicar que las nuevas determinaciones se mantendrán.
Por su parte, Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá, calificó la medida como funesta, recordó que esto ya se había aplicado el año pasado e indicó que generaron que Bogotá tuviera los peores resultados en materia de crecimiento del país.
Asimismo, aseguró que los comerciantes de estas zonas no tendrán para pagar los arriendos ni las nóminas de sus empleados correspondientes al mes de enero.
“No quisiéramos nuevamente vivir esta situación. Las medidas que se están tomando no obtienen los beneficios que se esperan, el comercio informal se dispara. Hay que hacer cumplir las medidas que ya se tienen; este sector es el que paga los impuestos y genera los empleos de la ciudad y del país”, concluyó el dirigente gremial.