Monedas
El euro vale lo mismo e incluso menos que el dólar, ¿eso cómo nos afecta?
Pese a que el euro ahora está más barato que el dólar, en casas de cambio en Colombia sigue costando más que el billete verde. Se teme que la debilidad de la divisa del Viejo Continente afecte a las emergentes.
Aunque desde 1999 el euro fue introducido en los mercados financieros, solo hasta 2002 comenzó su circulación en los 12 Estados de la Unión Europea que lo adoptaron inicialmente. Desde entonces, la joven divisa había tenido alzas y bajas y en varias ocasiones se ubicó por debajo del dólar. Pero hoy parecería que el tiempo no ha pasado, pues otra vez ronda los niveles de 2002.
Específicamente, el lunes 22 de agosto perdió 1,1 por ciento y quedó en 0,9928 frente al dólar. Si bien durante la semana pasada recuperó un poco de su valor, al cierre de esta edición aún estaba por debajo de la llamada paridad, es decir que un euro y un dólar valgan lo mismo. Las explicaciones para el comportamiento de la moneda europea son varias. No obstante, se destacan el fuerte impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en la región, así como el llamado diferencial de tasas de interés, que no es otra cosa que la distancia entre los rendimientos de los títulos de deuda de Estados Unidos y los del Viejo Continente.
Mientras que el banco central del primer país (conocido como la FED) ha subido sus tasas de interés a un ritmo más acelerado, con tres incrementos en lo que va de este año y ya están en 2,5 por ciento, el Banco Central Europeo va más lento, pese a que también debe combatir una elevada inflación (8,9 por ciento anual a julio). Sus tasas están en 0,5 por ciento. El resultado: los inversionistas que mueven divisas por el mundo prefieren irse al país que les paga más intereses y ahí va ganando Estados Unidos, que hoy tiene una moneda cada vez más dura.
Los expertos consideran, además, que el panorama para el euro no mejorará. Y firmas como Morgan Stanley y Nomura International pronostican que caerá a 0,97 dólares este trimestre e, incluso, buscaría después de septiembre un nivel de 0,95 o posiblemente más bajo, ya que la presión sobre los suministros de energía por la guerra aumenta el riesgo de apagones y probablemente incremente las necesidades de importación del bloque comunitario. Firmas como UBS aseguran que la eurozona ya está en una recesión, pues, si bien es de carácter “superficial”, implicará que la economía de las 19 naciones comunitarias se contraerá un 0,1 por ciento en el tercer trimestre y 0,2, en el cuarto.
¿Y cómo le pega a la región?
Por tener una mayor relación comercial con Estados Unidos que con Europa, a América Latina la paridad entre el euro y el dólar no la afectaría demasiado. No obstante, analistas como Felipe Campos, gerente de Investigaciones de la fiduciaria y comisionista Alianza, tienen otra visión. En su concepto, la fuerza del euro ha dirigido las monedas en el mundo en las dos últimas décadas (como contrapeso del dólar) y si baja demasiado las otras monedas se mueven en la misma dirección con respecto al billete verde. Como hoy se está repitiendo la historia de 2002 –cuando el euro quedó por debajo de la paridad–, la pregunta es si volverá a pasar lo mismo.
En ese entonces, la moneda comunitaria estuvo tres años por debajo de la paridad, tiempo en el que se desvalorizó 20 por ciento y el peso colombiano, 17 por ciento. “Si esta vez vuelve a caer 20 por ciento (este año ha perdido 12,31 por ciento), para nosotros implicaría visitar los famosos 5.000 pesos por dólar”, asegura Campos. Además, explica que esa subida dependerá de los factores políticos y de materias primas, pues, por ejemplo, en Brasil su moneda no se debilita este año, sino que gana 8 por ciento frente al dólar. El experto atribuye ese comportamiento a que el vecino país es amigable con la extracción del petróleo, en momentos en que sus precios siguen altos.
Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, señala que un euro barato podría tener algún efecto comercial, pues, no en balde, 14 por ciento de las importaciones colombianas (al menos hasta el año pasado) vienen de Europa, en particular de Alemania, Francia y España. Sin embargo, muchos precios de importación se definen en dólares, así esa no sea la moneda del país de origen, lo que diluye aún más el impacto. A eso se suma el hecho de que muchos importadores realizan coberturas, comprando euros a futuro a una tasa de cambio determinada, con lo cual aseguran un precio para su mercancía y no sentirían la rebaja actual de la divisa europea.
“La paridad podría favorecer el precio de vehículos o maquinaria que viene de Alemania y Francia, y al turismo, pues cada vez más colombianos viajan a Europa. Las afectadas serían las remesas, pues España es el segundo origen de estos recursos para el país y las familias receptoras recibirían menos pesos por cada euro que les envíen”, estima Velandia.
En el país no existe una tasa de cambio oficial del peso-euro. Para hacer ese cálculo, primero se mira la relación del peso con el dólar y luego se pasa a euros. Pero varias firmas financieras llevan sus propias cuentas de esta relación cambiaria. Así, el precio del euro el 26 de agosto estaba en 4.394,73 pesos, casi 2 por ciento menos de lo que valía en enero. El dólar, por su parte, se ubicó en esa misma fecha en 4.407,95 pesos. En las casas de cambio o el llamado mercado callejero, la paridad no se ve, pues allí el dólar se cotiza a 4.185 y el euro, a 4.430 pesos. Esto se explica porque hay más oferta de billetes verdes para compra y venta que de euros.
“Con esos precios, si una persona va a viajar a Europa, le sale mejor pagar con la tarjeta de crédito, pues le aplica la tasa oficial”, señala Óscar Martínez, un cambista profesional, quien agrega que la denominación que más se vende en el país es la de 50 euros, pues casi no llegan de 5, de 10 ni de 20. Los de 200 euros también son apetecidos, pero, como es más fácil moverse con el de 50 euros, estos valen entre 10 y 15 pesos más que un billete de 200 .Un panorama nada claro para una joven moneda, que hoy no luce muy vigorosa.