NEGOCIOS

El fenómeno

Netflix se está convirtiendo en el nuevo rey de las videotiendas y está acabando con Blockbuster.

31 de marzo de 2007

Desde que nació Netflix, una compañía con apenas 10 años de edad que se dedica al alquiler de películas en el mercado estadounidense, no ha hecho otra cosa que romper todos los registros. Por ejemplo, el mes pasado celebró uno más de sus impresionantes hitos: hizo el alquiler número 1.000 millones.

Lo sorprendente es que estas cifras se han logrado por medio de un esquema novedoso que en un principio fue mirado con escepticismo: el alquiler de las películas por Internet y el envío puerta a puerta.

Hasta el momento, el gran damnificado ha sido la multinacional Blockbuster, que tiene más de 9.000 tiendas en todo el mundo, pero que tuvo que reestructurar su negocio para evitar una catástrofe al registrar pérdidas superiores a los 2.000 millones de dólares entre 2004 y 2005.

Una de las decisiones más recientes se conoció la semana pasada, cuando se anunció que el director ejecutivo de Blockbuster, John F. Antioco, por fin aceptó reducir el monto de sus bonificaciones anuales a 3,1 millones de dólares y se comprometió a dejar el cargo a finales de este año. La medida, que estuvo rodeada por una enorme polémica, forma parte de un plan de ajuste que la compañía adelanta en los últimos años y que implicó un recorte de gastos y el cierre de muchas de sus videotiendas en todo el mundo.

Netflix fue fundada por Reed Hastings en 1997 y dos años después impuso un novedoso método de alquiler de DVD por la red. El usuario ordena por Internet la película que quiera de un catálogo de 70.000 títulos y la recibe a más tardar 24 horas después en la puerta de su casa. Además, puede mantenerla en su poder cuanto tiempo quiera; eso sí, no podrá alquilar otro título, hasta tanto no haya devuelto el que está en sus manos. La compañía ofrece diversidad de planes que van desde seis dólares mensuales.

Este modelo, que aparentemente resultaba demasiado engorroso por los costos y las demoras de envío, resultó ser todo un éxito y con él, Netflix empezó a minar el poderío de la multinacional de las videotiendas.

En 2002, época de oro para Blockbuster, su acción se cotizaba en la Bolsa de Nueva York a 30 dólares. A partir de 2004, el precio empezó a caer, hasta tocar fondo y hoy, luego de recuperar algo de terreno, se cotiza a 6,86 dólares. Esto es menos de una cuarta parte de lo que valía la acción hace cinco años.

En Netflix el panorama es otro. La tienda virtual ya cuenta con 6,5 millones de suscriptores en Estados Unidos y facturó el año pasado cerca de 1.000 millones de dólares. En el mercado accionario de Nueva York, Netflix ha venido subiendo y hoy se cotiza en un rango entre 25 y 30 dólares. Además, sus metas crecen año tras año, pues aspira a incorporar 5,7 millones de suscriptores adicionales en las próximas vigencias.

Blockbuster II

Pero era obvio que Blockbuster no iba a tirar la toalla fácilmente. El plan de ajuste iniciado por la firma fue apenas la primera parte de la estrategia para enfrentar el reto. La multinacional decidió pisar los terrenos de Netflix y empezó a ofrecer su catálogo de videos a través de Internet en un esquema similar al de su competencia. Esta medida acompañada por el drástico recorte de gastos, hizo que el año pasado la balanza empezara a inclinarse hacia su lado. En su negocio por Internet, Blockbuster logró utilidades cercanas a los 60 millones de dólares, y al cierre de 2006, había conseguido atender a 2,2 millones de usuarios, de los cuales, dos millones ya pagaban suscripción.

Pero como la pelea es peleando, nuevamente Hastings hizo una movida estratégica y puso nuevamente en jaque a su competidor. El as bajo la manga para este año es que les llevarán las películas a la casa de sus suscriptores, pero no ya a la puerta, sino a la pantalla del computador, por medio de un sistema de banda ancha. En cuestión de segundos, un suscriptor de Netflix podrá bajar de un portal de Internet, inicialmente, 1.000 títulos de películas clásicas que podrán ser vistas en su computador. Este acceso será completamente gratuito para todos los suscriptores. El proyecto deberá estar listo en julio y, para su desarrollo, la compañía invertirá 40 millones de dólares.

El negocio va a seguir candente este año. Como en las buenas películas, en esta pelea de videotiendas cabe esperar un capítulo más.