INDUSTRIA
El contrabando de cigarrillos se duplicó. ¿Culpa de los impuestos?
Un estudio realizado por Invamer para la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) revela que 1 de cada 4 cigarrillos que se vende en Colombia es de contrabando. ¿Se le fue la mano al país con los impuestos a estos productos?
Según los datos revelados hoy por la firma de investigación, el año pasado los departamentos, que reciben el recaudo por el impuesto a estos productos, dejaron de percibir US$141 millones por cuenta de este fenómeno.
El estudio lleva por nombre “Incidencia de los cigarrillos ilegales en Colombia”, y reúne información sobre el impacto del contrabando de cigarrillos en el país. Las conclusiones fueron presentadas durante una sesión del Comité de Seguimiento de Alto Nivel de Lucha contra el Contrabando, del cual participan el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la DIAN, la UIAF y la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa).
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“La mayor participación del mercado de cigarrillos ilegales por departamento se da en La Guajira (86%), Cesar (80%), Magdalena (74%), Sucre (67%) y Córdoba 62%), Bolívar (58%), Norte de Santander (55%) y Atlántico (32%). Llama también la atención el incremento de 10 y 5 puntos porcentuales de contrabando en Santander y Bogotá respectivamente, frente a la medición de 2017”, señala el análisis.
El principal problema es que el fenómeno es impulsado por el consumo de este tipo de productos en las zonas rurales y en los estratos 1 y 2. Las autoridades han advertido que el consumo de este tipo de marcas ilegales puede acarrear más problemas de salud a los consumidores, pues las condiciones en que se transportan y comercializan los cigarrillos de contrabando no llenan los requisitos necesarios de cuidado y almacenamiento. En muchas ocasiones, el producto pierde calidad solo en el transporte, pues es necesario que haga enormes recorridos por fuera de los caminos legales.
De acuerdo con la información, 90% de los encuestados para este estudio respondió que lo que más les atrae de estos productos es el precio, “debido a que el precio promedio de compra de cajetillas legales es de $5.198, a diferencia de las ilegales que se venden en promedio en $2.740”.
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Este tema es sensible, pues los precios por fumar han aumentado drásticamente en los últimos años debido a mayores impuestos que buscan gravar a una actividad que sin lugar a dudas genera problemas de salud.
Según Carlos Guzmán, vicepresidente de Coltabaco, “nos enfrentamos a un aumento desbordado del contrabando. El comercio ilícito de cigarrillos se disparó en 2018 y alcanzó máximos históricos al ubicarse en 25% del mercado. Esta es la cifra más alta desde 2011. Entre 2016 y 2018, el contrabando prácticamente se ha duplicado”.
Esta industria enfrenta enormes desafíos, pues además de que la regulación y la carga impositiva han crecido, su mercado se ve afectado por manifestaciones como el comercio ilegal. El fenómeno ha estado asociado, sin lugar a dudas, al aumento en los impuestos a los cigarrillos, pues se crea el incentivo para comprar productos de contrabando que salen más baratos.
Las autoridades tienen que redoblar esfuerzos para combatir este flagelo y considerar si los mayores tributos son la salida para castigar el consumo de estos productos que afectan la salud. Probablemente está llegando la hora de pensar en otras opciones, como mayores campañas de educación que ayuden a cambiar los hábitos de los fumadores habituales. Todo indica que aumentar la carga impositiva está resultando un remedio peor que la enfermedad.