TRANSPORTE
El Túnel de la línea: ¡por fin!
Tras dos décadas de tropiezos, escándalos y desafíos en ingeniería y construcción, el 4 de septiembre comenzará a operar el túnel de La Línea. Radiografía de un coloso de la ingeniería colombiana.
Pasaron 11 años de trabajo interrumpido, de esfuerzo de 6.000 obreros e ingenieros y de inversiones que totalizan 2,9 billones de pesos. Por fin, el 4 de septiembre entrará en servicio una de las obras de infraestructura más importantes para la competitividad del país: el anhelado túnel de La Línea.
Ubicado en la cordillera Central, entre Calarcá (Quindío) y Cajamarca (Tolima), este paso vial se había convertido en los últimos 50 años en el gran desafío de la ingeniería del país. Todos los Gobiernos de turno soñaban mejorar con esta obra la logística para el transporte de personas y mercancías entre el centro del país y la costa del Pacífico.
El túnel principal tiene una longitud de 8,6 kilómetros, una distancia que equivale al trayecto vial entre la calle 80 y la calle 134 de Bogotá. A pesar de la demora y los mayores costos que ha tenido a lo largo de su historia, esta vez hay un motivo para celebrar. Los carros empezarán a atravesar el túnel carretero más largo de América. Estos son algunos de sus principales hitos y características.