Economía
Empresa del sector de obras para proyectos eléctricos logra acuerdo de reorganización
Redes y Proyectos de Energía S.A. Empresa Multinacional Andina confirmó su acuerdo, tras una audiencia, y reestructuró pasivos por más de $50.000 millones.
El sector de la construcción y de obras civiles arrastra un profundo decrecimiento desde el año anterior, en medio de la desaceleración económica del país. De hecho, según cifras del Dane, el sector de la infraestructura -compuesto por edificaciones, obras civiles y servicios de construcción- que en 2019 representaba el 6,3% del producto interno bruto (PIB), para 2023 redujo esa participación y registró 4,3% del PIB. La preocupación es mayor porque es uno de los sectores que genera más empleo y además impulsa a otros subsectores de la economía en su cadena de valor.
Un análisis de Corficolombiana establece que, luego de contraerse cuatro años consecutivos, el PIB del sector de obras civiles cayó 12,3% en 2023, y se ubica en un nivel 42% inferior al observado en 2019.
“Para 2024, estimamos un crecimiento de 0,5%. La baja ejecución pública del Invías y la desaceleración en el ritmo de ejecución de los proyectos 4G, por el ciclo normal de los proyectos, ha determinado en gran medida el desempeño del sector en los últimos años”, señala la firma.
Las expectativas frente al sector no son las mejores. Un reciente estudio, realizado por Control Risk y la consultora Jaime Arteaga & Asociados entre más de 250 directivos y expertos, advierte que el 64% de los entrevistados considera que el próximo año será de estancamiento o decrecimiento para la infraestructura en el país. Solo el 27% de los expertos está de acuerdo con que el Gobierno reconoce la importancia del sector de la infraestructura y fomenta su crecimiento.
Tendencias
De hecho, entre los consultados existe una gran preocupación por la falta de apoyo del Gobierno al sector de la infraestructura, lo que repercute, para la mayoría de ellos, como la principal razón para que no proyecten un crecimiento de las operaciones de sus empresas en los próximos cinco años.
Ante este complejo panorama, las empresas se están ajustando, muchas de ellas reestructurando sus deudas y logrando acuerdos con sus acreedores. La Superintendencia de Sociedades informó que en audiencia celebrada el 6 de mayo de 2024, fue confirmado el acuerdo de reorganización de la sociedad Redes y Proyectos de Energía S.A. Empresa Multinacional Andina.
Esta compañía, que fue constituida el 24 de noviembre de 1999 y durante cerca de cinco lustros ha venido operando, tiene como objeto social la proyección, planificación, dirección técnica, ejecución y construcción de toda clase de obras relacionadas con la arquitectura, la ingeniería civil eléctrica y mecánica.
Gracias a la confirmación del acuerdo de reorganización, pudo reestructurar sus pasivos por $50.864.294.154, lo que le garantiza continuar con el desarrollo de sus operaciones, así como la protección del empleo de más de 190 trabajadores.
Billy Escobar Pérez, superintendente de Sociedades, señaló: “Para la Superintendencia es de vital importancia proteger las empresas que tienen trayectoria en el mercado local e internacional, especialmente aquellas que han generado desarrollo a las regiones del país. Es de mencionar que luego de varias propuestas de acercamiento que realizó el Juez, se lograron negociaciones con la Dian, lo que permitió la celebración de este Acuerdo de Reorganización”.
Por el lado de la vivienda
En el sector de vivienda, Camacol en su reciente informe sobre el primer trimestre del año, establece que las ventas del primer trimestre de 2024 son las más bajas en un primer trimestre en los últimos 15 años. El mercado de vivienda se ha reducido en cerca de un 30% frente al promedio 2013-2019 y un 46% de cara a los niveles de 2021-2022. Las ventas de marzo 2024 sumaron cerca de 10.500 viviendas, un valor inferior al de la pandemia.
Entre enero y marzo del 2024, las ventas de vivienda registraron una contracción del -17,7% frente mismo periodo de 2023, con un total 32.017 unidades comercializadas. Este valor se suma al mal desempeño de los lanzamientos (-34 %) y las iniciaciones (-26,7 %).
En su momento, Guillermo Herrera, presidente de Camacol, destacó que la industria edificadora ha venido sorteando los principales retos macroeconómicos, entre ellos la inflación, los costos de la construcción y las altas tasas de interés.
“Los factores asociados a los costos y las tasas seguirán mejorando de manera paulatina durante el 2024, con lo cual la dinámica económica empezará a ser más favorable para la actividad. Sin embargo, la incertidumbre actual proviene de la ejecución de la política de vivienda, la ausencia de un plan de reactivación claro y una ejecución presupuestal que sigue siendo baja”, advirtió.