Empresas de vigilancia están preocupadas por el salario mínimo: ¿por qué?

Las discusiones sobre el incremento del salario mínimo ya empiezan a inquietar entre los diversos sectores económicos y, en particular, en las empresas, que no han dudado en alzar su voz frente a esta puja que cada fin de año genera expectativa nacional.

Y no es para menos, el escenario nacional actual está cargado de una serie de factores que dejan entrever que las mesas de negociación -conformada por el Gobierno nacional, empresarios y sindicatos- estará marcada por fuertes tensiones derivadas, no solo del aumento en el costo de vida, las altas de interés, el creciente endeudamiento de los hogares colombianos, la entrada en vigor de la Reforma Tributaria; sino también, por un hecho que no pasa inadvertido, la desaceleración de la economía nacional.

Todos estos ingredientes hacen suponer que una concertación frente al incremento del salario mínimo no será fácil. Y en esa tónica, las empresas comienzan a lanzar sus alertas frente al alza, enfocando su preocupación en un ajuste que sea superior a la inflación, donde las cuentas del Gobierno nacional y de los analistas es que este indicador puede cerrar el 2022 por encima del 12 %.

Miguel Ángel Díaz García, presidente de la Confederación Nacional del Gremio de la Seguridad Privada, Confevip, no dudó en afirmar que un alto incremento en el salario mínimo tendría implicaciones para la estabilidad de los empleos, lo cual sería un retroceso; más si se tiene en cuenta que el país viene de un periodo crítico a nivel laboral como consecuencia de la pandemia y en donde la reactivación económica ha contribuido a la recuperación de los puestos de trabajo perdidos.

“Este es un tema en el que tenemos toda nuestra mirada puesta, ya que para nosotros el salario mínimo representa el 85% costo directo de nuestro servicio y por eso es altamente preocupante que un aumento superior a lo previsto por la ley pueda desplazar el capital humano por sustitutos como son cámaras y alarmas entre otros”, expresó.

Así mismo, manifestó el dirigente gremial que es pertinente que el Estado tenga presente que a partir de junio del 2023 habrá un incremento adicional con la implementación de la reducción de la jornada laboral que no es inferior al 5%.

“Desde ya y antes de que se determine el incremento del 2023, pedimos que haya mucho juicio y en lo que se debata en las mesas de concertación. Pedimos tanto al Gobierno Nacional, a las centrales obreras y a los empresarios que por favor tengan presente las medidas económicas que se han venido tomando”, señaló.

Desde el sector de la seguridad privada, que emplea a más de 38.000 vigilantes de los cuales 32% son mujeres; el 25% corresponde a jóvenes y el 12% a adultos mayores por lo que el tema del salario mínimo se convierte en un aspecto sensible y de alta preocupación para las empresas.

Sobre esta puja que está por empezar, aún no hay posición clara. Sin embargo, algunos gremios económicos han sugerido un alza del 6%; la cual ha sido calificada de “miserable” por los sindicatos, que al parecer, le apostarían por un incremento por superior al 12%. Entre tanto, el Gobierno Nacional estima que el salario mínimo para el 2023 quedaría entre $1.110.000 y $1.150.000, según expresó a comienzos del mes de octubre, el viceministro técnico de Hacienda, Diego Guevara Castañeda.

Para el próximo lunes 5 de diciembre se fijó, por parte del Ministerio del Trabajo, la instalación de las Mesas de Concertación del Salario Mínimo. El viernes 9 de diciembre, se presentarán las ofertas para el incremento, y luego se surtirán de discusiones, las cuales derivarán en el ajuste que regirá en el 2023 y que se revelará mediante expedición de decreto presidencial el 30 de diciembre del presente año.