FINANZAS

¿Es hora de que los bancos centrales emitan monedas digitales?

El mundo avanza tecnológicamente y, con él, la economía. Los bancos centrales corren el riesgo de quedarse rezagados si no comienzan a pensar en emitir sus propias divisas digitales. ¿Cómo va el pulso por estos nuevos medios de pago?

22 de agosto de 2020
Emitir monedas electrónicas centralizadas tendría ventajas como disminuir el uso del efectivo y mejorar la eficiencia del sistema de pagos. | Foto: fotografía_ iStock

La economía y las finanzas en el mundo se adaptan a los desarrollos e innovaciones tecnológicas que pueden transformar la manera en la que se transan bienes y servicios.

Uno de estos avances son las criptomonedas, monedas digitales utilizadas como medio de pago o como activos de especulación en el mercado financiero. Las emiten agentes privados, es decir, son descentralizadas.

Casi a diario surge una nueva. De hecho, Facebook ya tiene una moneda digital para pagar por internet. La lanzó en julio de 2019 con el nombre Libra. La respaldan más de 100 entidades financieras como MasterCard y Visa.

Las criptomonedas han tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Según Statista, hay más de 20 millones de monederos virtuales de Bitcoin en el mundo y Yahoo Finance indica que hay alrededor de 2.957 criptomonedas disponibles.

Ante su auge y crecimiento, los expertos se preguntan si es momento de que los bancos centrales emitan sus propias monedas digitales. En efecto, las autoridades públicas corren el riesgo de quedarse atrás cuando los consumidores recurran masivamente a iniciativas del sector privado por fuera del sistema bancario tradicional.

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Además, la covid-19 demostró la importancia de pagar sin contacto físico. “El efectivo tarde o temprano será reemplazado por medios digitales, como ha sucedido en países como China. Las criptomonedas, tipo bitcoin, son la mejor alternativa porque ofrecen esa posibilidad a costos más bajos y con mayor facilidad. Los bancos centrales deben abandonar la emisión tradicional de moneda y pasar a la digital”, afirma Jhonathan Higuera, economista de la Universidad Nacional de Colombia y miembro de la Fundación Blockchain Colombia.

La Covid-19 demostró la importancia de tener medios de pago virtuales.

La Covid-19 demostró la importancia de tener medios de pago virtuales.

Los avances en el mundo

Algunos de los principales bancos centrales del mundo se unieron para evaluar el desarrollo de monedas digitales centralizadas (CBDC, por su sigla en inglés).

Integran este grupo los bancos centrales de Inglaterra, Canadá, Japón, Suiza, Suecia, el Banco Central Europeo y el Banco de Pagos Internacionales. Lo crearon con el fin de "compartir experiencias a medida que se evalúan los casos de CBDC en sus jurisdicciones de origen", según declaraciones del organismo.

Hace falta en el listado el Banco Popular de China (PBOC), que está a punto de convertirse en el primer gran banco central en emitir una versión digital de su moneda, el yuan. Tampoco está la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que hasta ahora ha permanecido distanciada del concepto de CBDC. En diciembre, el secretario del Tesoro, Steven Munchin, dijo que él y el presidente de la FED, Jerome Powell, no ven la necesidad de que Estados Unidos cree una moneda digital en un futuro cercano

De acuerdo con las nuevas patentes registradas por el PBOC, para su funcionamiento, los consumidores y las empresas descargarían una billetera digital en su teléfono móvil y cargarían el efectivo desde su cuenta bancaria.

Luego lo podrían usar para hacer y recibir pagos con quien también tenga una billetera digital.

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Ventajas de su uso

Según el subdirector gerente del Fondo Monetario internacional (FMI), Tao Zhang, emitir CBDC permite, entre otras ventajas, crear un sistema de pagos más eficiente, mayor inclusión financiera, más estabilidad, menores barreras de entrada para nuevas empresas en el sistema de pagos y una mejoría en la transmisión de política monetaria.

Además, estas ayudarían a contrarrestar el auge de las criptomonedas. “Una moneda digital emitida a nivel nacional y respaldada por un gobierno de confianza puede ayudar a limitar la adopción de monedas emitidas por el sector privado, que pueden ser difíciles de regular y podrían plantear riesgos para la estabilidad financiera y la transmisión de la política monetaria”, dijo el subdirector del FMI en el discurso de apertura del London School of Economics.

En el caso colombiano, adoptar las CBDC tendría otras ventajas significativas como la disminución del uso del efectivo, que atacaría de manera directa problemas como el lavado de activos y la evasión de impuestos.

Adicionalmente, los sistemas de pagos interconectados a nivel mundial mejorarían la eficiencia de los pagos transfronterizos, como las remesas, reduciría los costos de manera drástica y las transacciones serían más rápidas.

Sin embargo, las monedas digitales centralizadas pueden tener un impacto negativo en el sistema financiero. “Hay que estudiar el papel que tendrían los bancos comerciales en un mundo donde los usuarios pueden hacer todos los pagos y transacciones directamente desde las cuentas de los bancos centrales. Los establecimientos comerciales podrían verse afectados ante una decisión de esas”, afirmó José Eduardo Gómez, investigador y profesor asociado de la Universidad de La Sabana.

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Qué falta en Colombia

Para que funcione un proyecto de tal magnitud en el país, se requiere de educación económica, financiera y tecnológica. “La gente está muy acostumbrada a utilizar el efectivo. Incluso personas que tienen cuenta bancaria, cuando obtienen su pago, lo que hacen es ir y sacar la plata y transar en efectivo. A la cultura del colombiano le gusta tener el sello de pagado en efectivo y tiene la idea de que las transacciones virtuales puedan no ser seguras”, asegura José Gómez.

Además, habría que tener infraestructura tecnológica en todos los locales y comercios con el fin de transar con billeteras electrónicas en cada rincón del país. Una apuesta que aún no aparece en el panorama.