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Estafas con bitcóin: ¿cuáles son las modalidades y cómo detectarlas?
Las criptomonedas se convirtieron en una nueva modalidad utilizada por los delincuentes como fachada para llevar a cabo delitos económicos contra colombianos incautos. ¿Cómo operan?
Colombia es el noveno país del mundo con mayor uso de criptomonedas, de acuerdo con el índice global de adopción de criptomonedas 2020, de Chainalysis. Sin embargo, antes que aprovechar este enorme potencial para impulsar el crecimiento, algunos estafadores encontraron una nueva forma de tumbar a la gente.
Como ni el bitcóin ni las demás criptomonedas están reguladas en el país, y este es un mecanismo de transacción tan innovador como desconocido, muchos inversionistas cayeron en manos de delincuentes que lo utilizan como señuelo.
Algunas historias dan buena cuenta de cómo los delincuentes usan ilegalmente el nombre bitcóin para estafar. Uno de los casos es el de Angie Virgüez, empresaria colombiana, quien, junto con su esposo, confió su dinero al ‘asesor’ de Global Acces Futures, una firma que se presentaba como ‘prestigiosa’ empresa con ‘domicilio en Estados Unidos’. Las comillas son obligatorias, porque es un supuesto. No se puede afirmar si se trata o no de estafadores o si la empresa es legal o no. Lo cierto es que los cerca de 29.000 dólares invertidos por la pareja desaparecieron.
Y no porque se trate de una inversión en el exterior, sino porque las transacciones fueron hechas mediante bitcoines, una de las criptomonedas más negociadas, pero de difícil trazabilidad.
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Virgüez asegura que por tratarse de una inversión en Estados Unidos “nos hicieron ver que era la mejor forma para que el banco no interfiriera con papeleos. Ellos nos recomendaron hacerlo con bitcoines”.
Empezaron en 2019 con 1.000 dólares, invirtiendo en commodities (materias primas) como el maíz, para entender cómo funcionaba el negocio. “Te hacen ver que tu cuenta está engordando y que esto te pone en un estatus atractivo para las empresas y personas que venden estas acciones”, dice.
El siguiente paso fueron las acciones de Apple, negocio que les propuso el ‘asesor’ en su momento.
Según la víctima, el dinero no alcanzaba para adquirir acciones de la tecnológica, por lo que el asesor les sugirió juntarse con otros dos clientes a fin de que “unieran fuerzas” y llevaran a cabo el negocio. Pero de la transacción no volvieron a tener información. Para la transferencia de 10.000 dólares –que formaría parte de las supuestas ganancias–, el ‘asesor’ les recomendó traspasar primero 5.000 dólares para declarar impuestos en Estados Unidos, advirtiéndoles que les devolvería ese dinero. La pareja hizo la transferencia. “Cuando requerimos las ganancias, nos empiezan a poner trabas y nos damos cuenta de que podría ser una estafa”, relata.
El asesor se reunió con su esposo a los pocos días de haberlo contactado, y de ahí en adelante la comunicación fue a través de WhatsApp. Tras solicitar las ganancias y reclamarle al asesor, este dejó de responder los mensajes por la plataforma; pocos días después la cuenta ya no existía.
La pareja intentó ponerse en contacto con la compañía por teléfono y mediante los correos que figuraban en el contrato, sin obtener respuesta. Consultado el Centro Cibernético Policial, en el marco de la búsqueda de la compañía en mención, se encontró que la dirección sí era de Nueva York, pero allí no figuraba esa empresa.
Entre los hallazgos se constató que la página web de Global Acces Futures fue diseñada por un colombiano con domicilio en el suroriente de Bogotá. Este admitió que desarrolló el portal web de la “empresa de inversiones”, pero explicó que había sido contratado para hacerlo en 2017 por un hombre a través internet. Al cierre de esta edición, la página ya no funcionaba.
No hay un modus operandi único en las estafas a nombre de criptoactivos. Pero el más común es el que ofrece rentabilidades descomunales, como 150 por ciento de ganancias por cada referido para el negocio, lo que se conoce como pirámide.
Otros denunciantes invirtieron en bitcoines, recibieron ganancias durante los primeros meses y de la nada cerraron los portales cuando esperaban sus utilidades. Las ganancias iniciales son el señuelo, pues la ambición vence los miedos, dijo otra víctima contactada.
No se sabe con precisión cuántas estafas utilizan esta modalidad, porque muchos no denuncian ya sea por vergüenza o temor. Algunos, incluso, han sido amenazados de muerte.
De acuerdo con la Fiscalía, las denuncias por estafa recibidas son las usuales, “Aunque algunos delincuentes se valen de los criptoactivos para ofrecer un negocio más atractivo a los ojos de las personas”.
Las autoridades recomiendan que para asegurarse de que no se trata de una estafa hay que buscar en los navegadores el nombre del criptoactivo, verificar si existe o no, y qué comentarios de él han hecho los cibernautas. La búsqueda puede acompañarse de una palabra clave como ‘estafa’ para mejores resultados. Además, debe cerciorarse de que el sitio de navegación cuente con cifrado de seguridad.
El teniente coronel Luis Fernando Atuesta, jefe del Centro Cibernético Policial, recomienda tener contacto con esta institución, que ofrece asesoría 24/7. Colombia cuenta con el Sistema Nacional de Denuncia Virtual: ADenunciar. “Es muy importante que las personas denuncien, porque es la única forma para poner en marcha todo el aparato judicial e investigar estos delitos”, aseguró. Además, las autoridades trabajan de la mano con Europol e Interpol cuando se trata de delitos trasnacionales. Colombia forma parte del Convenio de Budapest desde 2020, que tiene intercambio de evidencias e información legal con 65 países para prevenir, detectar, investigar y enjuiciar delincuencia organizada transnacional.
Pero no hay que satanizar las criptomonedas por sí mismas. El presidente de Colombia Fintech, Erick Rincón Cárdenas, asegura que este “es el momento clave para que Colombia demuestre ser uno de los grandes referentes en el mercado y en la adopción de las criptomonedas en el mundo”.
En la Ley de Emprendimiento están contemplados los sandboxes, que ofrecerán un marco normativo moderno y oportuno para el desarrollo de la economía digital. La Superintendencia Financiera anunció ya nueve alianzas para probar operaciones de depósito y retiro de recursos a través de plataformas de criptoactivos. Este proyecto piloto “va a seguir habilitando esas reglas que permitirán dar mayor confianza a todos los consumidores”, dice Rincón.
Una de las empresas de criptoactivos seleccionada por la Superfinanciera es Buda.com, que opera en Colombia hace cinco años y tiene alianza con el Banco de Bogotá. Según Alejandro Beltrán, su CEO, es importante que los inversionistas tengan claro que no le deben dar el dinero a ningún particular para acceder al mercado de las criptomonedas. De hecho, en Buda.com no asesoran, acompañan o recomiendan comprar o vender criptomonedas, la compañía facilita una infraestructura para que las personas hagan sus operaciones. “No hay una figura confiable de asesor que esté certificado o avalado por ninguna institución en Colombia para vender o comprar criptomonedas”, asegura.
Y aunque el bitcóin ha tenido rendimientos exponenciales en los últimos días, sobrepasando la barrera de los 55.000 dólares, eso no es garantía de que seguirá subiendo. Se puede desplomar.
Por eso, el ciudadano debe tomar precauciones y evitar riesgos desmedidos. Los expertos en inversión recomiendan no exponer todos los recursos, sino los excedentes que no requiera en el corto o mediano plazo. Y mucho menos si se trata de una inversión que no entiende. Beltrán recomienda empezar invirtiendo 1 por ciento del capital: “Si lo pierde, no se va a enriquecer ni se va a empobrecer, pero tendrá la oportunidad de acceder a un mercado”. Al final, es importante que el inversionista tenga claro que de eso tan bueno no dan tanto.