PIB
Estas son las expectativas de crecimiento del PIB del tercer trimestre de 2024. La economía seguiría a paso lento
Se anticipa que el crecimiento de la economía en el tercer trimestre podría ser superior al 2 por ciento. La administración pública, el agro y el entretenimiento, los impulsores. ¿Cuáles son las preocupaciones?
El próximo 18 de noviembre, el Dane entregará los resultados del producto interno bruto (PIB) del tercer trimestre de este año. Las expectativas se mueven en un rango que va del 2 a cerca del 3 por ciento.
Casa de Bolsa estima que llegará a 2 por ciento; en el Banco de Bogotá, la proyección es de 2,2 por ciento; en Corficolombiana calculan que sea de 2,5 por ciento, mientras que en Credicorp Capital es de 2,9 por ciento.
Sin embargo, el comportamiento de los sectores no será homogéneo. “Los que seguramente van a liderar con administración pública y agricultura”, dice Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa. Además, sobresalen entretenimiento y recreación, “en la medida en que la inflación ha venido cayendo”, dice Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, y agrega que eventualmente solo se verá un par de sectores con tasas de crecimiento negativas.
En el impulso del crecimiento se destaca la reducción de las tasas de interés, aunque su proceso ha sido lento, al igual que el pacto por el crédito impulsado por el Gobierno y el sector financiero. “El menor costo financiero, junto con la caída de la inflación, está estimulando el consumo de los hogares y dinamizando sectores estratégicos como el comercio, la construcción de obras civiles y los servicios”, agrega César Pabón, director de Estudios Económicos de Corficolombiana.
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Sin embargo, hay inquietud en torno a la administración pública. Por una parte, como explica el Banco de Bogotá, ya se empieza a reflejar el ajuste del gasto público en el crecimiento. Según sus cálculos, desde agosto, las cifras de ejecución presupuestal y empleo del sector público se encaminaron en una tendencia bajista: pasaron de aportar positivamente al PIB en el primer semestre, a restarle en el segundo. Y, por otra, con la caída en el recaudo y una ley de financiamiento embolatada, es posible que “se modere el factor de crecimiento que genera el gasto público. Puede que el Gobierno gaste más, pero será a costa de deuda, lo que tiene otras implicaciones”, asegura Ballén.
Pero también hay otras preocupaciones. “Persisten riesgos que impiden una consolidación plena de esta recuperación. En primer lugar, la incertidumbre fiscal ha mantenido la prima de riesgo del país en niveles superiores a los de sus pares regionales. Además, la actividad de construcción de vivienda sigue rezagada, como lo muestran la caída en ventas y lanzamientos de viviendas nuevas en septiembre, afectada por posibles recortes en los subsidios y medidas comerciales en el sector del acero. Aunque se ha anunciado un plan de reactivación, aún no se ha concretado en una agenda clara”, dice Pabón.
Otros sectores podrían mantener comportamientos negativos, como hidrocarburos, que se refleja en los resultados de Ecopetrol y en la desconfianza en las políticas energéticas del Gobierno. Y la expectativa está en el comercio, anticipando la temporada final del año, y en la industria, que ha tenido varios trimestres negativos.
“Aunque en el segundo trimestre la inversión creció por primera vez desde el cuarto trimestre de 2022, consideramos que esta recuperación es insuficiente”, afirma Pabón. Aunque al inicio del año las estimaciones de crecimiento anual apenas bordeaban el 1 por ciento, hoy las expectativas son más altas, pero hay una inquietud. “Colombia podría crecer este año entre 2,5 y 3 por ciento, tras un moderado crecimiento en 2023. Pero la incertidumbre política no nos deja llegar allá. Por eso, las proyecciones se mantienen cerca al 2 por ciento para 2024”, concluye Velandia.