Estos son los millonarios negocios que moverá el Metro de Bogotá

El inicio de la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá le dará aire fresco este año al golpeado sector de la infraestructura en Bogotá y Colombia.

Las primeras intervenciones en terreno se concentrarán en el área del patio-taller ubicado en la localidad de Bosa y en otros cruces críticos, como la avenida Primero de Mayo y la calle 72.

Sin embargo, será en 2022 cuando los ciudadanos noten un mayor dinamismo en la ejecución de esta megaobra, considerada una de las más importantes en la historia del país.

El equipo de ingenieros y consultores chinos está terminando por estos días las negociaciones de los contratos de proveeduría para la ejecución de esta gigantesca obra.

En febrero próximo, la Empresa Metro también estrenará gerente general, funcionario del Distrito que es responsable de evaluar y aprobar el plan de obras que presentará el consorcio chino que construirá y operará el Metro.

Wu Yu, gerente general de Metro Línea 1, empresa encargada de realizar el megaproyecto, les explicó hace unos días a un grupo de proveedores y empresarios del sector de la construcción los principales requerimientos.

Uno de los negocios más importantes será el relacionado con las demoliciones de todo tipo de estructuras. La remoción de escombros podría llegar a los 658.000 metros cúbicos de material, siendo las casas compradas por el Distrito, las estaciones de TransMilenio que se renovarán y el cambio del puente de la carrera 68 con avenida Primero de Mayo, algunas de las principales intervenciones de este tipo.

Habrá también oportunidades para los comercializadores de maquinaria de excavación, pues será necesario movilizar al menos 2,5 millones de metros cúbicos de tierra.

En cuanto a los proveedores de concreto y cemento, la primera línea del Metro requerirá un millón de metros cúbicos de concreto, de los cuales unos 200.000 metros cúbicos serán de alta calidad.

Los especialistas chinos han detectado que no hay tanta disponibilidad de este tipo de concretos en Bogotá, los cuales serán utilizados en las vigas del viaducto. Las principales firmas dedicadas a este negocio están trabajando con sus laboratorios para estar ‘a la altura’ de las necesidades.

La obra requerirá, igualmente, 8.000 toneladas de torones o cables de acero y 118.000 de rieles de acero, un insumo para vigas y estructuras.

En geosintéticos, las necesidades de compra serán de 2,5 millones de metros cuadrados de este tipo de textiles. Las empresas que venden o distribuyen aisladores sísmicos (los que van entre una viga y un tablero) tendrán la oportunidad de facturar 3 mil unidades de estas.

En fachadas de edificios y estaciones el negocio ronda los 550.000 metros cuadrados.

El consorcio chino lanzó estos requerimientos para que las empresas locales se preparen o establezcan alianzas que permitan cumplir con los requerimientos y estándares de calidad. La firma de los contratos de proveeduría iniciará en marzo de 2021.

Los chinos también anunciaron que serán minuciosos con los detalles de los terminados, como el color uniforme del concreto en el viaducto y los pisos de las estaciones, que no deben cambiar de tonalidad entre un sitio y otro.

La compañía adelanta conversaciones con algunas entidades del Distrito y la Nación para entrenar al personal que estará encargado de la operación y el mantenimiento del medio de transporte.

A todo esto se suma que se encuentra buscando en la ciudad un lote para construir la infraestructura donde se fundirán las piezas prefabricadas del viaducto.

El Metro elevado de Bogotá se construirá con piezas tipo Lego que se van ensamblando en el sitio de la obra. Esta modalidad de construcción permitirá contar con miles de segmentos de viaducto o puente en bodegas de gran formato.

En la fundición de estas partes de concreto se podrá controlar la temperatura, la humedad y el terminado. También será posible verificar la calidad y resistencia de los materiales, algo crucial para un viaducto de estas características.