REFORMA TRIBUTARIA
Fecoljuegos se suma a reclamos por IVA en la reforma tributaria: negocios de plataformas de apuestas deportivas serían inviables
La formalización lograda quedaría en riesgo. Más aún, porque esta actividad ya tiene un esquema de operación de alto costo, dice el gremio.
Los impuestos no son precisamente algo que se reciba con aplausos, pese a que, en un país normal, son la fuente de financiación del desarrollo.
La reforma tributaria que tramitará el Gobierno en Colombia, la segunda en la actual administración, dejó ver que el Ministerio de Hacienda y la Dian están pensando en medidas relacionadas con el IVA.
Las plataformas de apuestas deportivas, que serían una de las llamadas a aportar impuestos, una vez se tramite el proyecto de ley, salieron a reclamar.
A través de Fecoljuegos (Federación Colombiana de Juegos de Suerte y Azar), manifestaron que un impuesto ahora haría inviable el sector de juegos on line en Colombia.
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Según Fecoljuegos, esta actividad, desde hace 7 años, convirtió a Colombia en pionero en reglamentar la modalidad de juegos on line, lo que condujo a una formalización de la actividad.
“Era una actividad que no aportaba a las finanzas públicas ni a la salud de los colombianos. Desde entonces, 15 plataformas de apuestas deportivas suscribieron contrato de operación con Coljuegos (entidad adscrita al Ministerio de Hacienda y se encarga de administrar el monopolio rentístico de juegos de suerte y azar) y consolidaron una industria legal en el país”, manifestó Evert Montero, presidente de Fecoljuegos.
Ya es una actividad de muy alto costo
Montero señala que los operadores de juegos on line, ya vienen afectados por los altos costos de operación. Según su argumento, “funcionan en Colombia mediante un esquema de altos costos e inversión intensiva en tecnología, donde el retorno al jugador asciende a entre el 90 al 95 por ciento de las apuestas y tributa cerca del 20 por ciento en derechos de explotación que posteriormente se transfieren para la salud de los colombianos, además de otros impuestos como renta y demás”.
En ese sentido, una nueva carga los dejaría sin aliento para ayudar a mover la economía y, principalmente, aportar a la salud, ya que este tipo de actividad pone parte de la financiación del sistema.
Empleos en juego
Claro está. Lo más preocupante sería el efecto sobre el empleo, ya que, según las estadísticas presentadas por Fecoljuegos, generam más de 150.000 empleos entre directos e indirectos entre operadores de juegos on line y demás empresas que hacen parte de la cadena valor, donde muchos son población vulnerable, madres cabeza de hogar, población diversa o con situación discapacidad.
Golpeados por la ilegalidad
Parte del reclamo de Fecoljuegos evidencia la ausencia del Estado en el control, pues, según Montero, “el sector actualmente enfrenta un creciente fenómeno de ilegalidad. Hay numerosas plataformas de apuestas que no cuentan con autorización del regulador, afectando no solo la seguridad del jugador y las finanzas públicas sino compitiendo de manera desleal con las 15 plataformas legales”, sostuvo.
IVA inoportuno
En ese contexto, señala el presidente de Fecoljuegos, “gravar con nuevos impuestos a un sector que ya registra altos costos, que ha sobrevivido pese al alto fenómeno de ilegalidad y que tiene numerosos tributos hace completamente inviable la actividad”.
Advierten que, de aprobarse la propuesta que fue destapada, como parte de la reforma tributaria, significaría “no solo poner en riesgo los empleos de más de 150.000 personas en Colombia sino el aporte de más de 400.000 millones de pesos en derechos de explotación para la salud de los colombianos, sin contar con otros impuestos como la renta”, concluyó el vocero del gremio.
El debate de la reforma tributaria, una vez se radique el proyecto de ley, sin duda será acalorado, ya que los impuestos son uno de los temas más controversiales, pues, ¿quién quiere pagar impuestos?. Más aún si los recursos públicos no se manejan de manera eficiente, para que el ciudadano perciba los beneficios de aportar a la bolsa común del Estado.