ENERGÍA

‘Fracking’: ¿Joe Biden continuará con los proyectos en Estados Unidos?

El presidente electo llegará a la Oficina Oval con un ambicioso plan de transición hacia energías limpias. Así será su política energética.

11 de noviembre de 2020

Sin duda, la política energética de Estados Unidos tendrá un giro importante durante la presidencia de Joe Biden.

Mientras que el mandatario saliente, Donald Trump, siempre tuvo una actitud negacionista hacia el cambio climático y prácticamente les cerró las puertas a las energías limpias, el presidente electo llega con un ambicioso plan con el que busca cambiar radicalmente la tendencia de desprecio ambiental del Gobierno de Trump.

Trump no ha demostrado interés ni conocimientos para controlar y reaccionar políticamente al descontento social.

En los cuatro años de su mandato, el magnate que tras varios días se niega a aceptar los resultados de los comicios, anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, rebajó los límites a las emisiones de gases de efecto invernadero tanto para la industria, como para los vehículos. Permitió la expansión petrolera en terrenos públicos y relajó en varios aspectos las regulaciones ambientales de la industria petrolera y carbonífera.

Es claro que la nueva administración está comprometida con combatir el calentamiento global e iniciar la transición hacia energías limpias.

De hecho, una de las propuestas centrales de la campaña demócrata propone la inversión de 2 billones de dólares para construcción de infraestructura renovable durante los próximos 4 años.

La energía solar es una de las apuestas para la transición energética del país. Foto: archivo/Semana. | Foto: Pixabay.

El plan contempla la construcción de parques eólicos tanto en tierra firme, como en el mar y campos solares.

Con esto se buscará aumentar considerablemente el porcentaje de participación de las energías renovables de cara al 2035, donde esperan ponerle fin al uso de combustibles fósiles destinado para generar energía.

Además, prevén la construcción de medio millón de electrolineras, teniendo en cuenta que algunas estimaciones apuntan que en 10 años habrá cuatro millones de carros eléctricos rodando por las autopistas americanas.

La energía eólica marina tendrá un papel preponderante en la transición, por lo que la administración de Biden anunció que apoyará a los estados y a las empresas que quieran desarrollar este tipo de energía en alta mar.

Si bien esta es una propuesta ambiciosa, es la única manera de conseguir la meta de cero emisiones de gases de efecto invernadero que se proponen para mediados del siglo XXI.

¿El fracking qué?

El fracturamiento hidráulico o fracking le permitió a Estados Unidos alcanzar su tan anhelada autosuficiencia energética y hoy es uno de los mayores productores de petróleo a nivel mundial, y aunque desde muchos sectores estaban temerosos de que el demócrata prohibiera esta técnica y cedieran su independencia energética, esto no será así.

| Foto: Archivo Semana.com

A pesar de que Trump aseguró en la Convención Republicana que lo prohibirían, tanto Biden, como su vicepresidenta, Kamala Harris, dejaron claro en diferentes oportunidades que la explotación en yacimientos no convencionales continuará, aunque no lo permitirán en terrenos de propiedad pública.

Según la firma Wood Mackenzie, aunque la decisión de continuar con el fracking es una buena noticias para los millones de estadounidenses que dependen de la industria petrolera, el hecho de no permitir en arrendamiento de terrenos públicos podría significar que para el 2035 la producción de petróleo y gas estadounidense decrezca de manera considerable.

“En tierra firme el impacto será mínimo. Pero en el mar, los efectos serían más significativos (...). Una prohibición de nuevos contratos, si es permanente, significaría que para 2035 la producción de petróleo y gas en el mar de los Estados Unidos sería alrededor de un 30 % más baja”, dice un informe publicado por Wood Mackenzie .

En conclusión, aunque el fracking continuará, es claro que la llegada del exvicepresidente significa un cambio de libreto en materia energética. Eso sí, se espera que se endurezcan de manera importante las exigencias en materia ambiental para el desarrollo de la industria petrolera.