IMPULSO

Regalías: La nueva locomotora

El gobierno pretende mover la economía con una inversión de 7 billones de pesos de este recurso. Habrá que reforzar los controles para asegurar que los proyectos regionales se hagan y el dinero no termine en las elecciones o en el hueco de la corrupción.

1 de julio de 2017
| Foto: Dinero

Preocupado por la desaceleración económica, el gobierno agilizará, en lo que resta del presente año, la ejecución de regalías represadas y buscará destrabar cientos de proyectos en todas las regiones. Así, las regalías entran a ser parte importante de Colombia Repunta, plan de choque diseñado por el Ministerio de Hacienda.

En la actualidad hay cerca de 12,7 billones de pesos acumulados, provenientes de la suma de los recursos sin ejecutar en el Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (2,4 billones de pesos); en los fondos regionales (5,1 billones de pesos); en los fondos municipales (3,7 billones) y departamentales (1,4 billones). El gobierno no piensa gastar la totalidad de estos recursos este mismo año, entre otras razones, porque reconoce que falta capacidad de ejecución. Pero con este plan de choque tiene la meta de aprobar 7 billones de pesos en la segunda mitad de 2017.

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La cifra es ambiciosa si se considera que el año pasado solo se invirtieron 2,4 billones de pesos, y que en los periodos de más alta ejecución se llegó a 6 billones de pesos (ver gráfico). Esto significa que entre julio y diciembre el gobierno pretende ejecutar lo mismo que en los años pico. Cabe anotar que 2016 fue el primer año de los mandatarios locales, lo cual explica, en parte, las bajas inversiones, pues apenas estaban estructurando sus planes de desarrollo.

Ahora, el gobierno sabe que tiene que enmendar muchos errores que se le han señalado al manejo de las regalías, y en concreto al sistema de los Órganos Colegiados de Administración y Decisión (Ocad). Una de las grandes críticas es que ha ocasionado lentitud en la ejecución regional y de allí la cantidad de recursos represados.

Según Luis Fernando Mejía, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el plan de choque que acelerará en el segundo semestre mejorará la ejecución, gracias a una estrategia de tres pilares: la disminución de procedimientos y tiempos requeridos; la estructuración de proyectos tipo que agilicen su viabilidad; y una serie de grandes jornadas en las regiones con alcaldes, gobernadores, ministerios y el equipo de planeación para revisar rápidamente los proyectos represados.

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Como la idea es hundir el acelerador, Mejía explica que están haciendo “revisatones” para destrabar muchos proyectos de impacto económico en las zonas. Estiman que hay obras por 1,9 billones de pesos en el congelador, pendientes de aprobación.

Precisamente el primer gran encuentro regional se realizó el miércoles pasado en Cartagena, con la asistencia del presidente Juan Manuel Santos. En esta reunión sesionaron en simultánea 17 Ocads municipales y se dio vía libre a cerca de 50 proyectos de diversos sectores por un valor superior a 621.000 millones de pesos, los mayores recursos de inversión aprobados en toda la historia del Sistema General de Regalías (SGR). Durante los próximos dos meses, el gobierno espera replicar esta experiencia piloto en otras regiones como la costa del Pacífico, el centro-oriente, los Llanos, el centro-sur y el Eje Cafetero.

El DNP revisará los procedimientos para mejorar los tiempos, reducir los costos y garantizar una ejecución más rápida sin demeritar la calidad de las inversiones. Se espera que entre la presentación de un proyecto y su inicio de ejecución el tiempo se reduzca de 20 a 10 meses.

Ante las falencias en materia de estructuración, el DNP creará proyectos tipo para ahorrar costos y tiempos a los entes territoriales. Mejía explica que funciona como un “menú” priorizado de proyectos prediseñados y pliegos de preestructuración con foco en los de mayor demanda y en los más rápidos de ejecutar. Por ejemplo, canchas en grama sintética, placa polideportiva, placa huella para mejorar vías terciarias, vivienda de interés social rural, infraestructura básica de salud y educativa, plazas de mercado, unidades sanitarias, entre otros 26 tipos solicitados usualmente. Con esta herramienta, el DNP busca reducir en un 70 por ciento los costos previstos en la etapa de preinversión y más de cuatro meses en la formulación y estructuración de los proyectos.

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Para cumplir la meta del plan de choque para 2017 también será clave que el Congreso apruebe la reforma al Sistema General de Regalías, pues en este se contempla la utilización (por una sola vez) de los recursos que no fueron ejecutados por el Fondo de Ciencia y Tecnología para la construcción de vías terciarias.

Se trata de 1,5 billones de pesos para vías ya priorizadas por el Ministerio de Transporte, que permiten conectar las carreteras 4G con las zonas rurales del país, y que serán manejados con el Ocad Paz, que también se planea crear en la reforma para financiar la implementación de los acuerdos de La Habana.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que las regalías forman una parte central del plan Colombia Repunta. Ahora lo importante, anota, es que los ministerios también presenten proyectos, lo que no han hecho a pesar de que la ley lo permite. Y obviamente que sus carteras los viabilicen.

Dada la magnitud de los recursos para invertir en tan corto tiempo, y en época preelectoral, es fundamental el máximo control para evitar que, como dicen algunos, comience la repartición de la mermelada.

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Para Plinio Olano, director de la Federación Nacional de Departamentos, quien respalda las medidas del gobierno, “no se trata de cambiar el rigor de los proyectos, sino de buscar una mayor coordinación entre las instituciones nacionales, regionales y locales para superar los cuellos de botella del sistema. Somos optimistas de que esto va a permitir desatrasar la inversión de recursos que estaban estacionados. Hay que darle transparencia y visibilidad a todo el proceso”.

El gobierno espera que este plan de choque sirva no solo para meterle el acelerador a la economía, luego del bajo crecimiento del 1,1 por ciento en el primer trimestre del año, sino que disminuyan las consultas populares y toda la animadversión que se está creando hacia la industria petrolera y minera.

De acuerdo con cálculos del DNP, el plan de choque de las regalías podría generar 80.000 nuevos empleos y contribuir con medio punto del PIB este año, cuando el gobierno espera un crecimiento del 2,3 por ciento.

Sin duda, con máximos controles y toda la transparencia posible, las regalías se pueden convertir en la oportunidad de oro para que las regiones tengan proyectos de impacto y, al mismo tiempo, servir de locomotora para mover la economía en la segunda parte del año.