Gobierno prepara regulación contra el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos

Iván Darío González, viceministro de salud pública y prestación de servicios, anunció el pasado viernes que el gobierno Duque prepara una regulación sobre el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos a partir de evidencia científica. Varias asociaciones científicas internacionales y nacionales han manifestado preocupación por los riesgos para la salud que representa el uso de este tipo de dispositivos. Sin embargo, el anuncio despertó rechazo entre quienes defienden sus beneficios.

El viceministro sostuvo que el uso de dichos dispositivos se ha convertido en un nuevo problema de salud pública, con repercusiones no solo para quienes lo utilizan, sino también para terceros. Si bien los vapeadores fueron introducidos en el mercado como alternativa al tabaco tradicional, estudios demuestran los diferentes efectos nocivos en la salud.

Bajo este marco, la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud premiaron a siete asociaciones científicas por sus esfuerzos frente a esta problemática. Alfonso Ávila García, portavoz de la Sociedad Colombiana de Medicina Familiar, sostuvo que “se ha establecido que están involucrados con intoxicación aguda por nicotina y daños a los sistemas respiratorios y cardiovascular, y a la salud mental, que nos preocupa mucho por las altas concentraciones de estos dispositivos”. 

Por su parte, Manuel Pacheco, portavoz de la Asociación Colombiana de Medicina Interna y miembro de Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, aseguró que existe un riesgo indudable para la salud. Para Pacheco, “los estudios muestran riesgo de enfermedad pulmonar, parecido al ocasionado por el cigarrillo de combustión y hay informes sobre riesgos de enfermedad cardiovascular. No son sustancias libres de daño y no recomendamos su uso a la población”. 

Ranniery Acuña Cordero, coordinador del Servicio de Neumología Pediátrica del Hospital Militar, señala además su preocupación por el incremento en el consumo de vapeadores en adolescentes. Precisó que, “El más reciente estudio andino de tabaquismo y farmacodependencia en adolescentes estableció que su uso entre escolares de 9 a grado 11 está a punto de sobrepasar al tabaquismo de combustión con cifras cercanas al 18%, frente al 20% de tabaquismo por combustión”.

El viceministro agregó que junto con el Instituto Nacional de Salud traerán al frente de la agenda del gobierno la lucha contra el consumo de nicotina, como una medida para el interés general. “Estamos trabajando en un proyecto de ley y permanentemente publicamos información y elementos educativos para la comunidad en general y para los profesionales; estamos sacando una nueva circular para darles un marco reglamentario a estos nuevos elementos y vamos a volver un evento de interés en salud pública las condiciones de salud asociadas al uso de los nuevos dispositivos”, sostuvo González. 

Al respecto, la Asociación Colombiana de Vapeadores (AsoVape) manifestó su descontento con la posición del Ministerio. Afirman que si bien sí debe regularse el uso de estos dispositivos, no debe hacerse dentro del marco de la Ley AntiTabaco. Para la asociación, no se ha reportado ninguna enfermedad asociada al consumo de líquidos con nicotina y que fueron diseñados para brindar una alternativa segura a quienes quieren abandonar los tabacos de combustión. Agregan que no recomiendan ni promueven, bajo ninguna medida, el consumo para menores de edad. 

AsoVape alude a las recomendaciones del Colegio Real de Médicos de Inglaterra, que afirma que el riesgo con el consumo de vapeadores, frente al consumo de cigarrillos tradicionales, se reduce en un 95%. “El vapeo no está completamente libre de riesgos, pero es mucho menos dañino que fumar tabaco. No existe una situación en la que sería mejor para su salud seguir fumando en lugar de cambiar por completo a vapear”.

Dentro de las recomendaciones de AsoVape, esta consumir líquidos provenientes de tiendas legales y fábricas certificadas, para evitar alteraciones o la inclusión de elementos o químicos extraños. Por ejemplo, advierten sobre la peligrosidad de inhalar líquidos que contengan grasas, ya que sólo recomiendan consumir alcoholes como glicerina y propilenglicol.