Economía
¿Hay posibilidad de que Colombia sea descertificada en el Gobierno de Trump? Esto piensan desde el Consejo de Empresas Americanas
Ricardo Triana, director ejecutivo del CEA, analiza en entrevista con SEMANA, el panorama para Colombia, con la elección de Trump. ¿Dónde se podrían generar tensiones? ¿Qué pasará con Venezuela?
SEMANA: ¿Cuáles son las expectativas para Colombia frente a la victoria de Donald Trump en Estados Unidos?
RICARDO TRIANA (R. T.): Las elecciones en Estados Unidos son de gran relevancia para Colombia debido a la histórica relación económica y de cooperación entre ambos países. Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia y, en 2023, fue el mayor inversor extranjero en el país, con 5.550 millones de dólares, así como el destino de 13.286 millones de dólares de las exportaciones colombianas. Esto significa que cualquier cambio en la política estadounidense podría influir en aspectos económicos y en asuntos de cooperación entre ambos países, entre ellos el clima de inversión, factor clave para el desarrollo de Colombia.
Con la victoria de Donald Trump, se espera un enfoque más centrado en la lucha contra el narcotráfico, lo que podría resultar en demandas más estrictas respecto a la erradicación de cultivos ilícitos, contraria a la propuesta del Gobierno colombiano de impulsar un cambio en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, es importante destacar que, a lo largo de los 202 años de relaciones bilaterales, el apoyo a Colombia ha sido un tema bipartidista, por lo que consideramos que no se anticipan muchos cambios con el presidente electo.
SEMANA: ¿Qué impactos han identificado para Colombia con la elección de Donald Trump en Estados Unidos?
Tendencias
R. T.: Con la elección de Donald Trump, no anticipamos mayores cambios para Colombia. La relación entre ambos países ha sido históricamente sólida, manteniéndose a lo largo de distintos gobiernos, tanto republicanos como demócratas, con un enfoque de cooperación en áreas clave. No obstante, es importante señalar que un gobierno liderado por Trump podría priorizar la lucha contra el narcotráfico y la perspectiva frente a la paz total.
SEMANA: Por la cercanía geográfica, ¿cuál es el escenario con la victoria de Donald Trump frente a Venezuela y qué consecuencia podría tener en Colombia?
R. T.: Como tal, durante el primer mandato de Donald Trump, se implementaron sanciones a Venezuela, medidas que el presidente Petro ha criticado y rechazado. Con su retorno a la Presidencia, se prevé que continúe su política de sanciones, lo que podría generar tensiones en este tema con el Gobierno colombiano.
No obstante, durante su primer gobierno, Colombia fue un socio estratégico clave en la implementación de políticas hacia Venezuela, colaborando estrechamente en temas de seguridad fronteriza y respuesta a la crisis migratoria. Se espera que, en un segundo mandato, Trump mantenga esta visión, reconociendo a Colombia como un aliado fundamental para enfrentar la situación venezolana. Así, la colaboración en asuntos migratorios, seguridad regional y estabilidad fronteriza seguiría siendo una prioridad compartida, con esfuerzos conjuntos para promover el desarrollo y la estabilidad en la región.
SEMANA: Desde el punto de vista de seguridad, ¿qué podría cambiar frente al proceso de paz total que trae el gobierno del presidente Gustavo Petro, con la elección de Donald Trump?
R. T.: Desde el punto de vista de seguridad, el proceso de paz total impulsado por el presidente Gustavo Petro podría verse impactado, ya que el narcotráfico es una de las principales preocupaciones de Donald Trump. Con su regreso a la Casa Blanca, se anticipa un mayor seguimiento y medidas más estrictas en esta materia. Por ello, resulta fundamental que Colombia adopte una postura proactiva y efectiva en temas de seguridad y lucha contra el narcotráfico. Esto no solo es esencial para asegurar una cooperación mutuamente beneficiosa, sino también para mitigar riesgos reputacionales y económicos que puedan afectar al país.
Además, es importante resaltar que la colaboración entre Estados Unidos y Colombia ha sido históricamente bipartidista, con un compromiso constante de ambos partidos para apoyar la paz y la seguridad en el país, independientemente de las prioridades de cada administración. Un ejemplo claro de esta colaboración es el Plan Colombia, que se extendió durante 15 años, con una inversión de 9.600 millones de dólares por parte de Estados Unidos y una contribución significativa de 131.000 millones de dólares de Colombia, de acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP). Este esfuerzo conjunto se ha continuado en el actual Plan Paz Colombia, respaldado tanto por demócratas como republicanos, demostrando el interés compartido en la estabilidad regional y en el combate de amenazas comunes como el narcotráfico.
SEMANA: ¿En qué escenario podría estar en riesgo la ayuda de Estados Unidos a Colombia?
R. T.: Cualquier retroceso en la lucha contra el narcotráfico de parte del Gobierno colombiano, en relación con los compromisos establecidos, podría generar tensiones en esta relación, dado que este tema será prioritario para administración de Trump. El incumplimiento de estos requisitos no solo podría poner en riesgo la reputación internacional de Colombia, sino también resultar en una reducción de la asistencia proveniente de Estados Unidos.
Por lo que es fundamental que ambos países trabajen juntos en un marco de diálogo y colaboración, asegurando que los intereses comunes en términos de estabilidad y desarrollo se sigan priorizando. De esta manera, se puede fortalecer el apoyo de Estados Unidos y garantizar que la ayuda continúe siendo un pilar de la relación bilateral.
SEMANA: ¿Hay riesgo de descertificación para Colombia? ¿Qué impacto tendría en Colombia una decisión en ese sentido?
R. T.: La descertificación en la lucha contra las drogas es un tema que siempre genera preocupación en el contexto de las relaciones entre Estados Unidos y Colombia. Bajo el gobierno liderado por Trump el narcotráfico seguirá siendo una prioridad y tendrá un enfoque más riguroso en este frente. Esto podría traducirse en mayores exigencias hacia Colombia, particularmente en la obtención de resultados tangibles en la lucha contra el narcotráfico y en la reducción de cultivos ilícitos.
Si se produjera una descertificación de Colombia como aliado en la lucha contra el narcotráfico, habría un impacto en la relación bilateral, afectando no solo la ayuda económica y militar, sino también la percepción internacional de Colombia en cuanto a su capacidad para abordar este desafío. Esto podría resultar en una disminución de la inversión extranjera y un aumento de la presión sobre el gobierno colombiano para implementar medidas más estrictas en la mitigación de este flagelo.
SEMANA: ¿Habría espacio de una descertificación para Colombia? ¿En qué contextos?
R. T.: La posibilidad de descertificación para Colombia existiría principalmente en contextos en los que se perciba una falta de compromiso del Gobierno colombiano en la lucha contra el narcotráfico. Por ejemplo, si el gobierno actual opta por negociar con grupos armados sin cumplir con los estándares necesarios para combatir el narcotráfico, esto podría ser visto como un factor de riesgo para eventualmente descertificar a Colombia.
SEMANA: En materia comercial, en qué contexto, con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, ¿habría posibilidad de replantearse el TLC con Colombia, como lo ha propuesto el presidente Petro?
R. T.: Aunque Donald Trump ha propuesto un incremento de los aranceles universales entre un 10 y un 20 %, es probable que, al igual que en su primer mandato, estas medidas proteccionistas no se implementen. En cambio, se prevé que el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia mantenga su curso estable, lo cual es fundamental para asegurar la continuidad y el crecimiento de la relación comercial entre ambos países. Sin embargo, es importante considerar que el enfoque proteccionista de Trump podría generar un entorno más volátil para las empresas, por lo que, estas deberán prepararse para un mercado competitivo, adaptando sus estrategias para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades emergentes.
Es importante destacar que la estabilidad del TLC ha sido un pilar clave en esta relación comercial, proporcionando numerosas ventajas. De hecho, Colombia ha pasado de recibir 2.475 millones de dólares en inversión directa de Estados Unidos en 2012 a 5.550 millones de dólares en 2023, obteniendo un crecimiento del 124,2 % y destacando el valor de un entorno predecible y seguro. Además, con el TLC establecido, el número de empresas colombianas exportando a Estados Unidos aumentó un 11 % entre 2011 y 2021, alcanzando 3.444 empresas, de las cuales 2.345 son micro, pequeñas y medianas.
Además, el TLC ha permitido a las empresas estadounidenses diversificar sus proveedores, reduciendo así su dependencia de un solo país. Esto ha convertido a Colombia en un proveedor estratégico para Estados Unidos, lo que contribuye a una mayor seguridad en su cadena de valor gracias a la cercanía geográfica y a la posibilidad de realizar operaciones comerciales más eficientes. Además, este acuerdo ha fortalecido las relaciones bilaterales entre ambos países, promoviendo la cooperación en diversas áreas, como la inversión, el comercio, la seguridad y la cultura.
SEMANA: ¿Podría darse un cambio en la política de comercio exterior en Estados Unidos que afectaría directa o indirectamente a Colombia? ¿Cuáles son esos escenarios?
R. T.: Ante la creciente tensión entre Estados Unidos y China, es probable que Donald Trump contemple un aumento de sanciones contra el país asiático. En este contexto, Colombia tiene el potencial de convertirse en un socio estratégico para Estados Unidos en el ámbito del nearshoring, donde las empresas estadounidenses buscan alternativas a los mercados asiáticos. Gracias a su ubicación geográfica y a su talento humano, Colombia se presenta como un destino atractivo para atraer inversiones en este sector.
Además del Tratado de Libre Comercio (TLC), es esencial que Colombia se concentre en mejorar e implementar ciertos aspectos que faciliten su acceso al mercado estadounidense. A pesar de los beneficios iniciales del TLC, el país enfrenta desafíos en la diversificación de productos y en la competitividad de sectores clave, como la agricultura y la industria manufacturera, así como en las capacidades de producción para cumplir con las necesidades del mercado estadounidense. De igual forma, es fundamental fortalecer la cooperación en seguridad y la lucha contra el narcotráfico para no desincentivar la atracción de inversión extranjera.
SEMANA: ¿Qué pasará con el clima de inversión de Estados Unidos en Colombia ante la victoria de Donald Trump?
R. T.: Se prevé un clima de inversión estable en Colombia; sin embargo, los anuncios de Trump sobre un posible aumento de aranceles ante su victoria en las elecciones también generan un entorno poco predecible, aunque se anticipa que, con el tiempo, se logrará una mayor estabilidad en el clima de inversión.
Es importante destacar que, a pesar de la incertidumbre que pueden provocar las elecciones, se espera que las relaciones bilaterales mantengan un claro apoyo bipartidista, centrándose en la lucha contra el narcotráfico, la seguridad y la promoción de la democracia. Por lo tanto, Colombia debe continuar trabajando en su competitividad y en la implementación de políticas que atraigan inversión extranjera, independientemente del resultado electoral en Estados Unidos, asegurando así que ambas naciones puedan beneficiarse mutuamente en un contexto de cooperación y desarrollo económico.
SEMANA: El Departamento de Estado aseguró en un informe que la administración Petro ha promovido el concepto de soberanía nacional en sectores económicos clave, lo que ha generado altos niveles de incertidumbre dentro del sector privado. ¿Qué visión puede tener el presidente electo sobre esta posición?
R. T.: Aunque el presidente Petro ha resaltado este concepto de soberanía nacional en sectores económicos clave, es importante destacar que, a pesar de sus declaraciones, no ha habido acciones que afecten de alguna manera las relaciones comerciales o la inversión en el país. Esto sugiere que, más allá de la retórica, los lazos entre Colombia y Estados Unidos han mantenido un nivel de estabilidad. Por lo tanto, aunque la reacción de Donald Trump podría incluir diferencias con la visión de Petro, lo más probable es que su administración priorice la continuidad en la relación comercial, dada su importancia estratégica para ambos países. La estabilidad de estos vínculos beneficia a sectores clave en Colombia, y tanto Estados Unidos como nuestro país han demostrado, en el pasado, la capacidad de manejar sus diferencias políticas sin afectar la inversión y el comercio bilateral.
SEMANA: ¿Cuál es el escenario económico que está viendo para Estados Unidos en los próximos años y qué riesgos podría tener Colombia, en materia de inflación, tasa y hasta volatilidad del dólar?
R. T.: Estados Unidos es un actor clave no solo para le economía de Colombia, sino para la economía global. Las decisiones que tome Donald Trump frente a las tensiones geopolíticas de Oriente Medio y Europa tendrán efectos sobre los precios de productos fundamentales para el mundo como el petróleo, sus derivados y en general, toda la industria energética. Esto influirá definitivamente en el poder y hegemonía del dólar. En el caso de Colombia, los expertos proyectan que la tasa representativa del mercado se mantenga relativamente estable en un promedio de 4.200 pesos siempre y cuando las condiciones geopolíticas del mundo no tengan cambios drásticos.
Además, el mercado estadounidense es tan grande que, bajo la administración de Trump, se espera que trabaje en conjunto con el sector privado para impulsar el crecimiento económico y reducir la inflación, con el objetivo de bajar las tasas de interés y garantizar una mayor estabilidad económica.