Negocios
Juliana Ángel, el cerebro detrás de la capitalización de Jeff Bezos a La Haus
Esta joven abogada ha liderado algunas de las mayores transacciones de capitalización y venta de participaciones de empresas en el país. Y ya se convirtió en referente en el mundo de los negocios.
Estuvo al frente del equipo que en julio pasado se encargó del cierre de la ronda de capital por 100 millones de dólares que recibió La Haus, una compañía tecnológica del sector inmobiliario. Se trata de Juliana Ángel Escobar, y este logro reciente cuenta bien su enorme capacidad de gestión: La Haus recibió capital de importantes inversionistas internacionales, como el fundador de Amazon, Jeff Bezos; los banqueros colombianos David Vélez, de Nubank, y Gabriel Gilinski, del GNB; así como el emprendedor de Rappi, Simón Borrero, entre otros.
La empresa es, hoy por hoy, la tercera start-up que más ha recogido dinero en rondas de capitalización y es considerada una de las compañías con mayor proyección en el mercado internacional. En este emprendimiento han hecho millonarias apuestas, además de Bezos y los empresarios colombianos, fondos internacionales, como NFX Capital, Trulia, Acrew Capital y Kaszek Ventures, entre otros reconocidos inversionistas de capital de riesgo.
Pero no es la única transacción en la que Juliana Ángel desempeñó un papel protagónico. A comienzos de este año, cerró la venta del 52 por ciento del centro comercial Nuestro Bogotá, por 315.000 millones de pesos, al Patrimonio de Estrategias Inmobiliarias (PEI).
Con este negocio, completó la venta de la mayoría de los activos estratégicos desarrollados por Jaguar Capital, la compañía a la que ingresó para liderar el equipo jurídico en 2016. Se trata de una firma con participación de accionistas nacionales e internacionales, entre ellos, los hermanos Tomás y Jerónimo Uribe, así como Rodrigo Sánchez-Ríos, de origen mexicano, que le apuesta a la estructuración y generación de proyectos inmobiliarios en ciudades intermedias y en zonas con poco desarrollo en las grandes ciudades.
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Desde el comienzo de su labor, Ángel estuvo enfocada en la estructuración de los proyectos. Pero, como Jaguar Capital se dedica a invertir en el desarrollo y ejecución de proyectos, y luego vende gran parte de estos y los sigue operando, para 2017 comenzó a desarrollar un trabajo que resultaba desafiante: liderar la venta de activos.
Ese año estuvo al frente, junto con el líder de los temas financieros de Jaguar Capital, Rodrigo Sánchez-Ríos, en la venta de un 70 por ciento del centro comercial Nuestro Montería al PEI, en una transacción que alcanzó los 35.000 millones. Dos años después, también negoció junto con Sánchez-Ríos la venta de Nuestro Cartago, cuyo 70 por ciento también quedó en manos del PEI, por unos 45.000 millones.
“Este fue un proceso en el que tuve mucha autonomía, y desde mi rol de abogada empecé a asumir la negociación de esas transacciones”, recuerda esta joven abogada, egresada de Eafit. Uno de los momentos que marcó su carrera en este mundo de las grandes transacciones empresariales fue cuando a sus 27 años tuvo la primera reunión para negociar un activo con una gran cantidad de ceros a la derecha. “Me sentía chiquita, porque al otro lado de la mesa estaban personas con gran trayectoria profesional, unos ocho abogados casi todos sénior en representación de prestigiosas firmas. Al final, este fue un proceso de muchos aprendizajes que logré asumir con autonomía y responsabilidad”, asegura.
A su llegada, Jaguar Capital tenía una estructura muy horizontal, sin cargos pomposos, pero con un equipo de alto rendimiento que siempre cumplía las metas propuestas e, incluso, las superaba. Eso sí, le llamaba la atención que a las reuniones a las que asistía con Sánchez-Ríos, el director financiero, él siempre la presentaba como su colega. Eso le permitió reafirmar su determinación para ejecutar el trabajo con lujo de competencia. En marzo 2018 participó en la ronda semilla de capitalización en La Haus, el emprendimiento proptech (tecnología en el sector inmobiliario) que se incubó dentro de Jaguar Capital, toda una sensación hoy en Colombia y México. Ahora busca extenderse por otros países de América Latina.
Pero convertirse en una de las ejecutivas mejor preparadas en negociación y transacciones empresariales le ha exigido un trabajo duro y gran capacidad de gestión. Por ejemplo, recuerda que la venta de una participación en Nuestro Bogotá era una tarea muy compleja, en la que se requirió alinear muchas partes durante la negociación. Por tratarse de un proyecto asociativo, en el que había varios socios además de Jaguar Capital, entre ellos Arquitectura y Concreto –encargada de desarrollar el proyecto– al igual que varios miembros de G40 (las marcas más reconocidas de retail en Colombia), el proceso tuvo un manejo de filigrana.
La venta de este tercer activo al PEI (con el que habían firmado un acuerdo marco de negociación desde 2015) se convirtió en una de las mayores transacciones del sector inmobiliario en el país en este año. Y, sin duda, fue un negocio que revivió el optimismo, en especial después de que la economía resultó tan golpeada por la pandemia que llegó al país en marzo del año pasado y cuyos impactos todavía resuenan en el mundo.“La compañía siempre ha querido estructurar y desarrollar proyectos inmobiliarios que tengan impacto social”, afirma.
Luego de cerrar con éxito estas transacciones, ¿qué más le queda a Juliana Ángel por hacer? En su portafolio hay una enorme cantidad de proyectos pendientes. Entre ellos, avanzar en el proceso de expansión por México, Colombia y otros países de América Latina de La Haus.
Actualmente, reside parcialmente en México y desde allí lidera el equipo legal para Colombia y México que trabaja en profundizar el negocio de La Haus en la región. “Todo lo que he hecho hasta ahora me apasiona. Cuando veo el sentido de las cosas y puedo aportar un granito de arena y generar empleo en plena pandemia, eso me llena de orgullo”, finaliza. En su vida profesional, como en la práctica de su deporte favorito, el ciclismo de ruta, su meta es desafiar y superar a diario los obstáculos. Esa es la sensación que la anima a seguir adelante.