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La contaminación de aire en Colombia sigue poniendo en riesgo la salud pública
Las fuentes de contaminación siguen desbocadas, dentro de las causas se encuentra el transporte vehicular y la actividad industrial.

La calidad del aire sigue constituyendo un tema de preocupación en el país, representando un grave riesgo para la salud de la población, según un reciente Informe sobre la Calidad del Aire en el Mundo de IQAir. Factores como el aumento de población, la concentración gradual de centros urbanos y el desarrollo industrial ocasionan el incremento de problemas medioambientales.
Dentro de los resultados que arroja el informe generados por la medición de PM2 o materia articulada, que corresponde a sus cifras en inglés, la concentración promedio anual de PM2.5 en Colombia se ubicó en 13.8 µg/m³.
Esta cifra es preocupante, pues a pesar de que evidencia una leve mejoría, la contaminación sigue siendo crítica en algunas ciudades. Así mismo, según Laura Caicedo, coordinadora de Campañas para Greenpeace Colombia, los niveles registrados son peligrosos e impactan significativamente a la salud de menores de edad, personas gestantes y adultos mayores.
De acuerdo al informe, las fuentes de contaminación por PM2.5 provienen de las emisiones de vehículos, el polvo suspendido en las carreteras sin pavimentar, la industria y los incendios forestales. Además la variaciones estacionales y la temporada de incendios forestales en Colombia contribuyeron, en gran medida, a las variaciones estacionales, que coincidieron con la estación seca extendiéndose desde finales de diciembre hasta marzo.

Por otro lado, es importante resaltar que ninguna de las ciudades colombianas incluidas en el reporte cumplen con con los estándares de calidad del aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Esto se le atribuye mayormente a los factores térmicos, meteorológicos y factores locales que equiparan desafíos fronterizos como la llegada de emisiones de incendios forestales y gases volcánicos.
En marzo, los niveles de contaminación alcanzaron cifras alarmantes. Ciudades como Bello y Envigado alcanzaron concentraciones superiores a 30.0 µg/m³, más de seis veces el límite recomendado por la OMS. Así mismo, Bogotá y Medellín, enfrentaron niveles críticos como resultado de la alta densidad vehicular, y emisiones industriales.
A pesar de que la capital no se encuentra liderando las ciudades colombianas donde se evidencia una alta contaminación, la ciudad de Bogotá, reporta, desde el año pasado, un deterioro significativo en su calidad del aire, pues de acuerdo a uno de los últimos reportes del secretaria de ambiente, las condiciones meteorológicas e inversiones térmicas estaban impactando la calidad del aire en la ciudad.

El llamado a las autoridades
Todos estos factores incitan a la urgente implementación de políticas estrictas que contribuyan al fortalecimiento del monitoreo de la calidad del aire y la transición hacía modelos de movilidad más sostenibles.
Bajo esta coyuntura, Greenpeace Colombia hace un llamado a las autoridades nacionales para adoptar medidas contundentes como la reducción progresiva de vehículos contaminantes y el impulso a sistemas de transporte eléctricos.
Las regulaciones más estrictas para la industria también se consideran medidas importantes a tomar, además de las estrategias efectivas de prevención y respuesta ante la temporada de incendios forestales. Finalmente, consideran importante los programas de monitoreo ambiental que cuenten con accesibilidad para que la ciudadanía tenga conocimiento de estos temas.
“Respirar aire limpio no debería ser un privilegio. La contaminación atmosférica es una crisis silenciosa que está enfermando gravemente a miles de personas en Colombia y requiere una acción inmediata”, afirmó Caicedo.