CRÍTICA A FENALCO

La dura respuesta de Asobancaria a la defensa del efectivo que hizo Fenalco

El gremio de comerciantes presentó un informe y el financiero le respondió.

22 de enero de 2021
La pelea de los banqueros siempre ha sido que el 4 por mil es un impuesto regresivo y que ha incentivado la desintermediación, ya que estimula a los usuarios a usar efectivo para no pagar el impuesto.

Un informe del gremio de comerciantes Fenalco, en el que defiende el uso del efectivo y lo ubica como un instrumento clave de la reactivación económica, motivó una dura respuesta del gremio de bancos –Asobancaria– que, además, está estrenando timonel: Hernando José Gómez entró en reemplazo de Santiago Castro.

Para el gremio del sector financiero, contrario a lo expuesto por Fenalco, “una de las consecuencias del uso masivo del efectivo como principal medio de pago es la existencia de la economía sumergida (informal + ilegal), ya que las transacciones en efectivo, al ser anónimas, facilitan la evasión de impuestos y las actividades ilegales”.

En contraste, Asobancaria hizo una defensa a ultranza de las transacciones electrónicas, las cuales “pueden ser en principio rastreadas por las autoridades”.

Negativo para el crecimiento económico

A diferencia de los argumentos de Fenalco en el informe presentado esta semana, Asobancaria sostuvo que el papel que tiene la penetración de los pagos electrónicos en el país es clave, ya que “según la experiencia internacional y un estudio realizado por VISA, la reducción del efectivo y la masificación de los pagos electrónicos tienen impactos netos positivos sobre el PIB y promueve la creación de empleo”.

El gremio de bancos puso de presente que la llamada ‘economía sumergida’ tiene efectos nefastos para la competitividad y el bienestar del país. Para sustentar su tesis, el gremio se extendió en el tema de la evasión tributaria, la cual “distorsiona el funcionamiento del sistema, provocando inequidad social, alteración de los precios, competencia desleal frente a los agentes que pagan impuestos y genera impactos directos sobre los programas de financiación del Gobierno”.

Sin evadir el IVA

Entre tanto, los impactos que tendría la reducción del efectivo en la economía han sido demostrados, en particular en un estudio de Fedesarrollo y Asobancaria, que analizó la tasa de evasión de IVA en 2010, cuando fue del 25,3 % en 2010, con lo cual la bolsa pública que se nutre del recaudo de impuestos y con la que se financian los programas sociales, estimó que el no pago de IVA por manejo del efectivo quitaba recursos al Estado por 10,6 billones por año. “Cada punto de control a la evasión del IVA puede reportar nuevos recursos públicos por un monto de 420 mil millones de pesos por año (a precios de 2010)”, conceptuó Asobancaria.

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Ciudades sin efectivo

Otro de los argumentos de Asobancaria para responder a Fenalco se basó en un estudio de VISA, que fue titulado como Ciudades sin efectivo (2016). En esa investigación se muestra que “migrar a ciudades sin efectivo tiene ventajas e impactos directos sobre el crecimiento económico, el empleo y los salarios”.

El gremio financiero puso el caso de Bogotá, ciudad que aún está centrada en el efectivo como principal medio de pago. “Al medir los efectos directos que tendría el hecho de que Bogotá se convierta en una ciudad inteligente y dejara paulatinamente el uso del efectivo, habría un impacto neto sobre el PIB del 4 %, un impacto neto de 4.256 millones de dólares y, además, se crearían 91.400 nuevos empleos”.

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