SOSTENIBILIDAD
La pandemia reforzó la conciencia climática, pero falta trabajar en las soluciones
La pandemia por Covid-19 ha puesto a la naturaleza y la salud como prioridad en la agenda de gobiernos y empresas, que también le apuestan a lograr emisiones netas cero, una iniciativa que abandera Race to Zero, la gran carrera para llegar a 2050 descarbonizados.
La conciencia climática se ha reforzado en medio de la pandemia por covid-19. Aunque éste ha sido un evento impactante para todos los países, también es visto como una oportunidad para reconstruir la actividad productiva de una forma más limpia, sostenible e inclusiva.
La pandemia ha hecho que prioricemos la naturaleza y la salud de nuestro planeta y la de todos sus habitantes. La agenda cambió, y en 2021 se espera buscar soluciones tangibles tanto para la recuperación económica como para la lucha contra el cambio climático, que es el gran reto de esta era.
Así lo considera Colin Martin-Reynolds, Embajador Británico en Colombia, para quien la covid-19 “nos ha puesto varios temas clave en perspectiva; los ciudadanos y las empresas reconocen que es el momento de actuar. Todos tenemos la responsabilidad de contribuir. Los impactos ya se están sintiendo en todo el mundo y necesitamos trabajar juntos”.
Dentro de esta contribución lograr emisiones netas cero de carbono a 2050 se convierte en una gran meta que debe acelerarse, y para ello, una de las iniciativas formuladas es Race to Zero.
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‘Race to Zero’ es una carrera para llegar a cero emisiones netas de carbono a más tardar en 2050, campaña promovida en Colombia por la Embajada Británica y como antesala a la COP26, la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se realizará en Glasgow, Reino Unido, del 1 al 12 de noviembre de este año.
A lo largo del 2021, los ojos del mundo estarán puestos en el Reino Unido, ya que serán anfitriones del G7 y presidirán la COP26.
La acción del sector privado sobre el clima será de vital importancia para cumplir las metas globales de cambio climático. “La COP26 será además una excelente plataforma para mostrar el rol que ya cumplen las empresas como líderes mundiales en abordar el cambio climático. Gracias a éstas, la transición global a bajas emisiones de carbono se está acelerando”, señala el Embajador Colin Martin-Reynolds.
Reino Unido está volcado a conseguir que antes de la COP 26, más empresas establezcan ambiciosos objetivos netos cero, tomando medidas para reducir las emisiones y generar resiliencia, uniéndose a Race to Zero, jugador clave en coordinar la acción climática.
A través de la coalición We Mean Business y la Campaña Race to Zero más de 1.300 grandes empresas mundiales han pedido a los gobiernos que inviertan en la acción climática y la resiliencia para crear puestos de trabajo y recuperarse mejor.
“Al abordar el clima y la covid-19 juntos, podemos lograr una recuperación económica justa e inclusiva y acelerar la transición a una economía de cero emisiones de carbono”, señala Colin.
La campaña Race to Zero promueve compromisos en 5 sectores: transición energética, transporte limpio, finanzas, naturaleza, y resiliencia y adaptación. Para cada sector hay una serie de iniciativas que se alinean con los objeticos de
crecimiento limpio de las empresas. Está RE100 que reúne a cientos de empresas grandes y ambiciosas comprometidas con la electricidad 100% renovable. EV100 hace lo propio para empresas comprometidas en acelerar la transición hacia vehículos eléctricos.
En materia de finanzas, además de apostarle a emisiones netas cero, las entidades financieras pueden unirse a TCFD, una iniciativa que promueve mejorar el reporte y la información financiera relacionada con los riesgos y oportunidades del cambio climático. Para la naturaleza, las empresas pueden unirse al Compromiso de Líderes Políticos por la Naturaleza adoptado en septiembre del año pasado. Finalmente, en resiliencia y adaptación, la apuesta es unirse a Race to Resilience, una campaña hermana a Race to Zero.
Empresas, jugadoras clave en recuperación verde
Al establecer compromisos climáticos ambiciosos y creíbles, las empresas envían una señal más fuerte a los mercados, las cadenas de suministro, los gobiernos y los consumidores, de que el sector privado está comprometido con esta transición.
Para el embajador Colin “Es importante resaltar que las empresas son jugadores claves en todos los niveles, especialmente en lo local, lo regional. En esos espacios, más cercanos, es donde empezamos a ver cambios contundentes”.
Para las empresas, unirse a este tipo de movimientos (Race to Zero) tiene sentido comercial ya que los consumidores demandarán cada día más productos sostenibles y aseguran estar dispuestos a pagar más por éstos.
Los ciudadanos y consumidores reconocen que es el momento de actuar y nos piden este compromiso, a los gobiernos y a las empresas.
Es un hecho que los impactos del cambio climático ya se están sintiendo en todo el mundo. “Y no llegaremos a este objetivo de cero emisiones a tiempo si no empezamos a movernos todos hoy”, agregó Colin.
El Acuerdo de París establece la hoja de ruta para llegar a cero emisiones netas de carbono, con chequeos cada cinco años, a partir de 2020. Recuerda el Embajador que no se puede llegar tarde y se debe cumplir la promesa de París, con más fuerza ahora que parece que en varios sentidos la meta está cogiendo ventaja.
Sin embargo, sí hay señales positivas: los compromisos netos cero en general se han duplicado en 2020, incluso en medio de una pandemia mundial, que ha afectado al sector privado. “Pero todavía necesitamos ser más comprometidos con el planeta y una recuperación más verde”, enfatizó Colin.
Hoy en día, las empresas y países que aspiran a metas de neto cero cubren casi 70% del Producto Interior Bruto (PIB) global.
Colombia, el país más comprometido
Este año, el Reino Unido y Colombia celebran su año bilateral, el UKCOL2021, que busca celebrar la alianza que existe entre ambos países, resaltando el trabajo conjunto en áreas clave, incluyendo el clima y el medio ambiente; comercio y prosperidad; ciencia, innovación y educación, y cultura.
Dentro de esta alianza se espera que para la COP26 decenas o incluso cientos de empresas colombianas formen parte de Race to Zero, la carrera hacia reducción de emisiones.
El Embajador Británico resaltó que Colombia es el primer país del mundo con quien el Reino Unido tiene una Alianza bilateral para el Crecimiento Sostenible, “junto con Colombia tenemos por objetivo acelerar esfuerzos conjuntos para reducir gases de efecto invernadero y generar un impacto colaborativo en la lucha contra el cambio climático”.
Algunos ejemplos de esta alianza bilateral es que a través de la convocatoria UK PACT, 110 compañías (medianas y grandes) ubicadas en siete departamentos del país, han mejorado sus finanzas, gracias a la adopción en sus infraestructuras de plantas solares u otras fuentes limpias, a tal punto que se ha generado en total un ahorro de $1.384 millones en consumo de energía.
Los registros son resultado de un trabajo conjunto entre Colombia Productiva, Bancóldex, la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM), el Consejo Colombiano de Eficiencia Energética (CCEE) y Carbon Trust, con recursos de cooperación internacional del Reino Unido, entidades que además brindaron asistencia técnica a estas empresas.
De igual forma, a través del programa de cooperación Partnerships for Forests (P4F) el gobierno británico ha brindado apoyo a Colombia en cuatro alianzas forestales con el sector privado para promover modelos de negocios que protejan el bosque en pie y que sean económicamente rentables.
Cabe recordar que, en diciembre de 2020 Colombia actualizó su meta de reducción de emisiones, incrementando de manera sustancial su ambición. La nueva meta es reducir sus emisiones en 51% en 2030. “Este compromiso del gobierno nacional es también una señal clara a todos los sectores en el país, incluyendo el sector privado. Las nuevas políticas e incentivos del gobierno en materia económica, y el diseño y ejecución de los proyectos clave para el desarrollo nacional y regional, deberán estar alineadas con la meta del país de ser carbono neutral en 2050”, dijo el Embajador.
Evitar el efecto rebote
Desde Londres, la mirada y posibles salidas a los impactos post covid 19 para el ambiente la hace el Embajador de Colombia ante el Reino Unido, Antonio José Ardila, para quien “si bien algunas de las medidas para contener la propagación del virus han tenido impactos positivos en el medio ambiente (reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero GEI, disminución en la contaminación y mejora en la calidad del aire, entre otros), estos efectos son solo transitorios y debemos evitar a toda costa un efecto rebote que genere una mayor degradación ambiental, una vez la economía retome plenamente sus niveles de crecimiento previos a 2020”.
El Embajador Ardila propone garantizar una recuperación inclusiva y sostenible, que responda de manera simultánea a la crisis sanitaria, económica, social, climática y ambiental. “Todas las medidas para reactivar las economías deben cumplir con criterios de sostenibilidad y estar alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-, al Acuerdo de París y al Nuevo Marco post-2020 para la biodiversidad”, señaló.
Dentro de las políticas locales destacó el CONPES 4023 ‘Política para la reactivación, la repotenciación y el crecimiento sostenible e incluyente: nuevo compromiso por el futuro de Colombia’, el cual considera está en consonancia con el Pacto Nacional de Desarrollo y especialmente con el capítulo “Producir conservando y conservar produciendo”. “Nuestro desarrollo económico no debe ser a costa de nuestra riqueza natural, de nuestra biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que ella nos brinda”, enfatizó.
Para el Embajador Ardila una de las mayores lecciones que deja esta crisis global es una mayor consciencia sobre el grado de interdependencia de la salud humana y la salud de nuestros ecosistemas. “La degradación del medio ambiente, el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad no solo ponen en riesgo la supervivencia de millones de especies de animales y plantas, sino la nuestra”.
Reconoce que, la pandemia y sus impactos sobre el sistema económico y social también ha exacerbado las desigualdades existentes en la sociedad, tanto dentro, como entre los diferentes países. Por eso los planes de reactivación deben ayudar a construir sociedades resilientes, y ello requiere mayor inclusión social. “Si queremos superar los desafíos que enfrentamos, debemos hacerlo sin dejar a nadie atrás”, agregó.
Transformar las economías
Basado en su experiencia en el mundo empresarial, Antonio José Ardila, quien fue nombrado en 2019 como Embajador ante el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, responde que para lograr una recuperación económica, justa e inclusiva y acelerar la transición a una economía de cero emisiones de carbono, se requiere alinear los flujos financieros y las políticas económicas con una trayectoria de desarrollo sostenible, que permita superar la pobreza, disminuir la desigualdad, y hacer un uso sostenible de los recursos naturales.
“Debemos desacoplar el crecimiento económico de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, transformando nuestras economías con base en la tecnología y la innovación, para lograr cumplir con los objetivos climáticos que requieren reducir en un 45% las emisiones globales de aquí a 2030 y lograr la carbono neutralidad para el 2050”, señaló el embajador Ardila.
Y para lograr esta transformación, dice que las soluciones basadas en la naturaleza tienen un gran potencial, pues, implementados correctamente, este tipo de proyectos permiten generar empleos e ingresos para comunidades locales y poblaciones vulnerables, conservar la biodiversidad y sacar mejor provecho de los servicios ecosistémicos, a la vez que aporta a la adaptación y gestión del riesgo en los territorios.
“Tenemos un gran potencial en sectores innovadores que van a apalancar la reactivación económica creando empleos dignos, de calidad y en sectores sostenibles. La transición energética; la bioeconomía; la infraestructura sostenible; el turismo ecológico; las Soluciones Basadas en la Naturaleza; la reforestación y la restauración de los suelos, los bosques y los ecosistemas; sistemas agropecuarios sostenibles y resilientes al clima; y la conectividad y digitalización; son todos sectores con un enorme potencial para la reactivación y repotenciación económica en Colombia y en la región, que nos permitirán crear los empleos del futuro”, resaltó el Embajador.
Sobre la participación de empresas colombianas y británicas en suelo nacional en Race to Zero, el Embajador aplaudió esta decisión por el gran rol que juega el sector privado en este compromiso climático.
“Este es un logro muy importante, pues ningún compromiso de mitigación o de reducción de emisiones puede lograrse sin la participación del sector privado y empresarial. Sin duda el liderazgo del gobierno, a través de iniciativas como la nominación de un Net Zero Business Champion, ha sido fundamental para movilizar al sector privado y para impulsar ese compromiso que estamos viendo en la actualidad”, señaló.
“La ciencia nos ha indicado lo que debemos hacer, pero las soluciones no pueden provenir únicamente de los gobiernos. Necesitamos el aporte decidido de todos los sectores para avanzar en un desarrollo bajo en emisiones y para limitar el aumento de la temperatura media global a 1.5°C con relación a los niveles preindustriales. No hacerlo implicará consecuencias devastadoras para millones de personas, de especies, para numerosos ecosistemas, pero también generará pérdidas cada vez mayores para el sector privado, financiero, y para la economía global”, agregó.
Empresas modelo de sostenibilidad y resiliencia
La firma de ingeniería multinacional Aecom es una muestra de que, para ser una empresa líder en arquitectura e ingeniería, no es necesario ser dañino con el medio ambiente. Hace parte del grupo de empresas inscritas en Race to Zero.
Han apoyado a Colombia con proyectos como el mejoramiento de las condiciones del Rio Magdalena, el reasentamiento del pueblo de Gramalote, la evaluación de impacto ambiental del bloque costa afuera Purple Angel y también con múltiples proyectos USAID. Actualmente, lideran proyectos en aeropuertos y sistema férreo, entre los cuales se destaca el Regiotram (tren de cercanías) en donde aspiran a instalar en su mayoría estaciones tipo lead.
Para la ingeniera civil Alexandra Barrero, gerente de Desarrollo de Negocios en AECOM, esta empresa cuenta con una línea de sostenibilidad robusta, “es un área de resiliencia que se ajusta bastante bien y que no surge ahorita con la pandemia, sino que viene trabajando desde la casa matriz desde hace mucho tiempo, es un área muy bonita porque es resiliencia y cambio climático”.
En infraestructura, las recomendaciones que hace esta empresa con presencia en Colombia desde 2004 es generar el mínimo impacto en este tipo de proyectos, independientemente de que lo exija la ley y del tema económico. “En Colombia, si la inversión se va a traducir que en el largo plazo se va a reducir a que tiene que hacer menos inversiones, ahí sí son bastante receptivos con el tema, entonces ahí es donde nosotros intentamos que los impactos los vea el cliente como parte de una apuesta no solo ambiental sino de una inversión, desde el inicio”, señaló la ingeniera Barrero.
Basados en sus promesas ambientales, desde la arquitectura intentan hacer proyectos amables con el medio ambiente, ejemplo, en peajes no utilizar tanto los aires acondicionados en zonas cálidas, sino acudir estructuras en donde circule el aire de forma más natural. O usar materiales que armonicen con el medio ambiente.
Destaca del capítulo de Resiliencia de Aecom el enfoque de evitar más que remediar, y para ello trabajan de la mano con la Fundación Rockefeller, también comprometida con este tipo de cambios, ejemplo construir vías resilientes (Adaptadas al cambio climático, desde su construcción).
“Buscar ese impacto mínimo que te funcione, que te conecte. Estos países que no tienen tanto dinero deberían a largo plazo proyectarse desde la eficacia y el medio ambiente”, agregó la ingeniera civil.
Testigos de una evolución sostenible
KPMG es una red global de firmas que ofrece servicios de auditoría, de asesoramiento legal y fiscal, y de asesoramiento financiero y de negocio en 156 países. Es una de las cuatro firmas más importantes del mundo de servicios profesionales, las Big4, junto a PwC, Deloitte y Ernst & Young.
Llevan en el mercado colombiano más de 60 años, y basados en esta experiencia dan fe de la evolución de las empresas colombianas en sostenibilidad.
Para Juanita López Peláez, directora Cambio Climático y Sostenibilidad KPMG en Colombia “Han avanzado mucho, sobre todo las empresas grandes, empresas públicas, avances en temas de trasparencia y fortalecer mecanismos de reportes, pero falta un camino largo por recorrer, sobre todo en pequeñas y medianas empresas (Lo ven como un tema costoso) se enfocan a un cumplimiento normativo a veces se ve como un tema accesorio y no estratégico”.
De acuerdo con sus estudios han encontrado que para los CEOs de América Latina lo que más les preocupa ahora es precisamente el cambio climático y temas ambientales. Colombia muestra una evolución en este tema y aparece con un desempeño muy importante al vincular sus objetivos con la agenda 2030, siguiendo los ODS.
“Vemos que, sobre el cambio climático, cada vez más, el 52% de las compañías más grandes del país tienen metas de reducción de emisiones. Y si uno baja este tema a las pymes los compromisos son incipientes”, señala Juanita.
En 2020 trabajaron con el DNP en un programa de preparación del ‘Fondo verde para el clima’ para diseñar una estrategia de enrutamiento con el sector privado y el riesgo climático, con los sectores de agua, desarrollo urbano, agro, financiero y asegurador.
El reto, para Juanita es “entender que el cambio climático puede representar un riesgo financiero para el negocio. Si no se adapta puede traer riesgos reputacionales, financieros, el consumidor está cambiando y es más exigente, con, proveedores de capital también están siendo á exigentes”.
A nivel Latinoamericano, encontramos que el 14% de las compañías entienden y reportan que el cambio climático puede generar un riesgo para el negocio. “Todavía hay mucha brecha en la forma de alcanzar las metas, en el cómo”.
Considera que el sector financiero tiene un reto importante en la medida que es jalonador entre los inversionistas institucionales y en el sector real. “También el sector asegurador ayuda no solo a contribuir en aumentar el tema de la resiliencia en el país, con el cambio climático, aumentando la tasa de cobertura de todo tipo de riesgos, sino con nuevos productos y estudios”, agregó la directora de Cambio Climático y Sostenibilidad de KPMG, otra empresa que hace parte de Race to Zero.