FINANZAS
Las personas con salarios altos no muestran más compasión por los demás, según estudio
Los investigadores analizaron los datos de una encuesta realizada en 162 países, en la que participaron 1,6 millones de personas.
Una de las preguntas que más se ha realizado el ser humano tiene que ver con su riqueza. ¿El dinero tiene la capacidad de hacernos más felices y compasivos? Investigadores de Singapur y Estados Unidos decidieron tratar de responder esta incógnita.
Según su estudio, publicado en la revista de psicología Emotion, aquellas personas que cuentan con salarios o ingresos muy altos se sienten mejor consigo mismos, pero su dinero no hace que se preocupen más por los demás.
A partir de los resultados arrojados por el estudio, los investigadores explican que la cantidad de dinero que gana una persona sí puede determinar si se siente bien o mal consigo mismo. Estos sentimientos se denominan emociones positivas o negativas de autoestima.
Por eso, aquellas personas que pueden darse uno que otro lujo sin preocuparse de más por el costo es probable que experimenten emociones positivas, entre las que resaltan la confianza, el orgullo y la determinación.
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Estas emociones son contrarias para las personas que luchan por llegar a fin de mes, pues tienden a experimentar emociones negativas como la tristeza, el miedo y la vergüenza.
“Los efectos de los ingresos en nuestro bienestar emocional no debe subestimarse”, dice el autor del estudio, el Dr. Eddie Tong, profesor asociado de la Universidad Nacional de Singapur, en un comunicado de prensa de la Asociación Estadounidense de Psicología.
“Tener más dinero puede inspirar confianza y determinación mientras que ganar menos se asocia con tristeza y ansiedad”, complementó.
Este estudio se pudo llevar a cabo gracias a una encuesta realizada en 162 países, en la que participaron 1,6 millones de personas. Además, esto les permitió descubrir que si una personas vive en Estados Unidos o en un país en desarrollo, su relación con el dinero no cambia. Las personas que ganaban más se sentían más seguras, orgullosas y decididas en comparación con los demás.
Sin embargo, a diferencia de las emociones de autoestima, otras como la compasión, la gratitud y el amor hacia los demás no se ven alteradas por el dinero, informan los investigadores.
“Tener más dinero no necesariamente hace que una persona sea más compasiva y agradecida, y una mayor riqueza puede o no contribuir a construir una sociedad más solidaria y tolerante”, explica el Dr. Tong.
No obstante, los autores decidieron indagar un poco más y analizar los efectos a largo plazo de los ingresos en las emociones de una persona. Para esto decidieron entrevistar a más de 4.000 personas en Estados Unidos.
Los resultados arrojaron que ganar más dinero contrae niveles más altos de emociones de autoestima, incluso 10 años después de la encuesta. Asimismo, ganar menos siguió prediciendo más sentimientos de miedo y vergüenza una década después.
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, el ingreso familiar promedio en 2019 fue de US$68.703, un aumento de casi un 7 % con respecto al año 2018.
Actualmente, los legisladores están presionando para impulsar el aumento del salario mínimo federal para que alcance los US$15 dólares. Esto ya es ley en algunos estados del país.
“Las políticas destinadas a aumentar los ingresos de la persona promedio y estimular la economía pueden contribuir al bienestar emocional de las personas”, apunta el Dr. Tong.
“Sin embargo, puede que no contribuyan necesariamente a las experiencias emocionales que son importantes para la armonía comunitaria”, señaló.