LEGISLACIÓN
Los 5 cambios que trae la nueva Ley de Regiones
La iniciativa busca sumar esfuerzos para impulsar de manera conjunta la ejecución de proyectos que promuevan el desarrollo de los departamentos.
A un paso de convertirse en ley está el proyecto de Ley de Regiones, que luego de surtir los debates en comisiones y plenarias de Cámara y Semana, en la semana de Pascua será enviado a sanción presidencial. Se trata de un instrumento que busca acelerar los procesos de descentralización y autonomía en las entidades territoriales, como lo ordenó hace ya 28 años la Constitución Política.
El proyecto ya tuvo su proceso de conciliación en las comisiones de Senado y Cámara, donde se zanjaron las diferencias que reflejaban los textos aprobados por cada una de estas corporaciones, que finalmente decidieron que acogerían el texto aprobado el 12 de diciembre de 2018, durante el último debate a la iniciativa, aseguró Carlos Ernesto Camargo Assís, director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos.
De acuerdo con el directivo, “la aprobación de la Ley, en la que han trabajado unidos los 32 departamentos con las bancadas de las regiones, con el apoyo de la Federación; es un impulso histórico para el desarrollo de nuestras regiones”.
La nueva Ley de Regiones fue diseñada como un paso decisivo para impulsar los procesos de ordenamiento territorial y estos son los cinco principales cambios que trae
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1. Clústeres para el desarrollo regional. Bajo la nueva ley, se promueve que los departamentos puedan constituirse en Regiones Administrativas y de Planificación (RAP), un modelo con base en el cual las entidades territoriales pueden sumar esfuerzos y hacer sinergias para impulsar conjuntamente su desarrollo.
Igualmente, crea las condiciones para que, en el futuro, si las RAP tienen éxito puedan avanzar hacia un mayor desarrollo en su vida administrativa, mediante la conformación de Regiones Entidad Territorial (RET). De hecho, ya varios departamentos están avanzando en los procesos para integrar las RAP con sus vecinos y han conseguido estructurar proyectos que lucen promisorios. Entre ellos están la construcción de la Plataforma Logística del Eje Cafetero, el reconocimiento por parte de la Unesco del Ecoparque del Nevado del Ruiz y el fomento del ecoturismo sostenible en las regiones de la Orinoquía y la Amazonía.
Los gobernadores ya reconocen sus atributos y sus opciones prácticas. Ricardo Alvarado Besten, gobernador de Arauca, asegura que en su región “nacen varios de los ríos más importantes del país, se encuentran las áreas de turismo naturaleza más apreciadas del mundo y nuestra contribución a la seguridad alimentaria es enorme, por lo cual le veo un futuro enorme a la RAP Orinoquia”.
Por su parte Sorel Aroca, la gobernadora de Putumayo, explica que “esta ley llega en el momento preciso de cara a la conectividad de un país regional asentado, pensado en desarrollar potencialidades, no solo municipales, sino departamentales, articuladas como región”.
El gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, explica que con la noticia de la aprobación de la Ley de Regional cobran impulso definitivo de las RAP para que todas las entidades territoriales, sin discriminación alguna, puedan trabajar unidas con el objetivo de conseguir el desarrollo social y económico que las comunidades requieren.
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2. Ligas regionales, sin atomización. La nueva ley no tiene capacidad y su intención tampoco es propiciar procesos separatistas como los que se han presentado, por ejemplo, en España. Simplemente les confieren mayor autonomía a las regiones para gestionar sus recursos y no solo conserva sino fortalece la relación entre Nación-Región. Aquellos proyectos viables podrán ser financiados por la Nación, al menos de manera parcial, como ya ocurre en el caso de la plataforma logística del Eje Cafetero, que cuenta con aportes del Ministerio de Obras Públicas y Transporte.
3. Crecimiento sin más burocracia. La nueva norma no crea cargos nuevos, entre otras cosas porque durante el trámite en el Senado fueron abolidas de su texto figuras como las de gobernadores de las regiones o comisariatos regionales. Además, los recursos gestionados solo podrán ser utilizados para inversión, pero no para funcionamiento.
4. No habrá reducción en el giro del SGP. La ley deja claro que en ningún momento podrán verse afectados los recursos del Sistema General de Participaciones asignados a departamentos, municipios y distritos. La financiación de las iniciativas surgidas de las RAP tendrá su propio modelo, sin comprometer recursos que hacen parte de la bolsa común compartida por las entidades territoriales.
5. No habrá discriminación territorial. Todos los departamentos del país interesados en aprovechar las ventajas de la nueva ley, independiente de sus capacidades técnicas y administrativas, pueden hacer parte, con sus vecinos y asociados, de la Región Administrativa de Planificación (RAP), que representan un modelo asociativo para que las regiones puedan sumar esfuerzos para su desarrollo.
De hecho, ya existen RAP que cuenta para su conformación con el concepto previo favorable de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado. Las más avanzadas son la región Caribe y las del Eje Cafetero. Incluso, Ecopetrol ha estado acompañando la conformación de la RAP de la Orinoquía, con el propósito de impulsar el desarrollo de una de las regiones más ricas en recursos naturales en las Américas.