IMPUESTOS
Los atajos que usó Trump para pagar tan pocos impuestos siendo multimillonario
La investigación de The New York Times reveló las ‘jugaditas’ del presidente de EE. UU. para poner casi en ceros sus declaraciones de renta.
A pocas horas de que Estados Unidos y el mundo presencie el primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump, los impuestos del actual mandatario siguen dando de qué hablar y podrían convertirse en su espada de Damocles, de cara a los comicios de noviembre próximo.
La explosiva revelación del New York Times tiene al presidente de EE. UU. contra las cuerdas, a tal punto que podrían llevarlo a perder la reelección contra el candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden.
De hecho, este martes, Biden hizo una jugadita que podría afectar aún más a Trump. En un movimiento inesperado, publicó su declaración de renta del 2019, en la cual reveló que él, junto con su esposa (Jill), tuvieron ingresos de 985.000 dólares el año pasado, por los cuales pagaron 288.000 dólares en impuesto de renta.
La publicación no tendría mayor relevancia, si no fuera por la investigación del diario estadounidense, que reveló que Trump solo pagó 750 dólares en 2016 y 2017, incluso siendo uno de las personas más ricas del mundo. ¿Cómo logró esta hazaña?
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La respuesta está en los pasivos de sus finanzas. En Estados Unidos, como en buena parte de mundo, se les permite a las personas descontar algunos pasivos u obligaciones del pago de sus tributos. El propio mandatario aseguró que tenía derecho a dichos reembolsos.
En rueda de prensa, aseguró que pagó “muchos millones de dólares en impuestos” pero que se acogió a las normas de depreciación monetaria y reembolsos fiscales, y añadió que además tiene más activos que volúmenes de deuda.
Según la consultora Tax Back, los contribuyentes pueden optar porque estas devoluciones se depositen en su cuenta bancaria, recibir un cheque o adquirir el reembolso aplicado al Imporrenta de la siguiente vigencia.
En el caso de Trump, The New York Times encontró que “ha tomado medidas cuestionables para reducir el pago de impuestos, entre ellas un reembolso de 72,9 millones de dólares en devolución de impuestos que está sujeto a una auditoría del servicio estadounidense de hacienda”.
Quizá una de las más determinantes para mantener a regla sus impuestos incluyó el pago de casi 95 millones de dólares en impuestos federales sobre la renta durante 18 años, por cuenta del éxito de su programa ‘El Aprendiz’. Posteriormente, logró recuperar la mayoría de ese dinero, con intereses.
“El reembolso disminuyó el total de su factura tributaria federal por concepto de impuestos por ingresos entre 2000 y 2017 a un promedio anual de 1,4 millones de dólares. En comparación, el estadounidense promedio que forma parte del 0,001 por ciento que más ingresos tiene pagó anualmente unos 25 millones de dólares en impuestos federales por ingresos durante el mismo periodo”, detalló el diario.
Hoy en día, esta operación de reembolso sigue en el radar de las autoridades tributarias estadounidenses, quienes buscan determinar si cumplía con todas las de la ley. Y es que si bien a los inversionistas se les permite declara una pérdida total en un negocio -como hizo Trump con un grupo de sus casinos-, estos deben demostrar que no recibieron nada a cambio.
Gastos de avión, estilistas y consultorías
Algo similar sucedió con sus gastos personales, que declaró como costos de operación, cuando normalmente los ciudadanos no pueden hacer estas jugaditas, consideradas por expertos en tributación como formas de evadir el pago de impuestos.
Según The New York Times, la información fiscal del presidente confirma que “clasificó el costo de su avión, que utiliza para transportarse entre sus residencias, como un costo de operación. Los cortes de pelo (que suman más de 70.000 dólares para peinarse durante el programa El aprendiz) también entran en la misma categoría, al igual que los casi 100.000 dólares pagados al estilista y maquillista favorito de Ivanka Trump”.
Todo esto va restando el valor final a pagar, que se suma, además, a los honorarios de consultoría. En casi todos sus proyectos, las empresas de Donald Trump clasifican parte de los ingresos con este rótulo. Además de la semántica, este cambio les permiten a las compañías registrar los dineros como gastos empresariales, ergo, se reduce la base gravable del impuesto.
Finalmente, el prestigio de la marca Trump no ha coincidido con muchos de sus negocios activos. El presidente se ufana de ser uno de los mejores empresarios y de haber logrado salir adelante, pese a algunas crisis en su historial empresarial. Lo que nunca mencionó son las elevadas pérdidas que reportan algunos de sus negocios, que lejos de perjudicarlo, lo benefician en el frente tributario.
La Organización Trump, que incluye a más de 500 entidades, “ha utilizado las pérdidas para compensar las cuantiosas ganancias de la concesión de licencias de la marca Trump y otros elementos rentables de su negocio”.
En plata blanca, esto quiere decir que al reportar ante las autoridades que tuvo pérdidas muy elevadas, el imperio de Trump pudo borrar los ingresos obtenidos por licencias y ventas. Si no hay ganancias, no hay impuestos que pagar.
Las revelaciones se dan en un momento crucial y podrían pasarle factura al mandatario de EE. UU. en las próximas elecciones. No obstante, para muchos ciudadanos, estas ‘jugaditas’ son consideradas como inteligentes y poco les importan a la hora de depositar el voto. El primer impacto real solo se conocerá a finales de este martes, cuando termine el primer debate presidencial.