Economía
Los geólogos y geofísicos le responden al presidente Petro: “Es una actividad en la que se necesita mucho cerebro”
Flover Rodríguez, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía, dijo: “Es bastante desafortunado que se siga sembrando odio o rabia hacia una industria que es fundamental para el país, si queremos materializar la transición energética”.
En el marco de la instalación de la asamblea cafetera que convocó el Gobierno hace unas semanas, y a la que no invitó a la Federación Nacional de Cafeteros, el presidente Gustavo Petro dijo, al referirse a la explotación de recursos del subsuelo: “Cuando se habla de extraer, ahí no se habla de mucho trabajo. Extraer lo que ya está debajo de la tierra, llámese carbón, llámese petróleo, llámese oro, llámese níquel. Para extraer prácticamente no se necesita ni el cerebro, una palanca y un tubo, y otro tubo arrastra el petróleo y llega al barco y adiós”.
Y, además, no perdió la oportunidad de volver a comparar la industria petrolera y carbonera, con la cocaína. SEMANA dialogó con Flover Rodríguez, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (ACGGP).
SEMANA: ¿Es verdad que para extraer no se necesita mucho trabajo, como dice el presidente Petro?
FLOVER RODRÍGUEZ: Se necesita mucho cerebro, se necesitan muchas capacidades humanas e intelectuales para explorar y para producir recursos del subsuelo. Se necesita de profesiones como la geología, la geofísica, como la misma ingeniería. Y personas, además, que han invertido recursos en su formación. No solo de base, de pregrado, sino también en los más altos niveles de posgrados, maestrías y doctorados. Que, de alguna manera, los vincula a una industria que, por demás, es altamente retadora y altamente necesitada de conocimiento y de tecnología.
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Definitivamente, encontramos bastante desafortunadas estas declaraciones, en el sentido de que son personas, al final de cuentas, las que están detrás de la exploración y producción de hidrocarburos, en particular, o de recursos minerales.
Y son personas que tienen unas capacidades intelectuales, profesionales y académicas que las hacen merecedoras de respeto, por supuesto. Y un reconocimiento importante, además, por desempeñar una labor, por demás, importante, fundamental, clave, para el país y para el cumplimiento de los objetivos que el actual gobierno se ha trazado.
Entonces, se necesita de mucha inteligencia, de mucha capacidad y, por supuesto, de mucho trabajo para producir recursos del subsuelo.
SEMANA: ¿Cómo es el proceso de formación y qué competencias deben tener los profesionales en este campo?
F.R.: En términos generales, en una industria como la minera o la de hidrocarburos, se desempeñan diferentes profesiones: ingenieros de minas, civiles, geólogos, geofísicos, ingenieros de petróleos, entre otros. Profesionales que se han formado por más de cinco años en universidades nacionales o extranjeras, que, además, muy seguramente, han estudiado maestrías, doctorados, para ampliar ese campo de acción y para especializarse en ciertas líneas de trabajo.
El proceso de sacar recursos del subsuelo no solo requiere de conocimiento especializado, también requiere de desarrollos tecnológicos que ha venido haciendo la industria de hidrocarburos. Desarrollos tecnológicos, además, que fácilmente se han podido utilizar en otros sectores.
Sacar recursos del subsuelo requiere de inversiones en conocimiento, en generación y obtención de datos del subsuelo a través de perforaciones, a través de imágenes del subsuelo, a través del análisis.
Pero también requiere inversiones importantes, por supuesto, de parte de las compañías que se dedican a hacer este trabajo. Y es allí en donde resulta fundamental reconocer que el trabajo y obtener información del subsuelo no solo es útil para sacar minerales o recursos como el petróleo o el gas.
Conocer el subsuelo también nos permitiría identificar agua subterránea, que en muchas regiones es bastante importante para solucionar crisis hídricas. Entonces, es amplio el campo de acción.
SEMANA: Además de hidrocarburos y de minería, ¿en dónde más se mueven ustedes?
F.R.: Es gigantesco. Para que las personas se hagan una idea, muchas de las comodidades que hoy tenemos como sociedad las hemos logrado por el avance del conocimiento y especialmente por utilizar el conocimiento geológico. Los geólogos, los geofísicos nos podemos desempeñar fácilmente en la gestión del riesgo, entendiendo fenómenos de origen natural que pueden ocurrir y que son comunes, además, en nuestro país. Recordemos que la región andina de nuestro país, en donde se asienta el 80% de la población, está expuesta a diferentes fenómenos naturales, desde terremotos, erupciones volcánicas, hasta deslizamientos, inundaciones.
Los geólogos estamos en la capacidad de comprender cómo pueden ocurrir esos fenómenos, en dónde pueden ocurrir y proponer diferentes proyectos que nos permitan prevenir.
Especialmente, salvar vidas y salvaguardar la infraestructura del país. Pero además de eso, podemos desempeñarnos en la exploración y producción de agua subterránea en diferentes regiones del país. Agua que en un buen sentido puede ser bastante útil para resolver crisis hídricas en algunas regiones.
La geología también tiene la capacidad de buscar el recurso geotérmico. Ese calor que aprovechamos del subsuelo para generar electricidad, lo encontramos los geólogos o los geofísicos. Y finalmente, si queremos irnos a darle una mirada a los nuevos energéticos, el hidrógeno blanco, que lo llamamos el hidrógeno geológico, también lo podemos buscar en el subsuelo.
De ahí en adelante es basto el campo de acción que tenemos en los planes de ordenamiento territorial que necesitan los municipios.
Los municipios del país tenemos mucho que aportar. El Ministerio de Vivienda hace unos años publicaba que más del 80% de los instrumentos de ordenamiento territorial del país están desactualizados o no están vigentes. Así que tenemos mucho trabajo que hacer.
Entre muchas otras cosas en las que nos podemos desempeñar, la geología es una ciencia bastante amplia, bastante interesante y muy, muy atractiva, porque impacta directamente la vida de las personas en los diferentes territorios.
SEMANA: ¿Cómo recibieron la declaración del presidente?
F.R.: Pues es bastante triste porque además nosotros recientemente elaboramos una encuesta nacional con el propósito de medir en qué estado de empleabilidad se encuentran nuestros profesionales. Y nos encontramos con que alrededor del 50% de los geólogos, ingenieros geólogos o geocientíficos que se han formado y que estamos en Colombia, están desempleados.
Es bastante desafortunado que se siga sembrando odio o rabia hacia una industria, primero, que es fundamental para el país, es fundamental si queremos materializar la transición energética, si queremos materializar el Plan Nacional de Desarrollo, el ordenamiento territorial alrededor del agua.
Así que mientras se marchita esta industria, pues nuestros colegas también van a estar sin trabajo. Y es lamentable porque es una industria y es un trabajo que ha apalancado al país en términos económicos y en términos sociales. Hay muchas cosas por mejorar, por supuesto, que queremos industrializar el país y darle valor agregado a los recursos que producimos. Es clave y me parece que es coherente, incluso. Pero esta industria puede ayudarnos a apalancar todos esos planes que tenemos.
Llamamos la atención a que involucremos más el conocimiento geológico en la construcción de política pública y se tenga en cuenta al momento de tomar decisiones de orden territorial, de desarrollo energético, entre muchas otras.
Y los geólogos, ingenieros geólogos y geocientíficos del país estamos más que preparados para seguir aportando a ese desarrollo. Tenemos capacidades de adaptarnos a diferentes entornos.
SEMANA: ¿Usted cree que el presidente está menospreciando el trabajo de los profesionales que desean? ¿Que desempeñan en este campo?
F.R.: Yo quiero pensar que el presidente no conoce de cerca cómo se realizan las actividades en el sector. Y que no conoce de cerca el trabajo que desempeñan ingenieros, geólogos, geofísicos, buscando y produciendo recursos del subsuelo.
Definitivamente quiero pensar que no podemos castigar a una industria y que no queremos sembrar más odio hacia una industria que es importante para el país. Y que al final de cuentas no queremos construir sobre la violencia. Queremos erradicar la violencia en el país. Y para eso, pues, debemos partir por el reconocimiento, por supuesto, de lo que cada uno de nosotros, como ciudadanos, al final de cuentas, podemos aportar para el desarrollo del país.
SEMANA: ¿No le parece un contrasentido lo que dijo el presidente frente a los profesionales y frente al tema de la transición energética de la que tanto habla el gobierno?
F.R.: La transición energética se va a materializar en la medida en que tengamos un norte, sepamos para qué queremos esos nuevos energéticos y si estamos en la capacidad, además de implementarlos en nuestro país. Pero definitivamente es el sector minero energético el pilar sobre el cual debemos apoyarnos para impulsar esa transición energética que va a tener un periodo en el que va a llamarse más una coexistencia energética.
Vamos a tener diferentes energéticos compartiendo en el mismo momento y eso es clave porque eso nos va a dar la tranquilidad de garantizar la seguridad energética, que es fundamental para el país, porque la transición energética demanda importantes recursos en inversión.
SEMANA: El presidente no solo dijo eso, también afirmó lo siguiente: “Lo que llega es un chorro de dólares por el petróleo, por el carbón y por la cocaína”. ¿Cuál es su reacción frente a la comparación que hace el jefe de Estado del petróleo y el carbón con negocios ilícitos como la cocaína?
F.R.: Total rechazo. Desafortunadamente no podemos siquiera pensar en comparar dos cosas, una legal y una ilegal. No deberíamos hacerlo en ningún momento. Seguramente el presidente ve cosas que se pueden mejorar, y estoy de acuerdo en que todo es sujeto de mejora, pero no podemos de ninguna manera comparar el ejercicio que hacen miles de profesionales y no profesionales que trabajan en el sector minero energético con una actividad ilegal.
Así que es bastante desafortunado que se compare de esa manera a trabajadores que desde los territorios se vinculan a las diferentes empresas que realizan actividades de exploración y de producción, además de los muchos profesionales que se han formado y que se han preparado en universidades. Así que es bastante desafortunado que se pongan a trabajar en las universidades públicas y privadas del país o del exterior para dedicarse a esta labor.
SEMANA: ¿Usted cree que la actividad extractiva en el país se ha ideologizado?
F.R.: No. No creo que la actividad per se sufra de ideologización. Creo que el actual gobierno tiene una visión del país y de alguna manera, no parece que estuviera en la ecuación la participación activa del sector minero energético, que además hoy, digamos, tiene muchas cosas que aportarle a la materialización de todos los planes que tiene el gobierno nacional.
Yo quisiera pensar que en este país cabemos todos, que podemos ponernos de acuerdo en lo fundamental y que sobre eso podemos empezar a avanzar, que podemos construir de la mano ese país mejor que queremos tener. Y definitivamente creo que todos los sectores que podemos aportar, desde la academia, desde la industria, desde el gobierno, desde la sociedad en general, debemos ser capaces de conversar, de hablar con respeto, de reconocernos como iguales y de avanzar con unos planes concretos, seguros hacia ese país, esa Colombia mejor que queremos todos, definitivamente.
SEMANA: Usted mencionó el tema del actual gobierno frente a la visión que tiene de la industria extractiva. ¿Ese sesgo limitaría el desarrollo de la industria, por ejemplo, con la exploración y explotación de los minerales de la transición energética, el cobre, el litio, demás, que son tan necesarios en este proceso donde todos estamos a la expectativa de qué es lo que va a pasar?
F.R.: Definitivamente el que no tomemos decisiones a tiempo nos va a costar en el futuro, porque el proceso exploratorio no es un proceso de corto plazo. La exploración por recursos, llámese minerales estratégicos o llámese hidrocarburos o nuevos energéticos, requiere tiempo. Como mínimo, levantar una línea base de conocimiento nos puede tomar fácilmente entre cuatro y seis años. Así que es momento de tomar decisiones, nuevamente de trazarnos ese norte claro para saber entonces cómo vamos a llegar allá.
Y ahí el rol especialmente de las instituciones es fundamental. Hay una institución que se llama el Servicio Geológico Colombiano, que es la encargada de levantar todo el conocimiento geológico del país.
Entre muchas cosas, por supuesto, también levantar ese conocimiento asociado a los minerales estratégicos. Pero nos llevamos una sorpresa este año porque ha sido reducido su presupuesto de inversión un 43% aproximadamente. Entonces uno no comprende cómo nos trazamos unos objetivos de transición energética, pero desincentivamos la generación de conocimiento que es importante para esa transición energética. Necesitamos conocer el país en detalle, desde la superficie hasta el subsuelo, porque esa es la mejor forma que tenemos de proteger los territorios y de gestionar los recursos. Si no conocemos, si no sabemos qué hay en el subsuelo, difícilmente vamos a poder tomar decisiones acertadas y estratégicas para el desarrollo del país.
SEMANA: Hay preocupación en algunos sectores, porque el discurso del gobierno podría minar la seguridad y la soberanía energética. ¿Usted está de acuerdo con eso?
F.R.: Si no tomamos decisiones y si no avanzamos, si no hacemos, hoy nos va a pasar factura el corto y mediano plazo. ¿A qué me refiero? Hoy tenemos la oportunidad de seguir encontrando recursos en el continente, además de las oportunidades que ya veremos, por ejemplo, en el Mar Caribe con el gas que se ha encontrado allá.
Pero definitivamente necesitamos mensajes en los que nos reconozcamos la oportunidad de seguir avanzando. Hay regiones en el país, el Valle Inferior del Magdalena, los Llanos Orientales, el Valle Medio del Magdalena, donde podemos seguir buscando por recursos y deberíamos hacerlo.
Hay regiones donde no nos hemos adentrado, como la región Pacífica del país. Imagínese usted que pudiéramos tener un descubrimiento de gas en el Pacífico con toda esa necesidad de gas que tiene el Valle del Cauca, Nariño y demás. Un gas que además tenemos que traer desde el Caribe hasta el Pacífico.
Negarnos la oportunidad de seguir buscando por nuevos energéticos es básicamente negarnos la oportunidad de resolver muchas necesidades de base energética que tienen las regiones del país. Y las decisiones se deben tomar a tiempo. Si nos demoramos, podemos caer en riesgos innecesarios. Por ejemplo, el desabastecimiento de gas, la pérdida de autosuficiencia. Entonces, sí es prudente que tomemos decisiones, que nos digamos qué vamos a hacer y nos movamos hacia ello.
Y que generemos el ambiente necesario. Gobierno, industria, incluso academia, para que el proceso avance de una manera decidida.
SEMANA: De acuerdo con la encuesta laboral que hicieron en el sector, ¿qué pasa con el tema salarial?
F.R.: Años atrás, los medios de comunicación publicaron que los geólogos somos los profesionales mejor pagos del país. Sin embargo, nuestra encuesta nos muestra que alrededor de un 45% de nuestros profesionales tienen un rango salarial entre 1 y 3 millones de pesos.
Lo que ya nos muestra un panorama diferente a lo que se pensaba. Además de eso, digamos que los geólogos, geocientíficos, ingenieros geólogos, están vinculados especialmente con el sector minero energético, en una proporción de alrededor del 35% de los profesionales. Pero también, en el sector agropecuario, tenemos un rango salarial entre 1 y 3 millones de pesos. Nuestros colegas se desempeñan en el sector ambiente, desarrollo sostenible. En el sector público. Y la academia también es un lugar en donde nuestros profesionales desarrollan investigación o hacen docencia.
Pero en términos generales, a pesar de lo importantes que somos para el país, para el desarrollo territorial, no encontramos esas oportunidades. Y creemos que en parte es porque hay un desconocimiento de lo que hacemos en el país.
SEMANA: ¿Cómo están esas instituciones alrededor de la profesión en la que ustedes se mueven? Usted mencionó el Servicio Geológico, pero también está la Unidad Nacional de Riesgos, todo lo del Ministerio de Ambiente alrededor de todo este tema de aguas subterráneas…
F.R.: Desde hace varios años, nosotros venimos insistiendo en que además de profesionalizar los territorios, es prudente que la institucionalidad se fortalezca en sus capacidades. Y eso pasa por diversificar su planta y, por supuesto, nutrirla de profesiones base que son fundamentales para la misión y los objetivos de esas instituciones.
En el caso del Servicio Geológico Colombiano, lo que hemos visto es que se ha venido fortaleciendo la base administrativa de la institución. Sin embargo, la base técnica, que es el corazón de la institución, y la misión de la institución, se ha venido disminuyendo.
Entonces, eso preocupa porque la institución no es una administradora, a pesar de que necesitamos a esos profesionales. La institución es una generadora de nuevos conocimientos. Y de la misma manera se puede replicar esa necesidad de fortalecimiento a muchas instituciones. La Unidad, la misma Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, entre muchas otras, necesitan construir sobre los pilares del conocimiento toda la gestión que deben desempeñar en el país.
Y, por ejemplo, para el caso de la gestión del riesgo, deberíamos tomar la decisión de invertir en prevención y no atención de los desastres. Deberíamos preocuparnos por no ir a recoger escombros o muertos. Deberíamos preocuparnos por evitar esas pérdidas. Y aunque no podamos predecir el momento, y el lugar exacto donde puede ocurrir un desastre, sí podemos preparar a los territorios de manera integral para que cuando ocurran esos desastres, pues las pérdidas sean mínimas.