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¿Los líderes de Silicon Valley son psicópatas? Estos son los escándalos que los rodean

Maëlle Gavet lleva 15 años en la industria de la tecnología y reveló en un libro casos puntuales de empresarios que, según ella, tienen este tipo de comportamientos.

28 de septiembre de 2020
Mark Zuckerberg y Elon Musk, líderes de Silicon Valley
Mark Zuckerberg y Elon Musk, líderes de Silicon Valley | Foto: Commons/AFP

Para nadie es un secreto que desde Silicon Valley se maneja gran parte del mundo, pues sus desarrollos e inventos tecnológicos han transformado el diario vivir de las personas. Pero detrás de esas mentes brillantes y poderosas hay personas que parecieran tener comportamientos psicópatas. Así lo revela Maëlle Gavet, una veterana de 15 años en la industria de la tecnología, que reveló algunas conversaciones que tuvo en un cóctel de Silicon Valley en 2017. Fueron tan impactantes estas charlas que develaron ciertos comportamientos extraños, que Gavet se dio a la tarea de escribir su nuevo libro: “Pisoteado por unicornios: el problema de la empatía de las grandes tecnologías y cómo solucionarlo” (Wiley), que se publicará el martes.

Gavet señaló a ‘The New York Post’, uno de los diarios más antiguos de Estados Unidos, que en una oportunidad estuvo hablando con uno de los primeros inversores de Uber y él mencionó algunas de las noticias o escándalos que rodearon al cofundador y director ejecutivo de la empresa, Travis Kalanick. Por ejemplo, en la conversación sostuvieron temas como el espionaje de pasajeros, el acoso sexual y una cultura laboral machista tóxica.

De acuerdo con Gavet, cuando cuando ella tocó ciertos temas que habían impactado la opinión pública, el inversor solo se rió y dijo: “Oh, no, es mucho peor de lo que nadie sabe”. Como era de esperarse, Gavet le preguntó por qué decidió hacer negocios con alguien con dichos antecedentes. Al respecto, el empresario respondió de manera enfática: “Puede que sea un idiota, pero él es mi idiota”.

Aunque Kalanick fue derrocado como CEO de Uber en 2017 y renunció a la junta directiva de la compañía a principios de este año, su comportamiento psicópata es demasiado común entre los ejecutivos de Big Tech. O al menos es lo que afirma Gavet en su libro.

De acuerdo con la lista de verificación de psicopatía de Hare, la herramienta de diagnóstico universalmente aceptada que se utiliza para evaluar este trastorno, una personalidad psicópata incluye rasgos como un sentido grandioso de autoestima, falta de remordimiento o culpa, malos controles conductuales, mentiras patológicas y falta de empatía. Estos atributos no solo están presentes “sino que se celebran en Silicon Valley”, dice Gavet, quien una vez ocupó el cargo de vicepresidente ejecutivo de operaciones globales de Priceline Group, entre otros roles.

Uno de los malos comportamientos que han tenido estos audaces y poderosos ejecutivos vino desde que Elon Musk tuiteó información errónea sobre la pandemia hasta el cofundador de WeWork, Adam Neumann, que ahora está siendo investigado por el fiscal general del estado de Nueva York por acusaciones de autocontratación.

En otro caos, la directora ejecutiva de Theranos, Elizabeth Holmes, es conocida por prometer que su compañía de análisis de sangre revolucionaría la atención médica con innovadoras pruebas de punción digital que ofrecían resultados rápidos, indoloros y baratos. Pero sus afirmaciones eran falsas. Ahora está acusada de fraude y, según los informes, planea hacer una declaración de locura cuando vaya a juicio en marzo.

"A través del poder de su psicopatía, Holmes convenció a muchos, incluidos inversionistas y políticos veteranos, “de su ‘visión mesiánica’ de desafiar la realidad con su kit de análisis de sangre ‘milagroso’”, escribe Gavet. De hecho, los rasgos psicopáticos de Silicon Valley “se filtran a través de organizaciones enteras”, dice Gavet. “En efecto, creando empresas psicopáticas”.

Para la experta, esto es posible gracias a una “cultura infantilizada” en muchas empresas de nueva creación, donde los empleados se acostumbran a trabajar en “burbujas hiperprivilegiadas donde se satisfacen todos sus caprichos y se anticipan todas sus necesidades”, escribe.

En Google, por ejemplo, los empleados disfrutan de cápsulas para la siesta, masajes gratuitos y un servicio de conserjería estilo hotel de lujo para hacer mandados. Según los informes, la empresa de biotecnología Genentech ofrece beneficios como lavados de autos en el lugar, cortes de cabello, tratamientos de spa e incluso un dentista.

“Al albergar a estos chicos en este pequeño capullo o útero, enfatiza el problema de los hombres jóvenes, donde mamá se encarga de todo”, dice Richard Walker, profesor emérito de geografía en la Universidad de California.

Otra situación que evidenciaría el comportamiento psicópata de los poderosos empresarios fue cuando durante una cena, Gavet les preguntó cómo se sentían acerca del suicidio y ambos dijeron: ‘Es triste, pero es el costo de la interrupción’". En ese sentido, añade que, "es una excusa que ha escuchado repetidamente. No puedo decirles la cantidad de veces que escuché a personas en Silicon Valley descartar algo horrible que pudieron haber causado con ‘Ese es el costo de la interrupción’”, dice. “Ellos dicen, 'Sí, es horrible, pero estamos tratando de hacer del mundo un lugar mejor, así que está bien”.

"Los tipos de cosas que presencié a lo largo de los años incluyen la actitud de trabajar duro / jugar duro, personificada por una cultura de fiesta impulsada por el alcohol; imprudencia; la priorización del hipercrecimiento sobre los beneficios sostenibles; y comentarios degradantes sobre las mujeres y las minorías ", escribe la autora en su libro.

Así mismo, señala que los ejemplos son abundantes, desde la falta de disculpa del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, después de que la Comisión Federal de Comercio multó a su empresa con 5 mil millones de dólares por permitir que Cambridge Analytica extrajera datos de usuarios con fines políticos, hasta Jeff Bezos quejándose durante la presentación de un ingeniero diciéndole: “¿Por qué estás desperdiciando mi vida?”.

Finalmente, Gavet insiste en que sin duda alguna estos empresarios de Silicon Valley han conseguido resultados importantes y para no ir tan lejos, uno de ellos, Jeff Bezos, dueño de Amazon, es el hombre más rico del mundo actualmente, pero “necesitan contratar de manera diferente, promover de manera diferente, recompensar de manera diferente”, dice la experta. “Soy optimista, pero también capitalista. Creo que hay formas de hacer que una empresa sea más empática, más razonable, una fuerza del bien en el mundo. Y creo que, a largo plazo, eso sería beneficioso para las empresas”, concluye.