Cine
“El público nos ha apoyado en esta reapertura”: Munir Falah, presidente de Cine Colombia
El entretenimiento ha sido uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Munir Falah, presidente de Cine Colombia, explica la estrategia de reapertura y cómo está cambiando esta industria.
SEMANA: ¿Qué tan duro les pegó la pandemia?
MUNIR FALAH: Sumamente duro; 2019 fue el mejor año en la historia de la industria cinematográfica en Colombia y en la mayoría de los países. Cerramos un magnífico balance y veníamos desde hacía 20 años con crecimiento en la industria. En febrero del año pasado, yo estaba llegando de Europa y tenía información muy fresca de lo que estaba pasando. Regresé más preocupado de lo que estábamos acá en Colombia. El 14 de marzo de 2020 tomé la decisión de cerrar la operación de todo Cine Colombia a nivel nacional. Fuimos la primera empresa en Colombia en cerrar la operación, inclusive, antes de que salieran los decretos del Gobierno. Luego empezaron a cerrar muchas empresas y se vino la cuarentena y lo que conocemos.
SEMANA: ¿Cómo fueron los resultados de la operación en 2020?
M.F.: Tuvimos un empujón, porque enero, febrero y hasta el 14 de marzo estábamos en operación normal y, además, venía con el impulso de 2019, que había sido el mejor año en números para la industria. Pero 2020 fue un desastre. Es el peor año en la historia de la compañía. Tuvimos pérdidas por 68.000 millones de pesos, y eso que estábamos impulsados por los primeros 75 días del año.
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SEMANA: ¿Cuál fue el proceso antes de la reapertura y el plan de ajuste?
M.F.: Aunque el plan de ajuste fue complejo, fue mucho más exigente lo que nos tocó hacer desde el cierre en marzo 14 de 2020 hasta la apertura el 15 de junio de este año. Fueron muchas maromas, tuvimos que renegociar cualquier cantidad de contratos, incluidos los de arrendamiento, en los que los centros comerciales en los que pagamos arriendo se portaron muy bien, y renegociamos contratos internacionales.
SEMANA: ¿Tuvieron que cerrar algún área?
M.F.: Nos tocó cerrar algunas divisiones de la compañía. Por ejemplo, la de Primera Fila, que vendía boletería para espectáculos culturales diferentes al cine. Esa división la cerramos por completo. Pero al tiempo nos tocó mantener la infraestructura. Nosotros tenemos 45 puntos de venta y no se podían dejar abandonados, y los mantuvimos en un nivel que, me atrevo a decir, el 15 de junio cuando reabrimos estaban en mejores condiciones que cuando cerramos en marzo 14 del año pasado.
SEMANA: ¿Cómo llegaron al 15 de junio?
M.F.: Llegamos sobreviviendo, un nivel de endeudamiento que jamás había tenido Cine Colombia. Era la única manera de contar con caja para hacer lo que teníamos que hacer. Debíamos seguirles pagando un pedazo del arriendo a los centros comerciales, teníamos que seguir pagando una parte de la cuota de administración de cada uno de los 45 centros comerciales donde teníamos operación. En fin, logramos llegar al 15 de junio en una situación muy preparada, ajustada para lo que se venía. Nos preparamos con todos los protocolos y somos muy exigentes en ellos. Por ejemplo, teníamos campo para abrir con un aforo un poco más grande, sin embargo, abrimos con el 50 por ciento de aforo para medir el mercado e ir afinando la operación de la compañía. Y aquí estamos.
SEMANA: ¿Cómo ha sido la asistencia de público?
M.F.: Depende de cómo lo mire. En la industria es distinto a lo de Cine Colombia, porque la industria abrió el 26 de noviembre de 2020. Fuimos la única empresa que decidió no abrir hasta el 15 de junio de 2021, casi siete meses después de que abriera la competencia. La industria como tal ha alcanzado un nivel de asistencia cercano al 40 por ciento de lo que se tenía en 2019. Es mucho menos de lo que alcanzó ese año. Si lo medimos en todo el año, del primero de enero a mediados de agosto, la industria apenas va en el 23 por ciento de los espectadores frente a 2019, que es el año contra el que nos podemos medir por ser de operación completa.
SEMANA: ¿Y en el caso de Cine Colombia?
M.F.: Estamos satisfechos. Arrancamos a un ritmo más rápido que la competencia. Los cinéfilos, que no veían la hora de poder asistir a una pantalla grande para ver una película, empezaron a ir al cine. Eso nos ha permitido que en ese periodo desde que abrimos, comparativamente con 2019, estemos en el 34 por ciento. Seguimos por debajo, pero estamos muy satisfechos, porque el público nos ha apoyado en esta reapertura.
SEMANA: ¿Cuáles son sus expectativas para este año?
M.F.: Nosotros dividimos la administración en tres etapas: la primera, desde que cerramos Cine Colombia en marzo 14 de 2020 hasta la reapertura, que fue el 15 de junio de este año. Esa etapa requería un estilo y sistema de administración muy distinto; tanto es así que eliminé el organigrama y conformamos uno para esa etapa. Ahora estamos iniciando la segunda etapa desde la apertura en junio 15 y estimo que se va a ir hasta mediados o finales de 2023. Estamos administrando la compañía día a día. No hacemos pronósticos ni presupuestos a largo plazo. Cada semana proyectamos a diciembre 31, porque todo depende de cómo evolucionen las cosas y la industria. Si los estudios de Hollywood deciden no estrenar películas, pues no tenemos películas para estrenar, y nada podemos hacer. Estamos esperando que con las cifras que hemos visto en estos casi dos meses tengamos un balance mucho mejor que el de 2020; sigue siendo con pérdida, pero esperamos que sea mejor.
SEMANA: ¿Qué ha cambiado en la operación?
M.F.: Ha cambiado mucho. Por ejemplo, de la confitería en la que teníamos varios formatos en las salas de cine, eliminamos el 75 por ciento de las referencias. Lo hicimos por dos motivos: primero, por facilidad en la operación en esta etapa de aforo; y, segundo, para evitar aglomeraciones y que la transacción fuera más expedita. En otro caso, para adquirir las boletas, la prioridad la estamos dando para que usen el nuevo portal de Cine Colombia, que es más eficiente. Por primera vez, el 35 por ciento de todas las ventas de boletas se hacen a través del portal. Somos muy exigentes con los protocolos, partiendo de la base de que, aunque pudiéramos hacerlo, no permitimos el ingreso a nuestro lobby y mantenemos el distanciamiento en la confitería.
SEMANA: De los cambios, ¿qué se va a quedar?
M.F.: Lo bueno lo pensamos dejar. La parte tecnológica de ofrecer todo a través de la plataforma para que no tengan que acercarse. Ojalá, poco a poco, se vaya eliminando el dinero en efectivo. La parte de higiene y de aseo, todo ese tipo de cosas lo pensamos mantener. Lo demás en cuanto a la operación es difícil anticiparme, porque vamos a ir evolucionando dependiendo de cómo avance esta pandemia. Hay que esperar e ir manejando el día a día.
SEMANA: ¿Han pensado exigirle a un espectador que tenga vacuna para ingresar a la sala?
M.F.: En este momento, Colombia va en el 26 por ciento de vacunación. Entonces, si uno mira esas cifras, el mercado se reduce tanto que tendríamos que volver a cerrar y no daría para que las salas de cine en el país estuvieran abiertas. Es una decisión muy complicada, pero la tomaremos en su momento cuando Colombia avance en el proceso de vacunación.
SEMANA: El sector ha tenido que enfrentar la transformación del negocio. ¿Qué tanto está cambiando?
M.F.: El negocio del cine va a cambiar bastante. Primero, en el mundo existen cerca de 200.000 pantallas de cine. De esas, casi el 50 por ciento están en China y Estados Unidos. Colombia cuenta con 1.100 a 1.200. Pero de esas pantallas muchas se han cerrado. Todavía no hay un censo de cuántas van a quedar después de este panorama y no sabemos siquiera cuándo va a terminar. En ese sentido, habrá menos pantallas de cine. Solo en Colombia se han cerrado más de 100.
Segundo, hay un tema muy importante que no se sabe cómo va a quedar: los estudios de Hollywood, todos, prácticamente, han estrenado sus plataformas digitales para aprovechar la pandemia y que la gente pueda ver las películas en casa. Tercero, antes existía una ventana, es decir, un tiempo que transcurría entre el estreno en cine y el estreno en una plataforma o en televisión. Eso, muchos estudios lo han colapsado. Se estrenan simultáneamente en cine y en la plataforma. Pero se están dando cuenta de que económicamente no es muy atractivo. La operación del cine, de la producción y de la distribución van a cambiar. Es muy difícil anticiparnos sobre cómo va a quedar la industria. Lo único que puedo afirmar es que va a cambiar, nos ajustaremos, pero no sabemos cómo va a cambiar. Tendremos que esperar un tiempo.
SEMANA: ¿Cómo funcionaba lo de las ‘ventanas’?
M.F.: Cuando se estrenaba la película en cine, al ser muy exitosa, le agregaba mucho valor a sus derechos. Porque no se podía vender ni en video ni en plataformas ni en nada, sino 90 días después. Incluso en televisión salía un año después. Con la pandemia, los estudios hicieron sus películas, pero como no existían los cines, empezaron a venderlas a las plataformas y en todas partes o sacarlas en la propia. Pero la gente no sabía si era buena, mala o regular. Obviamente, los ingresos no fueron lo que los estudios esperaban.
Cuando empezaron a abrir los cines, como había pocos operando y muy poca gente estaba yendo, estrenaron paralelamente en plataforma y en cine las películas. Pero se están dando cuenta de que tampoco les generan los ingresos que producían anteriormente. Y ahí empiezan las cosas complejas. La demanda de la actriz Scarlett Johansson en el caso de Disney fue porque ella contractualmente dependía en gran parte de los recursos que generara la película en cine, pero, como no generó nada por estar en la plataforma al mismo tiempo, eso causó el problema. Y hay varias demandas por esas situaciones. Eso es lo que hay hoy y no sabemos cómo va a quedar. Tendremos que esperar. Yo estimo que hasta finales de 2023 no empezaremos una nueva normalidad.