ECONOMÍA
‘Machine Learning’ para la construcción en Colombia
Una startup es la apuesta de Conconcreto para llevar la tecnología a la construcción. Se trata de Bimbau una firma que empezó a operar en febrero pasado.
Juan Saldarriaga, CEO de esta compañía, explica que el nombre de este intraemprendimiento está conformado por dos palabras: Bim, que son las siglas de una metodología de trabajo colaborativa para la construcción (Building Information Modeling) y Bau, palabra alemana que significa construcción; es la palabra más corta para esta actividad en cualquier idioma.
Se trata de una startup que se convirtió en un intraemprendimiento de Conconcreto con el objetivo de utilizar la tecnología y el concepto BIM en el sector constructor colombiano.
Inicialmente es un market place donde cualquier proveedor puede ofrecer sus productos para la construcción y cualquier constructor o diseñador adquirirlos.
Pero allí no para el asunto: la metodología BIM ofrece básicamente la posibilidad de modelar digitalmente cualquier proyecto constructor para establecer más exactamente las cantidades y las calidades de materiales que se necesitan y todo el proceso logístico. Para empezar, la firma contó con toda la información disponible durante década de Conconcreto. Ese es un insumo clave para avanzar en el modelo. Además, la digitalización permite guardar información y utilizarla para acelerar los procesos de diseño de obra y compra de materiales. Para ello se aplica tecnología machine learning y ello facilitará las decisiones de los constructores, los diseñadores y los proveedores.
“Este emprendimiento nace de un gran inconformismo por lo tradicional. La construcción es el sector más atrasado en términos de tecnología”, explica Saldarriaga. Cuenta el empresario que les permitieron utilizar a la propia Conconcreto como un laboratorio para desarrollar la idea.
“Una frase del presidente de la constructora Conconcreto resume nuestro enfoque: ‘la construcción no es más que la suma de varios procesos logísticos’”, señaló Saldarriaga. Esto quiere decir que no basta con ser un gran diseñador o ingeniero, sino que se necesita de mucha lógica para lograr los mejores resultados posibles: que los materiales sean los justos, que lleguen a tiempo en las proporciones necesarias son temas sensibles y donde está la clave del éxito de cualquier proyecto.
Ahora es posible gracias a la tecnología, simular a través de realidad virtual las incidencias e imprevistos de obra para corregirlos antes de salir a construcción. Esto ayudará en que los proyectos terminen bien. “Hoy lo normal es que en las obras se pierda plata porque se demoran o porque no se terminan a tiempo. Nosotros estamos trabajando para cambiar eso”, dijo.
Muchos países ya están exigiendo que a partir de los próximos años sea obligatorio el uso de metodología BIM para cualquier proyecto constructivo a la hora de obtener su licencia.
Alemania e Inglaterra lideran el tema en Europa, dice Saldarriaga. Mientras que en la región se destacan Argentina, Perú y Brasil. En Colombia este proceso lleva dos años y es impulsado por Camacol.
El impacto de esta forma de abordar los procesos productivos es ahorro en todos los frentes: los proveedores pueden realizar sus ventas de manera más expedita y contar con información que les permita ofrecer respuesta a sus clientes más rápido y con eso pueden dedicar más tiempo a la planeación de las ventas; los diseñadores aciertan más en su trabajo y los constructores pierden menos tiempo y materiales.
“La tecnología no solo apunta a simular cómo será un edificio o una obra sino que permite a los proveedores proyectar cómo llega el material, cómo se administran los desperdicios, cómo se establece la logística inversa y la economía circular”, explicó Saldarriaga.
Actualmente la plataforma ofrece cerca de 100.000 materiales. La meta es llegar a ofrecer cerca de 20 millones de productos el próximo año y alcanzar al 70 % de todas las constructoras en 2023. Igualmente esperan alcanzar un crecimiento de entre el 30 y el 60 por ciento en el número de transacciones: licitaciones, compra de productos y cotizaciones.
La expansión debe tener alcances continentales: desde Miami hacia el sur del continente ya están haciendo contactos. Según Saldarriaga ya se están moviendo en México, Venezuela, Argentina, Guatemala, Chile, Perú y Brasil.
“Tenemos un modelo completamente escalable en muchos países”, finalizó.