Aunque para agosto ya habían pasado varios meses desde que se ordenó la reactivación gradual de la industria la producción manufacturera en ese mes tuvo una caída de 10,3 por ciento y las ventas del comercio minorista también se contrajeron, llegando a un resultado de -17,1 por ciento.

Así lo reveló este jueves el Dane, en cuyas estadísticas se evidencia que, si bien la producción manufacturera había venido recuperándose, luego de pasar por su peor momento en abril, cuando cayó 35,9 por ciento, la cifra volvió a menguar en agosto, al superar la caída de julio que fue de 8,5 por ciento.

Entre tanto, las ventas de la manufactura también cayeron en 9 por ciento, y el personal ocupado disminuyó en un 7,6 por ciento.

En el análisis por sectores, el de confección y prendas de vestir fue uno de los más golpeados, al mostrar una contracción del 30,9 por ciento. A este le siguieron, el de la fabricación de automotores, que disminuyó un 29,9 por ciento; el de actividades de impresión, e industrias de hierro y acero, con una contracción del 23,7 por ciento y 21,3 por ciento respectivamente.

Por regiones, el departamento de Bolívar fue el que evidenció la caída más alta en la producción (-22,2 por ciento). Le siguieron Santander, con un -21 por ciento, y Bogotá, con el 17,4 por ciento.

En términos de ventas manufactureras los que más comportamiento negativo tuvieron fueron Santander (-16,9 por ciento), Bogotá (-16,6 por ciento) y Bolívar (14,7 por ciento).

En cuanto al personal ocupado, Bogotá se llevó la peor parte, con una disminución del 12,7 por ciento, seguida de Antioquia y Boyacá, con caídas del 8,2 por ciento y 7,9 por ciento respectivamente.

¿Cómo le fue al comercio minorista?

En cuanto al comercio minorista, la entidad indicó que las ventas reales también bajaron. Dicha disminución fue del 17,1 por ciento y el personal ocupado se redujo en un 6,7 por ciento. Cabe recordar que en lo que va corrido del año, las ventas minoristas cayeron un 12,6 por ciento y el personal ocupado 1,9 porciento.

Esta caída constituye la peor desde mayo, cuando las ventas se redujeron un 26,9 por ciento. No obstante, abril había sido el mes más malo del año, al reportar una caída del 42,9 por ciento, esto por el efecto de la cuarentena que recién empezaba.

La venta de calzado y artículos de cuero se contrajo en 54,2 por ciento. A esta le siguieron los sectores de prendas de vestir; de automotores y de motocicletas que reportaron caídas de 45,7 por ciento y 40,5 por ciento respectivamente.

Para Mauricio Santamaría, director de Anif, estas cifras son desalentadoras. Las reducciones se han acentuado, sobre todo en Bogotá, como resultado de las cuarentenas sectorizadas que se dieron en la capital. “Temíamos que ocurriría, y ocurrió. Se frenó la recuperación en la industria, comercio y construcción. Muy grave, se retrasó la recuperación y los hogares siguen sufriendo”, dijo Santamaría en su cuenta de Twitter.

Ya van varios indicadores de la economía con fuertes caídas, agregó el director de Anif. “La industria, con -10 por ciento; el comercio, con contracción de 15 por ciento, y las licencias de construcción con una disminución del 30 por ciento. Esto se verá en menores ingresos de los hogares y mayor pobreza en los próximos meses”.

Cabe destacar que el director de Anif fue uno de los principales críticos de las medidas restrictivas que impuso la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y venía advirtiendo desde hace varios meses, acerca de los devastadores efectos que traerían dichas decisiones, para la economía y, sobre todo, para el ingreso de los hogares.