ECONOMÍA
Malas noticias: cinco realidades económicas que afectan su bolsillo y que se suman a la era Petro
¿Por qué todo está tan caro? ¿Puede mejorar la situación? Estos son los motivos de fondo que existen detrás de los problemas económicos que preocupan a los colombianos.
Para muchos, la llegada de Gustavo Petro al poder genera mucha incertidumbre. Las propuestas del presidente electo de frenar la exploración de petróleo, de radicar una ambiciosa tributaria y de darles un revolcón a las pensiones van a beneficiar seguramente a muchos colombianos, pero golpearán económicamente muy duro a otros tantos.
Sin embargo, estas no son las únicas noticias que están impactando fuertemente la economía de los colombianos. Muchos factores mundiales se suman a que hoy muchas personas se sientan del cuello. ¿Qué está pasando? SEMANA le explica algunos elementos clave.
1. El alza del dólar
Uno de los golpes que más se sienten en los bolsillos de los colombianos es la subida del dólar, que actualmente está en niveles históricos de 4.200 pesos, lo cual tiene sus causas en el mercado internacional, pero también con las dudas que se tienen por las propuestas en materia económica del presidente electo, Gustavo Petro.
A la incertidumbre generada por el plan económico del gobierno Petro se sumaron varios factores internacionales que tienen presionada la moneda nacional, así como a sus pares emergentes. Uno de ellos es el temor ante una probable recesión en el mundo desarrollado.
Tendencias
En general, la inflación persiste y los incrementos de tasas de interés de la Reserva Federal suben las amenazas, principalmente, de que Estados Unidos enfrente una recesión, dijo hace unos días la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. De inmediato, el dólar recibe todos esos mensajes y en el mercado se empieza a mover la moneda.
Ese contexto internacional es decisivo, pero en Colombia se ha sentido más la devaluación que en el vecindario y eso se atribuye al tema político.
Además, un informe del Banco de Bogotá señala que el Credit Default Swap (CDS) de cinco años de Colombia, una medición del riesgo país, también ha mantenido una tendencia alcista este año, que se acentuó luego de elecciones del domingo pasado, con una cotización actual de 278 puntos básicos, alcanzando un nuevo máximo del año (entre más alto sea este número indica que hay más riesgo).
“Este movimiento recoge el ruido político por las elecciones, pero también está alineado con el movimiento de la región. Aunque en el caso colombiano la magnitud de la subida es superior”, reiteran en el Banco de Bogotá.
Nunca falta el peso del petróleo
El futuro de la actividad petrolera también genera presión sobre el precio del dólar, dado que el crudo es el mayor generador de divisas en el país y al reducirse la exploración y las exportaciones, entrarían menos billetes verdes. Esto es más grave si se tiene en cuenta que Colombia tiene un indicador muy negativo en sus cuentas externas que se conoce como el déficit de cuenta corriente.
Este muestra que son más las divisas que salen del país (por pago de deudas o de importaciones), que las que entran por todo concepto (exportaciones, remesas, inversión extranjera, etc.) Ese déficit se encuentra cercano al 6 % del PIB, que es un nivel alto frente al promedio latinoamericano que es del 1,1 %.
Pero si llegan inversionistas...
La ventaja que ha tenido Colombia es que ha podido financiar ese déficit con la entrada de inversión extranjera directa, tan solo en el primer trimestre de este año fueron 5.186 millones de dólares, pero el problema es que la mayor parte de ese dinero viene para las actividades mineroenergéticas y si se marchita esa industria, esa inversión ya no llegaría, golpeando también la tasa de cambio.
¿Efecto Petro?
Desde que la campaña electoral estaba en todo su furor, los analistas ya vaticinaban una reacción fuerte, pero de corto plazo, al episodio electoral.
Pese a que después de los resultados que dieron ganador a Gustavo Petro, muchos sectores se han encontrado con el presidente electo y han despejado dudas acerca de lo que pasará, el nivel de incertidumbre sigue, pero más moderado. En realidad, ningún escenario está completamente descontado. Todos los expertos hablan de la necesidad de tener claridad sobre quién llevará las riendas de la cartera de las finanzas pública.
No obstante, lo que más podría retar al dólar es la recesión global, la cual, de producirse, llevaría la divisa a techos de 4.200 pesos. Para los analistas de mercado de Alianza Valores, sería “un movimiento temporal como lo son siempre las recesiones”.
Entre tanto, Credicorp Capital señaló que se podrían registrar varios escenarios en los últimos meses del 2022, los cuales llevarían a la moneda estadounidense en un rango entre los 3.740 pesos y los 5.000 pesos, en el peor de los casos.
2. La inflación
El encarecimiento del costo de vida continúa golpeando los bolsillos de los consumidores y empresarios, el dólar en Colombia sube y baja como una montaña rusa y los precios de los alimentos en las ciudades han dejado con la soga al cuello a las familias colombianas.
De hecho, en el afán de muchas de ellas por ‘ajustarse el cinturón’, algunos productos de la canasta básica han tenido que ser reemplazados para mermar los costos. ¿Por qué la vida se está haciendo más cara en el continente? ¿Por qué el dólar está que brinca de arriba a abajo? ¿Cómo se están moviendo los precios en las centrales mayoristas del país?
El panorama inflacionario en el país parece comenzar a moverse en verde. Según lo demostró el Dane, en el mes de mayo la inflación bajó a 9,07 % con respecto al dato anual de abril, que fue de 9,23 %. Los colombianos han tomado la noticia como un profundo respiro después de meses de estrés financiero y un aumento sistemático de los precios.
A pesar de los datos positivos, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, dijo que Colombia todavía sigue teniendo un nivel de inflación que supera récords históricos de los últimos 21 años, teniendo como punto de referencia a los meses de agosto y octubre del año 2000, en donde se tuvieron cifras similares al 9,07 %.
Ahora bien, según lo resalta Morales, en Colombia existe la esperanza que la presión se disuelve gracias al fenómeno de La Niña y las reducciones en los precios de los alimentos causada por la abundancia del agua para los cultivos y ganadería. De hecho, a comparación de otros países de la región, el país ha logrado frenar levemente su inflación.
Recientemente, el Banco de la República decidió elevar la tasa de intervención de política monetaria a 6,0, con el propósito de ponerle un freno a la inflación. Sin embargo, en el más reciente informe de Fedesarrollo en su Encuesta de Opinión Financiera para el mes de junio, se observó un crecimiento en la expectativa que hay frente al costo de vida en Colombia.
Las expectativas de inflación para fin de mes y fin de año se ubicaron en 9,56 y 8,49 %, respectivamente. No obstante, el panorama es incierto. Lo que sí es verdad es que podría ser peor a comparación de otros países de la región.
3. Las tasas de interés
La más reciente, que también fue parte del paquete de medidas aplicadas para contener la inflación, fue la más fuerte de los últimos tiempos y más de uno se refirió a ella como ‘mucho apretón’.
La decisión fue tomada por unanimidad, como no sucedía hace mucho tiempo en la mesa en la que se sientan los integrantes del equipo directivo del Emisor, lo que evidencia que ya son todos los que están viendo las nubes grises.
Para bajarle la espuma a esta situación, el Emisor está aumentando el costo de los créditos, lo que implica un fuerte impacto para los hogares, principalmente los de menores ingresos, pues según un estudio realizado por DataCrédito Experian, siete de cada diez préstamos los solicitan los colombianos en estratos socioeconómicos pobres y vulnerables.
El objetivo del Emisor, con la subida de las tasas de interés de referencia, es desestimular que los ciudadanos se sigan endeudando para hacer compras a granel, lo que podría poner en riesgo las finanzas de las familias, pues los créditos más costosos son precisamente los de consumo y, en particular, los que se toman con las tarjetas de crédito.
Además, el dinero plástico tiene la desventaja de que la persona pueden perder el control de cuánto gasta cada mes y a la hora de pagar, podría incurrir en gastos por comisiones adicionales.
El aumento de la inflación, el cual conlleva al alza de las tasas de interés, lo sienten con más fuerza los créditos que fueron pactados con tasa variable, como los que están atados a la UVR (la mayoría de ellos, hipotecarios y educativos). Las estadísticas de la Superintendencia Financiera registran que cerca de 20 % de la cartera está en tasa variable. El escenario de esta población no es el mejor. La inflación alta les va subiendo el monto de sus obligaciones mensualmente y si corren a pasarlo a pesos, el interés será mayor al que habían pactado originalmente.
Fuentes del sector financiero destacan que, en un escenario al alza de las tasas de interés, si de crédito convencional se trata (en pesos), los más afectados son quienes toman obligaciones nuevas, principalmente, de consumo y microcréditos, pues las deudas hipotecarias son a largo plazo y tienen una cuota estable hasta que termine el periodo de amortizaciones. Las alzas en los costos son innegables. Para julio, el interés bancario corriente en crédito de consumo fue establecido en 21,28 %, mientras que en junio era de 20,4 %. El de microcrédito pasó de 37,97 a 39,47 %.
El exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo ilustra bien lo que está pasando: “La inflación cerrará el año en cerca del 9 %, el triple de la meta del Emisor, y el salario mínimo decretado para 2022, pese a que fue de 10,07 %, ya se lo tragó la inflación del primer semestre”.
4. La caída en bolsa de Ecopetrol
Ecopetrol pasó de valer 113,5 billones de pesos, el pasado viernes 17 de junio, antes de las elecciones, a 87,95 billones luego del triunfo del líder del Pacto Histórico.
El hecho no es menor. Se trata de la compañía pública insigne de los colombianos, que solo este año desembolsó 16 billones de pesos en dividendos para el Estado, la cifra más alta en utilidades en la historia de la empresa y que tienen como destino, principalmente, el gasto social. Pero no solo se están afectando las finanzas de la nación, siendo la mayor accionista.
En segundo lugar, por cantidad de acciones, están los fondos privados de pensiones, pues con el desplome del valor de Ecopetrol se estremeció el ahorro de los cotizantes a pensión. Las causas de la tormenta están en las declaraciones de Petro durante la campaña sobre el sector mineroenergético y en lo que contiene su programa de gobierno. En esencia, el nuevo presidente, si cumple lo que dijo, va a frenar en seco cualquier nuevo contrato de exploración petrolera, lo cual podría afectar a mediano plazo las reservas de crudo.
También hay una gran expectativa frente a si Petro violará el gobierno corporativo, haciendo cambios en la junta de Ecopetrol, que ha sido especialmente técnica y alejada de la ideología y la politiquería. Si esto ocurre, los expertos aseguran que se perdería la estabilidad que ha alcanzado la empresa. Otro punto crucial es la posición del presidente electo en torno al fracking. En el sector petrolero aseguran que lo ha “satanizado”.
Con el pasar de las semanas, la acción de Ecopetrol recuperó valor e inició el mes de julio en terreno positivo. Tras la apertura de la Bolsa de Valores de Colombia, su título registra un incremento en su valor del 1,33 % y se acerca nuevamente a los 2.300 pesos.
Durante la mañana de este viernes, la acción de la empresa más grande y productiva de los colombianos se cotiza a 2.274 pesos en la BVC, subiendo unos 26 pesos frente al precio de cierre del jueves, 30 de junio (último día de junio), que fue de 2.253 pesos.
La nación es el principal accionista de Ecopetrol y tiene el 88,49 % de sus acciones, pero también tiene como accionistas minoritarios a más de 254.000 colombianos que invirtieron sus ahorros en la compañía, tras su primera emisión de acciones en la Bolsa de Valores de Colombia en 2007.
Tras casi dos semanas después de la elección de Gustavo Petro como el nuevo presidente de Colombia, la acción de la petrolera comienza a estabilizarse, luego de desplomarse y tocar los 2.005 pesos el pasado 23 de junio. El próximo siete de agosto se espera la posesión de Petro y ese día comenzará su gobierno.
En ese momento, el valor bursátil de Ecopetrol cayó hasta los 82,4 billones de pesos, cuando el 17 de junio, dos días antes de la segunda vuelta presidencial, costaba 113,4 billones de pesos (lo que valía toda la empresa si alguien la hubiera comprado ese día en la Bolsa). Actualmente, la compañía se recupera de a pocos y tiene un valor de 93,4 billones de pesos.
5. La recesión de Estados Unidos
La inflación persistente y los incrementos de tasas de interés de la Reserva Federal aumentan el riesgo de que Estados Unidos enfrente una recesión, opinó este viernes a la AFP la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
En su revisión anual de la economía estadounidense ―conocida como artículo IV―, el FMI recortó su previsión de crecimiento de la mayor economía mundial para 2022 a 2,9 % desde 3,7 % que pronosticaba en abril, con una nueva desaceleración a 1,7 % en 2023.
Estados Unidos se recuperó de la caída provocada por la pandemia, pero con los “efectos colaterales” de precios al alza, sostuvo la titular del Fondo. Aunque el FMI confía en que los aumentos de tasas de interés de la Fed permitirán bajar la inflación, cree que el margen para evitar una recesión en el país se estrecha.
La FED decidió el mayor incremento de tasas en casi 30 años la semana pasada (0,75 puntos porcentuales), como parte de su esfuerzo por controlar el alza de precios. La inflación se ubica en máximos en 40 años en Estados Unidos, en una cota de 8,6 % en 12 meses a mayo, según el índice CPI de precios al consumo, y erosiona el poder de compra de los estadounidenses, que ven subir con fuerza la gasolina y los alimentos.
Georgieva sostuvo en una declaración que se debe reconocer la “incertidumbre” alrededor de la actual situación. “La economía continúa recuperándose de la pandemia”, pero “shocks importantes” están afectándola, como la invasión rusa de Ucrania o los confinamientos en China para combatir el covid, sostuvo.
Georgieva se reunió con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el presidente de la FED, Jerome Powell, y los dos funcionarios dejaron claro su “compromiso” de controlar la inflación como un “elemento crítico para mejorar los ingresos de los hogares y asegurar un crecimiento fuerte y sostenido”.
Para esta mujer, llevar la tasa de interés de referencia de la Fed rápidamente a 3,5-4,0 % “es la política correcta”. No obstante, el FMI pidió al banco central estadounidense que comunique mejor sus planes para la evolución de las tasas.
“El Comité Monetario (FOMC) debe comunicar mucho antes la evolución esperada de su política monetaria para asegurarse de que la salida de (la situación de) política laxa (ndlr: de tasas ultrabajas) se haga de forma ordenada, metódica y transparente”, aconsejó el organismo.
Georgieva urgió además a Washington a que elimine los aranceles punitivos impuestos al comercio por el presidente Donald Trump durante su gobierno (2017-2021), algo que el presidente Joe Biden está considerando.
“En momentos en que la inflación es alta y las cadenas de suministro ajustadas (...) podemos ver claramente los beneficios de eliminar los aranceles que fueron implementados durante los últimos cinco años”, señaló Georgieva.
Una confianza mermada
La confianza de los consumidores en Estados Unidos cayó más de lo previsto en junio, a un mínimo histórico, a causa de la inflación que erosiona el poder de compra de las familias, según la estimación final de la Universidad de Michigan publicada el viernes.
El índice perdió 14,4 % en relación con mayo, para ubicarse en 50 puntos, contra 50,2 puntos para la estimación preliminar, que estaba en línea con las previsiones de los analistas. 47 % de los consumidores achaca su percepción a la inflación, que reduce el poder de compra de los ingresos.
Actualmente el costo de vida en Estados Unidos se encuentra en puntos muy altos, lo que hace prever que la pregunta no es si habrá o no recesión, sino qué tan duro y largo será el periodo de contracción económica que se viene para este país y qué tanto afectará su aparato productivo.
*Con información de AFP.