ISA
Más energía social
ISA se alió con la tecnología y la innovación para hacerle frente al coronavirus. Su principal foco: atender a las comunidades vulnerables.
La tecnología ha sido la gran protagonista para superar la crisis del coronavirus. Pero no habría cumplido ese papel protagónico sin la energía eléctrica. Y eso sí que lo tuvo claro ISA. Como muchas otras empresas, transformó su operación a fin de garantizar el suministro de energía durante los meses más duros de la pandemia, y para ello echó mano de la innovación.
Bernardo Vargas, su presidente, afirma que la virtualización fue una gran aliada, sobre todo para aquellos trabajadores que desde las subestaciones se encargaron de garantizar el suministro de energía. Unos verdaderos héroes, dice.
En esa tarea, implementaron diversos sistemas tecnológicos que ayudaron a dar soporte al personal en campo, alquilaron hoteles completos, así como un método de transporte y logística para garantizar la seguridad de estos colaboradores.
Además de asegurar la prestación del servicio, ISA ejecutó una serie de acciones que resultaron ser un gran aporte para sortear la crisis económica y social que trajo la covid-19. Bajo su lema ‘Conexiones que inspiran’ y en el marco de sus compromisos de sostenibilidad, la compañía llevó a cabo un plan de donaciones de 5 millones de dólares en los países donde opera. En Colombia se han puesto a disposición recursos por unos 10.000 millones de pesos.
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Las iniciativas incluyeron desde la adquisición de más de 100.000 pruebas diagnósticas hasta formas innovadoras de detectar y hacer frente a la covid-19. Entre ellas, investigaciones de plasma sanguíneo, entrenamiento de caninos para detectar el virus, sistemas para medir la exposición al virus a través del agua residual, y estrategias de concientización y cuidado en las poblaciones más vulnerables.
Asimismo, la compañía dedicó gran parte de sus esfuerzos a fortalecer el sistema de salud en Colombia, para lo cual entregaron material de protección al personal médico ubicado en zonas remotas del país, mejoraron la capacidad instalada de hospitales y buscaron mecanismos que atendieran las necesidades de salud en poblaciones indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
De acuerdo con Vargas, la empatía, la solidaridad y el cuidado de todos, entre todos, fueron las grandes lecciones que dejó la pandemia en empresarios, y líderes políticos y sociales. Para él, ahí está el as bajo la manga a fin de reconstruir una sociedad herida y luchar contra la gran próxima pandemia: el cambio climático.
Ahora, se enfoca en prepararse para aportarle a la reactivación económica. Tiene la firme convicción de que la infraestructura será gran jalonadora de empleo, desarrollo y crecimiento. Factores que, sin duda, necesita el país.