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Mileniales colombianos, fuertes en tarjeta de crédito

Datos de la central de información crediticia Transunion indican que los jóvenes no le huyen al endeudamiento. Por el contrario, son grandes usuarios del dinero plástico y su perfil de pagos es igual al del resto de consumidores.

20 de diciembre de 2018
| Foto: Getty Images

La llamada generación milenial, es decir, aquellos que tienen entre 20 y 35 años, se han convertido en un gran desafío para las diferentes industrias que tratan de entenderlos para poderles ofrecer sus productos y servicios. Uno de los sectores que está enfrentando ese desafío es el de los establecimientos de crédito, pues se tiene la idea generalizada de que estos jóvenes (muchos de los cuales están iniciando su vida laboral), no les interesa tener casa ni carro propio, lo que implica que no quieren una hipoteca, ni créditos de libre inversión. Además el estereotipo los pinta como interesados en trabajar un tiempo, ahorrar y luego irse a viajar por el mundo, de la forma más económica posible.

No obstante, ese cliché sobre los mileniales ha resultado no ser tan cierto y prueba de ello son los estudios que realiza con frecuencia la central de información crediticia TransUnion (la cual desde 2016 compró a la Cifin). Esta multinacional estadounidense con frecuencia evalúa los datos de los deudores que recopila en los 33 países en donde tiene operación.

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Charlie Wise, vicepresidente de Investigación y Consultoría de Servicios Financieros de TransUnion, explica que los mileniales de Colombia y de muchos otros países son actualmente de los mayores consumidores de tarjeta de crédito y en especial aquellos que está entrando en los 30 años, pues utilizan este medio de pago para financiar el inicio de sus familias o de sus planes de desarrollo personal.

Agrega que su comportamiento de pago es igual al del resto de consumidores, los cuales se ajustan al ciclo económico. La teoría indica que si un deudor tiene problemas de liquidez lo primero que deja de pagar es la tarjeta de crédito, luego el préstamo de vehículo y finalmente el de vivienda. No obstante Wise aclara que la decisión sobre qué es lo primero que se deja de pagar depende mucho de la situación de cada deudor. Si se financian mucho con tarjeta de crédito, puede que prefieran colgarse en otras acreencias. Así mismo, si usan su carro para trabajar, es probable que le den preponderancia a ese crédito por encima del hipotecario “y eso aplica para los deudores de todas las edades, incluidos los millennials”, precisa.

Foto: Charlie Wise, vicepresidente de Investigación y Consultoría de Servicios Financieros de TransUnion

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Información de calidad

Este experto considera que Colombia es uno de los países en donde se les da mejor uso a los datos que manejan las centrales de información crediticia (Trasnunion y Datacrédito-Experian), pues acá se publica tanto la información positiva como la negativa, lo que les permite a los emisores de crédito tomar mejores decisiones

“Esto no es solo para castigar o premiar a las personas por su historia crediticia. Es información muy completa que les permite a los deudores conseguir buenos scores (puntajes) con respecto a su comportamiento de pagos. Entre más información se tenga de una persona, más cómodos se sienten los prestamistas al prestarles. Eso les ayuda a manejar más adecuadamente sus políticas de riesgo y en países como Colombia es también una herramienta para la inclusión financiera”, precisa Wise.

Con respecto a la creciente competencia de fintech (firmas financieras de base tecnológica, que por ejemplo dan crédito con base en el comportamiento de los posibles deudores en redes sociales), este ejecutivo opina que son un buen complemento para los buro de crédito y que, de hecho, durante los últimos 10 años han trabajo con fintech de Estados Unidos, que les han ayudado a incorporar más variables que sirven para tomar mejores decisiones sobre los consumidores.

“El deudor colombiano se comporta igual que los de muchos otros países del mundo, todos quieren crédito por las mismas razones y todos tienen la intención de pagar. Ninguno decide colgarse permanentemente en sus pagos. En épocas de crisis miran qué es lo más necesario para su subsistencia y deciden los pagos para priorizar”, reitera.

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Más plásticos

Con respecto al desempeño de las tarjetas de crédito en el país, en Transunion sostienen que siguen siendo el producto de crédito más popular en Colombia, con casi 6 millones de tarjetahabientes que tiene, llegando en conjunto a 11,5 millones de plásticos vigentes.

Esto implica que a tercer trimestre de 2018, el número de tarjetas de crédito en el mercado aumentó 4,4% anual, mientras que el número de tarjethabientes subió 3,3%.

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Si bien los indicadores de morosidad alta (90 días o más para el caso de las tarjetas de crédito tradicionales) han mostrado una tendencia al alza en los últimos dos años, entre julio y septiembre pasado se observaron cambios positivos. Esto se podría explicar porque los emisores de tarjetas les otorgaron menos plásticos a consumidores considerados de alto riesgo, que según las métricas de TransUnion son aquellos con un puntaje de 690 o menor.