Telecomunicaciones
Millicom hizo una nueva propuesta para capitalizar Tigo-UNE, pero los tiempos corren. Llamada en espera
Millicom hizo una nueva propuesta para capitalizar a Tigo-UNE, pero el tiempo corre. Además de las diferencias por una dilución, también hay conflictos de interés. El plazo del Gobierno vence el 11 de octubre.
Pasan los días, los plazos se acortan y todavía no hay acuerdo sobre el futuro de Tigo-UNE y su capitalización. El pasado jueves, tras una asamblea extraordinaria, Millicom, uno de sus dueños, le presentó a su otro socio, EPM, una nueva propuesta para inyectar los recursos que necesita la compañía, ante la difícil situación financiera por la que atraviesa.
El nuevo intento se da ante la negativa de EPM, que en la semana del 11 de septiembre desistió de capitalizar la compañía por 300.000 millones de pesos, y posteriormente los miembros de la junta votaron en contra del reglamento de la capitalización propuesto por Millicom que diluía a EPM y la dejaba con apenas el 2 por ciento de participación, del 50 por ciento que tiene hoy.
Ante ese panorama, la multinacional hizo otro intento. En una carta dirigida a Jorge Carrillo, gerente de EPM, la propuesta explica: “Millicom y EPM suscribirían, ambos y en conjunto, a prorrata de su participación, la totalidad de las acciones propuestas para la capitalización (por aproximadamente 300.000 millones de pesos cada uno). La capitalización se haría al valor contable, legal y auditable de las acciones en los libros de la empresa. Con una capitalización conjunta, no habría dilución para ninguna de las dos partes. Y repetimos: Millicom no busca, ni puede, causar una dilución obligatoria para EPM. Nuestro interés es capitalizar a UNE en conjunto. No es una propuesta hostil, ni obligatoria. Millicom no puede, ni desea, imponerla”, señaló en la misiva.
Además, Millicom ofrecería a favor de EPM una opción para que, al cabo de un año, “EPM pueda causar, en esa oportunidad, que Millicom compre a EPM estas nuevas acciones, al precio de suscripción, más 10 por ciento. Esto garantizaría a EPM liquidez y un retorno mínimo para su inversión. Y no impide, desde luego, que EPM busque negociar un mejor precio al mínimo garantizado. Esto le daría a EPM, también, tiempo suficiente para surtir todos los trámites de ley y obtener todas las aprobaciones necesarias en caso de querer hacer uso de esta opción. O también la opción de escoger continuar con su actual participación accionaria a su entera elección”.
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Según Millicom, con esta nueva propuesta, EPM no se enfrenta a una dilución, puede apoyar a UNE de manera inmediata, mantener su participación en la empresa y evitar que la misma entre en insolvencia. Además, EPM recibe un retorno mínimo garantizado sobre su capitalización y dispone de tiempo para decidir cuál de sus opciones prefiere elegir.
Tras la propuesta, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, fue a presentarla al Concejo de la ciudad. Y allí fue Troya. Se dio un choque con el concejal Sebastián López, del Centro Democrático, que terminó en un enfrentamiento con gruesas palabras y acusaciones de corrupción de lado y lado. Además, se revivió una condición que quedó en el acuerdo de accionistas denominada protección del patrimonio público, con una vigencia de diez años, que se vence en 2014 y que no se pudo hacer efectiva.
Por esa cláusula, EPM podía ofertarle a Millicom su participación, y si la multinacional no compraba u ofrecía un valor menor al del mercado, EPM podría vender la totalidad de la empresa, incluyendo la participación de Millicom, y después repartía en proporción. Para ello, necesitaba el aval del Concejo de Medellín.
Sin embargo, como confirmó Carrillo en una entrevista hace unos días a SEMANA, ese proceso fue negado en cuatro oportunidades, empezando en 2021 hasta octubre de 2022. Ya después los tiempos no daban para cumplir los mecanismos de ley y EPM perdió la posibilidad de usar esa cláusula.
Ahora, al ser radicada la propuesta en el Concejo, Millicom estaría obligada a ir allí a defenderla.
Antecedentes y temores
Precisamente, la capitalización y la dilución han sido el punto de discusión más álgido entre los socios. El viernes 15 de septiembre la junta directiva de Tigo-UNE fue citada para votar el reglamento de la capitalización. Sin embargo, los miembros de junta nombrados por EPM no lo hicieron y, como conoció SEMANA en un documento posterior, hubo cuestionamientos a las cuentas de ese proceso de capitalización. Este se haría por casi 603.000 millones de pesos. El número de acciones a emitir equivaldría a 228.058.767 y el precio de suscripción de cada acción sería de 2.644 pesos.
Sin embargo, aparecen algunas dudas, según el documento. Por una parte, la información financiera reportada por Tigo-UNE en el Registro Nacional de Valores y Emisores de la Superintendencia Financiera indica que el valor patrimonial por acción, con corte a 31 de diciembre de 2022, equivale a 66.008 pesos, es decir, más de 25 veces el valor que se propuso en la asamblea.
Pero las cuentas más cercanas del valor de la acción tampoco cuadran. En la Asamblea de accionistas realizada el pasado 30 de mayo, se informó un valor por acción de 57.600 pesos y en la información reportada para la Asamblea citada para el pasado 16 de agosto, que fue cancelada, se había informado en el material suministrado por la administración un valor por acción de 428.580.
Pero no es el único tema álgido en el interior de la asamblea y la junta. SEMANA conoció que en la reunión del 21 de septiembre uno de los puntos era presentar los conflictos de interés de los miembros de junta directiva de Tigo-UNE, que son elegidos por Millicom, y que la asamblea decidiera si se los levantaba.
Sin embargo, no los presentaron, aunque, como una fuente le explicó a SEMANA, son empleados de Millicom y la decisión beneficiaría directamente a la multinacional.
De manera que los miembros de la junta directiva elegidos por Millicom no podrían deliberar ni votar el reglamento de la capitalización. Una nueva discusión jurídica en medio del conflicto.
De otro lado, la mayor preocupación es que Tigo-UNE, que compite con Movistar por el segundo lugar en el mercado, detrás de Claro, pierda relevancia y se afecte el servicio.
Sin embargo, en los últimos días la compañía ha advertido que, a la fecha, todos los servicios fijos y móviles se vienen prestando sin novedad. Señaló que el tráfico de datos por su red móvil creció 3 por ciento en el último mes, mientras que el de voz lo hizo en 6 por ciento. También dijo la empresa en un comunicado que en lo que va de 2023 ha invertido más de 100 millones de dólares en despliegue y mantenimiento de sus redes y su base de clientes pospago presenta un incremento de más del 21 por ciento, mientras que en sus servicios digitales para empresas y Gobierno han crecido por encima del 35 por ciento.
Además, es la plataforma de servicios transversales como el metro de Medellín, soporta la estrategia de seguridad de la capital antioqueña, al igual que de algunas clínicas y hospitales.
Pero a pesar de los anuncios de la empresa, las preocupaciones siguen latentes. El alcalde Quintero, en un debate de control político en el Congreso, señaló que la situación de la empresa “puede llevar a una liquidación, una reorganización o a una reestructuración en cualquier momento. Y cuando digo en cualquier momento puede ser tan rápido como esta semana o la próxima. O la siguiente. Porque se ha generado un efecto dominó, causado por ellos mismos, que podría llevar al pare de la operación”.
El Gobierno está pendiente y les dio una nueva fecha a los socios para que definan el futuro de la compañía. “Hasta el 11 de octubre tienen plazo para ponerse de acuerdo, bien sea en la capitalización, dilución con aprobación del Concejo o la reorganización empresarial. Si el 11 de octubre no se ponen de acuerdo, el Gobierno tiene que tomar la decisión de salvar la empresa. Eso implica entrar en estas condiciones de reorganización empresarial”, dijo Mauricio Lizcano, ministro de las TIC.
Los tiempos siguen corriendo y el futuro de Tigo-UNE sigue sin definirse.