Economía
‘Mr. Taxes’ defiende su gestión en la Dian. Dice que recaudo como porcentaje del PIB registra máximos históricos
Luis Carlos Reyes, saliente director de la Dian y nuevo ministro de Comercio, Industria y Turismo, asegura que en esta discusión se ha enfatizado “el contraste entre unas metas de recaudo basadas en unos supuestos de crecimiento económico que no se verificaron en la realidad, frente a un recaudo que ya obedece a las realidades macroeconómicas”.
SEMANA: ¿Qué ha pasado con el recaudo y cómo se ha venido dando frente a los estimativos que ha tenido el gobierno?
LUIS CARLOS REYES: Creo que hay que empezar por las distintas razones por las cuales a uno le interesa hacerle seguimiento al recaudo. Una, muy importante, es la caja del Gobierno y otra como medida de eficiencia. Me parece curioso porque el seguimiento mes a mes al recaudo de la Dian, no lo recuerdo bajo ninguna dirección anterior. Pero quizá me falla la memoria. En todo caso, lo principal que uno debe entender es que el recaudo es ante todo una variable macroeconómica.
¿Qué se recauda en Colombia? Se recauda el impuesto de renta, que depende directamente de las utilidades de las empresas. Se recauda IVA, que depende del consumo principalmente de los hogares. Y entre esas dos cosas ya se nos va bastante más de la mitad del recaudo. Y los ingresos de los trabajadores que pagan impuesto de renta y el consumo de la gente son variables que dependen de los vaivenes de la economía y no de la eficiencia de la Dian. En efecto, hemos observado una reducción en el recaudo durante este año, y eso es importante para los temas de caja del Gobierno, pero creo que para medir la otra cosa que también se ha hecho mucho énfasis, que es la eficiencia de la administración tributaria, yo diría que el indicador correcto es el recaudo como porcentaje del PIB. Y ahí es donde, sí vamos a hablar de la eficiencia de la administración tributaria, que obviamente es el tema que más me compete directamente, vale la pena señalar que, durante el 2023, el recaudo como porcentaje del PIB fue 16,7%, que es un máximo histórico. En 200 años de historia, Colombia nunca había recaudado tanto la administración tributaria.
De hecho, en ningún año anterior, el recaudo había sobrepasado el 15% del PIB. Más aún, obviamente en 2023 nos beneficiamos del recaudo adicional derivado de dos reformas tributarias, pero esas dos reformas representan que se proyectaba que aumentaran el recaudo apenas en un 1,1% del PIB y en realidad hay 0,6 puntos porcentuales del PIB de aumento en el recaudo que son atribuibles a la eficiencia de la administración tributaria. Entonces, creo que eso, como medida de la eficiencia de la administración tributaria, ese es el indicador que uno debería mirar.
Cierro con otra cifra que me parece importante. La mayor eficiencia de la administración tributaria no es solo de 2023, sino que, si miramos el primer trimestre de 2024, que es para lo que en este momento hay cifras de PIB por parte del Dane, el recaudo como porcentaje del PIB fue de 16,8%, que es el primer trimestre también más alto de la historia de Colombia. Son datos importantes porque no solo son un reflejo de mi gestión, sino también porque cuando uno va a hablarles a los inversionistas que quieren comprar deuda colombiana, si usted va a comprar TES, ¿a usted qué es lo que le importa? ¿Me pueden pagar o no me pueden pagar? Y si lo vamos a pagar de algún lado, es de impuestos. Y para eso, yo como inversionista, voy a mirar la eficiencia de la administración tributaria, no tanto si hay vaivenes de precios del petróleo, de precios del carbón, incluso de fluctuaciones de la economía, que es lo que explica esta caída que ha habido, sino que uno mira esa eficiencia. Entonces, en términos de esa eficiencia, las cifras no son solo buenas, sino que son las mejores de la historia.
SEMANA: ¿Qué tan desfinanciada está la caja, que ha sido también una de las grandes preocupaciones de algunos analistas?
L.C.R.: Frente al tema de caja, obviamente que en el Marco Fiscal de Mediano Plazo del año pasado había unas proyecciones de crecimiento económico. Precisamente por las razones que mencioné antes, las proyecciones de recaudo son una función y son proporcionales a las proyecciones de crecimiento económico. Y en el Marco Fiscal de Mediano Plazo del año pasado se estaba proyectando un crecimiento económico, por ejemplo, para el año del 1,2%, y resultó ser el 0,6%. Ahí no hay tampoco ningún error garrafal, ni mucho menos, sino simplemente el hecho de que uno hace proyecciones macroeconómicas con los mejores datos que tiene enfrente. Cuando la macroeconomía va en una dirección distinta de la que uno esperaba, se hacen los ajustes correspondientes. Y eso es precisamente lo que se discutió, por un lado, en el plan financiero de principios de este año, y lo que se está discutiendo en estos mismos momentos en el Confis con respecto al nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo que va a salir. Reitero que creo que nunca había habido una discusión tan mediática acerca del recaudo tributario, pero en esta discusión se ha enfatizado mucho el contraste entre unas metas de recaudo basadas en unos supuestos de crecimiento económico que no se verificaron en la realidad, frente a un recaudo que ya obedece a las realidades macroeconómicas del mundo real y no de unas proyecciones que no resultaron ser ciertas.
SEMANA: ¿Cree que se sobreestimaron los ingresos y las proyecciones de recaudo?
L.C.R.: ¿Cómo le respondo? Porque la respuesta es que evidentemente sí, pero hay que tener en cuenta que cuando uno hace proyecciones sobre cualquier variable aleatoria, sobre todo sobre cualquier variable macroeconómica, la probabilidad de pegarle exactamente el número es de exactamente cero. O sea, esa es la primera clase de estadística que uno toma, es eso, la probabilidad de que una variable aleatoria tome un valor específico es precisamente cero. Siempre va a ser un poquito más o un poquito menos. Entonces hay escenarios en los cuales se sobreestima, hay escenarios en los cuales se subestima, y eso es una realidad de las proyecciones económicas con las cuales en todos los gobiernos pasados ha habido un buen entendimiento al respecto. Si le soy sincero, lo que le sorprende a uno desde el Gobierno es a que cosas que se entendían, que se daban por hecho anteriormente, pues ahora de pronto se caiga un poquito y a la yugular. Si hubiéramos subestimado el crecimiento económico y hubiera sido un excelente crecimiento económico y, por lo tanto, un excelente recaudo, me pregunto si la discusión acerca del recaudo adicional habría sido tan sonada como esta discusión acerca del menor recaudo. Es un hipotético que no podemos observar. Lo cierto es que en cualquier proyección macroeconómica usted va a subestimar o va a sobreestimar, nunca le va a pegar el número preciso.
SEMANA: En ese sentido, y devolviéndome al tema de la eficiencia de la Dian, en algún momento el Ministro de Hacienda señaló que iban a ponerle la lupa a las cuentas para establecer si hubo o no fallas de gestión. ¿Usted está tranquilo con la gestión que adelantó en la Dian?
L.C.R.: No solo estoy tranquilo, sino que estoy supremamente orgulloso de todo lo que hicimos en estos 21 meses. Hicimos todo lo necesario para que el país empiece a ver los resultados en términos de mayor recaudo en el mediano plazo, que es cómo funcionan las inversiones en la eficiencia de la administración tributaria, un mayor recaudo de entre cuatro y siete puntos adicionales del PIB sin mover una sola letra del estatuto tributario. Y eso en gran parte por la inversión que hizo este Gobierno, no solo en la ampliación de planta,sino en la transformación de los procesos de la Dian. Una ampliación de planta con cero clientelismo, que es un estatuto, un régimen de carrera que fue una ley expedida durante este gobierno donde absolutamente todos los cargos de la Dian tienen que ser surtidos por un concurso de méritos organizado de forma independiente por la Comisión Nacional del Servicio Civil. En este gobierno yo creo que eso no lo hemos dimensionado y es un motivo de gran orgullo para mí. No hemos dimensionado que hoy en día cuando uno como director de impuestos de Colombia va a una reunión de la Ocde y se sienta a hablar con sus pares de Estados Unidos, de Dinamarca, de Noruega, de Australia, le dicen “¿cómo así que ustedes están haciendo todo esto? Qué gran privilegio”. Entonces, yo creo que esto es un gran logro para el gobierno colombiano. Si los países que han logrado esas reducciones en la evasión, de nuevo, que para nosotros representaría entre cuatro y siete puntos adicionales del PIB en recaudo sin modificar las normas tributarias, son cosas que pueden demorar diez, quince años, si lo contrastamos con casos exitosos de otras partes del mundo. Pero son proyectos de Estado de los cuales es un gran orgullo haber hecho parte.
Con respecto a las dudas e inquietudes que tiene el señor Ministro de Hacienda, pues son inquietudes que se le han respondido muchas veces y que sin duda alguna el nuevo director le seguirá respondiendo hasta que él las entienda a satisfacción. Pero sí me parece importante mandar el mensaje a los inversionistas que quieren comprar deuda colombiana que lo que se ha hecho en la administración tributaria de Colombia nos pone a niveles de la Ocde en términos de eficiencia en un plazo razonable y le da un sustento muy grande a quien quiere invertir en el país. Hoy más que nunca, si uno un inversionista está viniendo a Colombia a poner su plata en TES, le digo que el país tiene un buen plan de negocios que respalda ese acto de confianza de los inversionistas al invertir en el país.
SEMANA: Esos entre cuatro y siete puntos del PIB de recaudo adicional sin cambiar el Estatuto Tributario, ¿en cuánto tiempo lo considera usted que se van a dar?
L.C.R.: Las experiencias internacionales varían. En Colombia hoy en día estamos más o menos donde estaba Estados Unidos hace unos 30 años en términos de evasión, donde estaba Polonia hace unos 10 años. Los proyectos de nación, de Estado, son proyectos de largo plazo. Entonces, yo diría que es muy razonable esperar que en Colombia esos entre cuatro y siete puntos se den dentro de los siguientes 10 a 15 años. Y si alguien dice que eso es mucho tiempo, de verdad yo respondería que si alguien le promete algo distinto le está vendiendo humo. Las apuestas realistas que uno puede hacer y que se han visto en países están en esos rangos.
SEMANA: Miremos cada uno de los temas en donde hubo dificultades en materia de recaudo. El primero es el de los ingresos previstos en los litigios por impuestos. ¿Qué pasó?
L.C.R.: Realmente no fueron dificultades en recaudo, sino imposibilidades jurídicas. Para recaudar plata por arbitraje de litigios se necesitaba que el Congreso pasara una ley que facultaba ese recaudo. Y eso fue claro, eso se dio. Y lo que se hizo en el Marco Fiscal de Mediano Plazo del año pasado volvió a dejarse claro en el presupuesto general de la Nación del año pasado. Tanto el marco fiscal como el presupuesto son documentos que el Gobierno le presenta al Congreso. Fíjese que el gobierno le presenta al Congreso un documento que tiene escenarios a futuro que por su misma naturaleza son contingentes a un montón de cosas. En un Marco Fiscal de Mediano Plazo uno hace proyecciones de inflación, de crecimiento económico, de precio del dólar, de precio del petróleo. Y todas esas son variables sumamente inciertas. Uno pensaría que decirle al Congreso si pasa una ley podemos tener este recaudo, es de las proyecciones menos inciertas que le puede pasar el Gobierno al Congreso. Lo que uno sí no puede esperar es que si el Congreso aprueba un presupuesto cuya financiación es condicional a la aprobación de una ley y después el Congreso no aprueba la ley que el gobierno dijo que era necesaria, pues uno no puede esperar que la plata aparezca por arte de magia.
SEMANA: ¿Eso a cuánto ascendía?
L.C.R.: Las proyecciones eran inicialmente de 15 billones de pesos de recaudo si la ley se aprobaba inmediatamente. Algo que el Congreso tiene toda la facultad de hacer y sobre todo con la importancia de la inversión en proyectos sociales que competen al electorado que puso ese mismo Congreso donde está. El proyecto de ley se radicó en noviembre del año pasado, pero como ni siquiera se le dio debate pues el Gobierno empezó a ajustar ese recaudo proyectado. Íbamos en 10 billones de pesos en el último plan financiero, pero dado que estamos a punto de acabar la legislatura y ese proyecto no ha arrancado, pues el Gobierno tiene que salir a decir lo que siempre dijo: sin esa ley, no hay ese recaudo.
SEMANA: Y ese es un recaudo por una sola vez, ¿cierto?
L.C.R.: Ahí entra una discusión en la cual hay varios puntos de vista. Uno podría argumentar que es un recaudo no solo de una sola vez, sino que eso incentiva una resolución mucho más rápida de las controversias tributarias que genera más recaudo adicional todos los años de aquí en adelante. Entonces pues sí obviamente la posición del Gobierno era esa, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) opinaba algo distinto, pero creo que ahí es donde caben opiniones de un lado y otro.
SEMANA: El otro tema es el de la deducibilidad de las regalías que en el más reciente pronunciamiento de la Corte Constitucional parecería que eso ya quedó archivado y descartado. ¿Es así?
L.C.R.: La palabra final la tendrá la Corte Constitucional. A nosotros nos parecía que la no deducibilidad de las regalías tenía mucho sentido; es decir, básicamente, operaba de la misma manera que cuando una empresa le paga dividendos a un accionista, pues la empresa no se deduce esos dividendos como un costo. Ese era el argumento del Gobierno. La Corte Constitucional no lo leyó así y por eso estamos viendo una caída en el recaudo. Si usted se fija de esos 9,8 billones de pesos de menos recaudo que se observaron entre enero y abril, 2 billones venían de petróleo y 4,2 billones venían de carbón y estas eran dos industrias en las cuales el año pasado se habían hecho unas retenciones altas previendo que ese impuesto seguía en pie este año. Al no seguir en pie ese impuesto este año, las compañías hicieron lo que cualquier contribuyente haría: dijeron vea Gobierno, usted me hizo unas retenciones tengo un saldo a favor grande entonces voy a usar este saldo a favor para pagar mi impuesto a cargo y eso quiere decir que no le entra caja al gobierno.
SEMANA: ¿Cuánto estaban esperando por el tema de las regalías?
L.C.R.: Entre 2023 y 2024 se esperaba un recaudo de más o menos 6 billones de pesos por regalías.
SEMANA: Algunos analistas hablan de un hueco con estimativos de 25 billones de pesos para este año, incluso otros han planteado escenarios de casi 70 billones. ¿Cuáles son los cálculos de la Dian frente al hueco que se tiene frente a lo estimado por el Gobierno?
L.C.R.: Ese hueco del que hablan se basa en estimaciones ya un poco viejas del Gobierno frente a los supuestos macroeconómicos de crecimiento de la economía que es el principal determinante del crecimiento en el recaudo precisamente ahora que se está discutiendo el Marco Fiscal de Mediano Plazo que se le va a presentar al Congreso dentro de muy poco, se están ajustando esos supuestos macroeconómicos y entonces hablar de un hueco es realmente hablar de un descalce entre proyecciones del pasado basadas en supuestos macroeconómicos que no se verificaron en la realidad y lo que resultó ser la realidad de las variables macroeconómicas.
SEMANA: ¿Van a cambiar la meta de recaudo para este año?
L.C.R.: La meta de recaudo todos los años varía, precisamente, según esos supuestos macroeconómicos que se hacen tanto en el plan financiero como en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Y, en efecto, pues ahora que se está discutiendo el Marco Fiscal de Mediano Plazo con base en la nueva información que hay, pues eso tendría que llevar ajustes.
SEMANA: Los datos de recaudo de abril fueron preocupantes. ¿Cómo se explica la comparación de abril y mayo de este año, con los mismos meses de 2023?
L.C.R.: A mí me preocupa el ansia de algunos analistas por encontrar dónde le está yendo mal al Gobierno, porque si usted se fija la fecha de pago del impuesto de renta de las personas jurídicas en 2023 fue en el mes de abril, mientras que para 2024 quedó a principios de mayo. Si usted compara entre enero y abril de 2023 contra enero y abril de 2024 va a ver una caída que va mucho más allá de estos factores de precios del petróleo, del carbón y de la tasa de cambio. También hay simplemente un descalce en el calendario fiscal tributario que se está atribuyendo a una peor situación de la economía y no tiene nada que ver con eso. De hecho, la Dian acaba de publicar el dato del crecimiento del recaudo en el mes de mayo de este año que frente al mismo mes del año anterior creció un 17,8%. Y una parte importante de eso tiene que ver con estas variaciones en el calendario tributario. Me parece clave invitar a todos quienes analizamos estas cifras a que, sin dejar de lado la controversia política porque es muy importante, que seamos muy objetivos con respecto a la fuente de ingresos de la Nación porque eso nos afecta a todos, tanto al Gobierno como a la oposición. En la medida que a la Dian le va bien, a todo el Estado y a todos los colombianos les va bien, y en este caso ese aumento del recaudo en mayo es una buena noticia para todos, incluyendo a aquellos inversionistas que quieren invertir en deuda colombiana.
SEMANA: Pasando a la aplicación de la reforma tributaria de 2022, la declaración de renta de personas naturales que ganan más de 10 millones de pesos, vamos a ver cambios en el segundo semestre. ¿Cómo van a quedar?
L.C.R.: Esas personas van a pagar más impuestos. La reforma tributaria introdujo un beneficio para quienes tienen más de un dependiente económico. Antes era solo para quien tuviera uno, ahora es para quien tenga hasta cuatro dependientes que pueden incluirse en la declaración de renta. Quienes ganan menos de 10 millones de pesos y tienen varios dependientes eso va a ser una reducción importante en sus impuestos. Para algunos de los que ganan más de 10 millones también va a ser un beneficio, pero es cierto que para muchos de ellos una serie de beneficios tributarios que existían, por ejemplo, por aportes a fondos voluntarios de pensión se limitan bastante y ellos van a ver un aumento en la carga tributaria, como fue la promesa del Gobierno.
SEMANA: En este escenario de un crecimiento bajo, las expectativas que no se han cumplido en algunos meses de recaudo y las caídas en temas como regalías y litigios, ¿hay espacio para una reforma tributaria que reduzca la carga impositiva a las empresas?
L.C.R.: Esa es una buena pregunta para el Ministro de Hacienda. Desde las cifras de la administración tributaria, yo le respondería que sería importante no reducir el recaudo, pero que una manera de lograrlo sería eliminar beneficios para las empresas que más tienen y que hoy tributan una tarifa efectiva cercana al 25%, no es el 35% que le toca pagar, por así decirlo, al empresario de a pie. Creo que sería una buena idea, una reforma tributaria que beneficiara a esa mayoría de empresas que tributan el 35%, pero eso tendría que financiarse con reducciones de beneficios tributarios a empresas más grandes. De todas formas, creo que el vocero de la política tributaria es, sin duda alguna, el Ministro de Hacienda, como cabeza del sector.
SEMANA: ¿Ya han hablado de cómo sería esa reforma tributaria que piensan llevar al Congreso, porque era uno de los planes para la reactivación?
L.C.R.: El presidente se ha pronunciado con respecto a que sería precisamente una reforma tributaria que redujera impuestos a las empresas, sin reducir el recaudo y trasladando esos impuestos a las personas naturales que están detrás de esas empresas. Yo creo que como modificación del sistema tributario sería una modificación muy a lugar, obviamente, y retomando un poco el tema de lo que pasó con el arbitraje de litigios, pues estamos en una democracia con separación de poderes y aquí, afortunadamente, el Ejecutivo no simplemente dicta las cosas, sino que depende de un trabajo armónico con el Congreso. Sería conveniente para la economía del país y creo que desde el gobierno nacional hay una disposición a ese tipo de medidas, pero en nuestro sistema constitucional, el Congreso tiene que estar también jugado con la reactivación económica.
SEMANA: ¿Qué piensa de revivir los días sin IVA?
L.C.R.: Nosotros los eliminamos en la reforma tributaria de 2022 porque pensamos que eran una mala idea. Creo que los días sin IVA promueven esta noción de que pagar impuestos es algún tipo de castigo, contraria a la visión que hemos estado promoviendo desde el Gobierno en la cual los impuestos son un aporte que se hace a la financiación de la educación, de la salud, de la seguridad, de la justicia, de las vías por las que transitan los colombianos, de los salarios de nuestras fuerzas armadas, de nuestros policías. Entonces yo creo que uno debería ver el día sin IVA en ese contexto, es un día en el que me escapo de la obligación de aportar al salario de las fuerzas armadas, a la educación de los niños del país, a la salud de todos los colombianos. No es el tipo de cultura tributaria que quiere promover el Gobierno, pero obviamente por eso estamos en una democracia en la cual este tipo de propuestas se pueden hacer y se debaten.
SEMANA: ¿Ya quedó en firme la reforma al Estatuto Aduanero?
L.C.R.: Así es y me enorgullece que haya sido parte de mi gestión como director de la Dian. Como le dije en reiteradas ocasiones que yo pienso que se tomó de manera como si estuviera exagerando, como si estuviera hablando con hipérbole, pero no era así. Era la realidad, el Estatuto Aduanero que teníamos estaba escrito a la medida de los contrabandistas y lo que dejamos, lo que ya firmó el señor presidente a quien la Constitución le da la facultad de regular las aduanas sin que el Congreso juegue ahí algún papel, lo que dejamos es un Estatuto Aduanero que refleja las mejores prácticas sugeridas por la Organización Mundial de Aduanas y en la cual también se hizo un benchmarking cuidadoso con las prácticas aduaneras de los Estados Unidos y de la Unión Europea que nos permiten un verdadero control para darle duro al contrabando y de esa forma lograr varias cosas muy importantes. Una de ellas, proteger la industria nacional que está tan debilitada por ese problema del contrabando.
Otra, proteger también a los importadores legales, que no es justo que estén compitiendo contra gente que hace trampa. Y tercera, reducir ese flujo de dinero de las economías ilegales que se nutren del contrabando, porque algo de lo cual como país no nos hemos dado cuenta lo suficiente es que hoy en día el contrabando es la manera en que los narcotraficantes traen de regreso al país las utilidades de la cocaína. O sea, un narcotraficante piensa para qué ir a vender cocaína a Estados Unidos y traer de regreso maletadas de dólares al país cuando pueden ganar de ida vendiendo cocaína y de regreso trayendo contrabando. Y eso es lo que están haciendo, eso es lo que estamos combatiendo y es a lo que le pusimos obstáculos mucho mayores en este estatuto que ya firmó el presidente.
SEMANA: ¿Cuáles son las diferencias con el ministro de Hacienda? ¿Por qué hubo un cortocircuito?
L.C.R.: Creo que esa es una pregunta que había que hacerle a él. Realmente, de parte mía, siempre ha habido la mayor disposición a trabajar de manera conjunta. Es algo que busqué por muchos medios. Y bueno, como colegas en el gabinete, estoy seguro de que seguiré buscando una relación muy armónica con el ministro.
SEMANA: ¿Y van a limar esas asperezas en el gabinete?
L.C.R.: Tanto para pelear como para limar asperezas se necesitan dos, pero mi disposición, sin duda alguna, es limar asperezas.
SEMANA: ¿Cuáles son sus principales retos en el Ministerio de Comercio? ¿Qué ha identificado?
L.C.R.: Una cosa que identifico está implícita en la pregunta que me hace. Usted lo llama el Ministerio de Comercio, pero es el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Y la industria, la política industrial, una política industrial que rompa con ese paradigma, llamémoslo, a falta de un mejor nombre neoliberal que hemos tenido durante los últimos 30 años, es muy importante. Estoy convencido de que el Gobierno, junto con el sector privado, actuando de manera articulada, puede construir cosas mucho más grandes, si trabajamos con una visión de Estado, una visión de país, en vez de caer en esa ilusión de que el libre mercado va a solucionar todos los problemas de crecimiento económico de Colombia. Así que la misión es dejarle al país una política industrial, que nos lleve a crecer a unas tasas que saquen de la pobreza a los colombianos que siguen en ella, y que nos permita garantizarles esos derechos constitucionales que están muy lindos en el papel en la Constitución del 91, pero a los que les falta la fuerza de esa realidad económica.
Y sin duda alguna, el turismo es una de las principales industrias que nos permite lograr eso. Entonces, sin descuidar el énfasis en las relaciones comerciales con otros países, la política industrial y el fortalecimiento del turismo de Colombia como un destino para el resto del mundo, son las principales misiones.
SEMANA: ¿Cuándo se posiciona?
L.C.R.: Los trámites se están haciendo para que la transición sea esta semana.