Nubank, Cívico y Movii, animados con tercer lugar de Colombia en índice digital Ocde

Que un estudiante de administración de empresas haya utilizado sus noches para tomar cursos de programación porque veía venir el boom digital en Colombia y se lanzó a la aventura de crear una empresa como Rappi; que un caleño que no nació con chupo de oro, como suele decir Hernando Rubio, de Movii; que Juan Felipe Castaño, cofundador de Cívico, haya permitido tener una ciudad digital en el celular, o que un David Vélez haya pensado hace 6 años en un banco digital, cuando la gente era recelosa con el uso del internet para temas financieros. Todas esas son realidades empresariales que tienen mucho que ver con la escalada de Colombia hacia la tercera posición en el Índice de Gobierno Digital de la Ocde.

El país solo tiene por encima a Corea y Reino Unido en el escalafón de países con mayores transformaciones digitales. Del cuarto lugar hacia abajo están naciones que se tienen en el visor como las de mucha tecnología de punta en el mundo digital: Dinamarca, Japón, Canadá y España, lo que hace más meritorio el logro de Colombia.

Los argumentos de la Ocde para poner a este país en el tercer puesto se basan en lo que se ha hecho desde el Gobierno para recorrer camino hacia un país más digital.

Y nadie mejor que los que están en el terreno, para saber lo que se ha hecho bien en pro de acelerar la era de la digitalización, que avanzaba con menor ritmo antes del coronavirus. David Vélez, fundador de Nubank, el banco digital más grande del mundo, que recientemente anunció su aterrizaje en Colombia, dice que precisamente, una de las razones para escoger a Colombia -que además es su país de nacimiento- como próximo destino de inversión es “esa tendencia de digitalización que empieza a acelerar”.

Desde la perspectiva de Vélez, “Nubank ve un gobierno enfocado en crear un ambiente positivo para el emprendimiento digital”, sin contar con que en el territorio nacional existe “un excelente talento” para avanzar en el tema.

A Hernando Rubio no deja de sonarle curioso que Colombia esté por encima de Japón en el Índice digital de la Ocde, pero aunque le parezca raro, dice que es algo que tenemos para mostrar, y en alto relieve, en medio de esa realidad de los colombianos, de solo masificar las noticias malas.

Nadie mejor que él sabe de los resultados que se obtienen con persistencia. Por eso dice que este ascenso del país en lo digital es algo que se viene pedaleando desde hace 50 años, cuando se inició la construcción de una política pública de conectividad. Agrega que ahora, la ventaja, es que hay un Gobierno joven y que, además, llegó la pandemia a acelerarlo todo.

Desde su óptica, y con el buen humor que lo caracteriza, Rubio destaca lo ocurrido en la cuarentena con la activación de un mecanismo para encontrar a los vulnerables que no eran cobijados por ningún programa social. Allí precisamente jugó un papel clave su empresa Movii.

Esta billetera digital fue una de las tres que el Gobierno escogió para el pago del subsidio conocido como ingreso solidario, que logró bancarizar a más de 1 millón de personas. Y no fue solo para el ciudadano se inscribiera en la banca y recibiera el giro. La experiencia de Movii señala que, inclusive, un 40 por ciento de los usuarios ya están metiendo plata en la cuenta y que usan más el canal digital que el efectivo.

El engranaje y la rapidez de acción del Gobierno fue clave y es parte de lo que argumenta la Ocde para subir a Colombia de posición. Luis Alberto Rodríguez, director de Planeación Nacional, entidad que lideró el big data que permitió hacer la lista de beneficiarios de ingreso solidario, expresa que, si bien la pandemia ha traído muchos efectos negativos, en transformación digital e inclusión financiera fue una oportunidad para avanzar más rápido.

Entre tanto, en el caso de Juan Felipe Castaño, líder de Cívico, el avance en el índice digital de la Ocde es señal de que “vamos por buen camino". De hecho, pone en el visor que una de las razones por las cuales el pequeño comercio ha sufrido tanto en la pandemia es por no haber estado digitalizado.

“Si hay algo que debe hacer el Gobierno es trabajar en digitalizar a la base de la pirámide”, recomendó.

Entre los caminos que debe seguir el país pone en la palestra pública el de “ayudarles a las tiendas de barrio y a todas las ‘ias’, no las de control y vigilancia, sino las panaderías, cigarrerías, lavanderías, ferreterías, entre otras, a transformar su negocio, a digitalizarse, a vender en línea, a aceptar medios de pago diferentes al efectivo y a promocionar su negocio en el mundo digital”.

Castaño confirmó que su compañía está trabajando con la alcaldía de Bogotá, digitalizando e incluyendo financieramente (vía nuestro App Cívico Negocios) a 30 mil pequeños comercios con el programa Despega Bogotá.

Frente odas esas expectativas empresariales es cuando entra a jugar un papel clave el Ministerio de las TIC. Karen Abudinen, quien lidera esa cartera, sacó pecho con la buena calificación de Colombia, y expresó en SEMANA que el MinTIC tiene el compromiso de seguir avanzando y apoyar a todas las entidades que se requieran, para que los ciudadanos puedan interactuar con el gobierno y, en general, con el entorno, sin necesidad de hacer presencia y mucho menos filas.

La ministra enfatizó en que “MinTIC ha dispuesto a la direccion de gobierno digital, a la Agencia Nacional Digital y al 472 para que apoyen en la sistematización del mayor número de trámites posibles antes de que termine este gobierno”.

En la medida en que existan más facilidades para acceder a lo digital, desde la política pública, habrá más emprendedores y el país dará más saltos en la conquista de lo inevitable, lo digital.

Muestra de ello es la opinión de Nicolai Bezsonoff, gerente general y vicepresidente de la gigante de dominio en internet GoDaddy Registry, quien opina que “la alta ubicación de Colombia en el índice de gobernanza digital de la Ocde es reflejo de la inversión y el foco que el Gobierno ha puesto en la transformación digital y las estrategias de gobierno digital".

Agregó que la pandemia nos sigue recordando que "un ecosistema de gobierno digital abierto, transparente, es crítico para promover la confianza pública, la participación y el compromiso comunitarios”.