política monetaria
¿Pedir al Banco de la República que baje sus tasas de interés amenaza su independencia?
En medio de una caída del crédito y una mayor morosidad, hay un debate por el pedido de gremios y MinHacienda de reducir la tasa de interés del Emisor. ¿Cuál es el debate?
En la Junta Directiva del Banco de la República de abril de 2003, se discutía aumentar las tasas de interés entre 100 y 300 puntos básicos (p. b.), lo que le preocupaba al entonces ministro de Hacienda, Roberto Junguito, por el impacto en la economía. Una vez decidieron subir tasas, Junguito les pidió a los codirectores que le dieran la cara al país en la rueda de prensa. Luego de la lectura del comunicado, Junguito dijo: “Los dejó con los miembros de la Junta Directiva, que les van a explicar por qué se subió en 100 p. b. la tasa de interés”. Enseguida se levantó y se fue.
Esta anécdota, recordada por el analista económico Freddy Castro, plasma el tradicional tire y afloje entre los ministros de Hacienda de los Gobiernos, que siempre se han opuesto a la subida de tasas del Emisor. A ellos se han unido tradicionalmente los empresarios, quienes suelen prender alarmas por el costo del crédito. Pero esta semana se presentó una situación inusual. Al habitual pedido del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se unieron el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, y Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, quienes en una rueda de prensa conjunta le sugirieron, respetuosamente, al Banco de la República que considere empezar a bajar sus tasas de interés, hoy en nivel históricamente alto: 13,25 por ciento.
Aunque no lo mencionaron en la rueda de prensa, detrás de su pedido está una evidente caída del crédito en el país, que a mayo registra un descenso anual de 1,42 por ciento real, es decir, descontando inflación. Las mayores bajas están en consumo, que cae 4,28 por ciento real, y vivienda, con -1,14 por ciento. Al mismo tiempo, la morosidad subió 20,79 por ciento, lo que significa que, de los 613 billones de pesos que deben los colombianos al sistema financiero, 31,5 billones tienen retrasos en los pagos.
Pese a lo anterior, la declaración conjunta de gremios y MinHacienda causó polémica. Están quienes, como Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, creen que ese tipo de pronunciamientos pueden provocar el efecto contrario al solicitado: que los codirectores del Emisor con dudas sobre su decisión en la próxima reunión se inclinen por aquella que ratifique la independencia del Banco, en este caso, no bajar tasas. También está la corriente del profesor de economía de la Javeriana y analista Jorge Restrepo, quien considera que la manifestación conjunta fue un grave e inconveniente error. Grave, porque Bonilla salió a defender los intereses de dos gremios, que no son necesariamente los de todos los colombianos. E inconveniente, porque “condiciona públicamente la independencia del Emisor”.
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Otros, como Freddy Castro, piensan que no hay de qué preocuparse ante esas ‘presiones’, que se han dado en el pasado, pues siempre la junta ha tomado decisiones con independencia y criterio técnico. Aunque la inflación sigue cayendo –para agosto quedó en 11,43 por ciento anual–, aún está lejos del rango meta.
Malagón aclara que no buscan presionar al Banco, cuya labor consideran acertada. De hecho, señala que gracias a su política monetaria la realidad de liquidez de Colombia va a cambiar y que, por ende, empresarios y personas no deben frenar los proyectos para los que requieren financiación. Con respecto a la caída del crédito, dijo que fue deliberada, pues era necesario moderar el crecimiento de las carteras. Además, por ahora, les interesa trabajar con la Superfinanciera para que los morosos no se salgan del sistema financiero formal. Evalúan programas de alivio a deudores, como los aplicados en pandemia.
El 29 de septiembre, cuando se vuelva a reunir la junta del Emisor, se sabrá si tuvieron eco los pedidos para reducir tasas.